miércoles, 21 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Aunque las circunstancias me mantienen más alejada de lo acostumbrado de todo este mundo virtual, no quiero irme de vacaciones sin dejar un pequeño fuego encendido por si alguien se acerca.  Ha sido un año intenso que también ha tenido su reflejo aquí.  Apenas treinta entradas, pero cada una me recuerda algo importante. En general, he preferido siempre compartir lo bueno y evitar que este espacio se convierta en un vaciadero más o menos literario de penas, quejas, lamentos y frustraciones. Los demonios ya están en los poemas. Los dioses también. La realidad nos ajusta a todos las tuercas con sus inevitables vueltas, pero creo que es bueno abrirle un espacio a la celebración -o a su posibilidad- y llenarlo, cuando se pueda, de lo mejor que tengamos.

Espero que cada uno de vosotros encuentre este año algo de lo que busca y, sobre todo, que no pierda las ganas de seguir buscando. Espero que paséis unos días felices.

De momento, si el jueves estáis en Zaragoza, os invitamos: 
  Viajar en El tren de cristal merece la pena
.  

domingo, 20 de noviembre de 2011

Los himnos necesarios




Los fantasmas de viejos caballeros
se retaban a duelo en el patio de armas
pero verlos no estaba a vuestro alcance. 

Jordi Doce (Aquí, ahora, en ningún sitio)  


LOS HIMNOS NECESARIOS

Hace años, en la noche del destino,
oíamos el viento sobre el mundo.
La inmensa libertad –madre severa-
nos rodeó como lo hubiera hecho
una horda implacable de incertidumbre y frío.
Por combatir el frío, pensamos un refugio
y convertimos el refugio en casa,
y la casa en iglesia, y la iglesia en castillo
y la mirada en bestia vigilante.
En su fondo encerramos un vacío:
la zona más feroz de nuestras dudas
le hizo un sitio a la cárcel, igual que la tristeza
va cavando rincones para el odio. Despacio,
muy despacio, inventamos los himnos necesarios,
canciones que consuelan en la noche y acarician
la seca piel del miedo.
Un uniforme se hizo imprescindible,
pues contaban que más allá del río
unos hombres sin nombre, sin castillo
ni cárcel ni rutinas ni esperanza
miraban desde el llano nuestras casas.
Llegaban con sus ojos inquietantes
hasta la lenta línea de las aguas
y codiciaban nuestra indiferencia.
Debíamos distinguirnos de esos hombres
y defender lo hecho.
Ella cosía con manos de novia
y esperaba de mí y por mí, y sufría.
Así que me vestí de combatiente.
No sé de cuántas guerras volví triste,
cuántos hombres distintos he matado
o si acaso he matado siempre al mismo.
Sólo recuerdo a uno.  Nos miraba
desde el hambre y el viento de la nada,
perplejo desde el frío, desnudo y desarmado.
Dicen que le he matado sin motivo
porque aquí ya no queda apenas nadie
que entienda cómo hiere
ver a lo lejos a un pobre hombre libre.


Hace un año: Horas de clavicordio
Hace tres años: El cierzo y el suicida

miércoles, 9 de noviembre de 2011

En la radio con Javier Sánchez Menéndez



El pasado mes de septiembre, Luisa Miñana me invitó a participar en el programa VOCES ESCRITASuna coproducción de la Asociación Aragonesa de Escritores y TEA FM. En cada programa conocemos a dos autores desde una perspectiva especial: son los propios escritores quienes se entrevistan, desgranando en la conversación sus inquietudes, sus ideas y sus obras. 

TEA FM es un proyecto que echó a andar en el año 2008 en Zaragoza, bajo los auspicios de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión en el Centro de Tecnologías Avanzadas de Aragón.  Forma parte de la red de emisoras RADIA, dedicada a la creación radiofónica en su vertiente experimental, realizando programas conjuntos que son emitidos a través de las 21 emisoras repartidas por todo el mundo. También desarrollan proyectos de radioteatro y arte sonoro recuperando la ficción radiofónica, el radiodrama y los programas infantiles y juveniles. 

Estas VOCES ESCRITAS pueden sintonizarse en el 98.9 de la FM en Zaragoza, la TDT en todo Aragón y también a través de Internet: http:teafm.net. Quedan, además, en la web de TEA FM (que tiene una especial relación con muchos ámbitos y radios de Hispanoamérica) en formato podcast con la intención de constituir una auténtica biblioteca sonora de autores actuales.


Mi invitado para compartir esta experiencia fue Javier Sánchez Menéndez. La entrevista fue grabada el 3 de octubre y hoy se ha guardado allí nuestro podcast.  Es un placer compartirlo ahora, coincidiendo con la  nueva entrega de la Revista de poesía Isla de Siltolá, donde aparecen dos poemas míos en un número de lujo -y doble- cuya nómina completa podéis ver AQUÍ.






Nota de 17 de noviembre:
Si mañana estáis en Zaragoza, en el INTERFERENCIAS, a las 21,30, nos vemos las caras y nos contamos historias. Gracias a los organizadores por invitarme.
(Clic sobre la foto para ampliar)





martes, 25 de octubre de 2011

NO FEAR (VI premio internacional Poesía del Miedo- OLIFANTE)

Recibo hace unos días el correo de Trinidad Ruiz Marcellán en el que me anuncia que mi poema NO FEAR ha resultado galardonado con el premio del púlblico en  el  VI PREMIO INTERNACIONAL de POESÍA de MIEDO convocado por la editorial OLIFANTE.  Los autores participaban con un poema y un epitafio.
 
Los ganadores de este año son:

Premio del Jurado
Isacia Ninawaman

 
Premio del Público, ex aequo
Olga Bernad
Miguel Ángel González
Victoria Puig
Tania Salazar
José Verón Gormaz



En el acto del día 31 de octubre, además de la entrega de Premios, diplomas certificados realizados por el artista Ricardo V. Placed, contaremos con la presencia del director de cine y poeta iraní Mohsen Emadi, ganador del Premio de Poesía de Miedo el año pasado, que proyectará unas de sus últimas videocreaciones, y con las actuaciones musicales de Luigi Maráez, Âlime Hüma y Lamine.

Los poemas ganadores quedaran recogidos en el libro POESÍA DE MIEDO de la colección  PAPELES DE TRASMOZ.

Mi propia versión del miedo:

NO FEAR

Sabes que sí, que siempre tengo miedo,
que mi fuerza está hecha de temores.
No he crecido en valor sino en misterio,
esa forma poética y absurda
de nombrar lo escondido
para calmar al mar de la impaciencia.
Sólo sé que me asusta la dureza
de piedra en la mirada de la gente.
El valor hiela mi corazón. Me asusta
acabar siendo piedra sobre piedra
sepultada en los ojos de esa gente.

Me asusta
prostituir palabras para evitar verdades
que no se marcharán.
Y me asusta el silencio y las palabras
que arrojo hacia el silencio cuando la vida calla,
pues cicatrizan mal
las heridas abiertas con un cuchillo sucio.

(Me asusto yo despierta entre el miedo y el mundo,
como si no bastase ser feliz algún día,
como si nada nunca fuese a ser suficiente,
como si al aceptarlo firmase una derrota.
Entre tristes victorias se va, se muere el tiempo,
y yo no sé qué hacer para guardarlo,
para tenerlo cerca y respirando
a mis pies como un gato que nos permite a veces
tocarlo suavemente mientras está dormido).

Me asusta
que los deseos suenen a ruido de otros pasos,
que en la última luz, como en la noche,
los sueños estén llenos
de muchachas extrañas y feroces
-las que yo tal vez fui, las que he olvidado-
caminando descalzas
hacia playas que ya no mira nadie.

Que tú cierres mis ojos ante el miedo,
que yo cierre los tuyos
y los párpados cierren
un oscuro telón sobre la nada.

EPITAFIO

Dejé de tener miedo:
Imagina
lo que ahora tengo
y vive
como si no hubieras podido imaginarlo.

Nota de 27 de octubre: Nuevas recomendaciones de lecturas en el blog LOS OTROS.  Espero de que sean de vuestro interés: Sin noticias de Acuario (Paréntesis), de Reyes García-Doncel, reseña publicada hoy en Heraldo de Aragón; El tren de Cristal (Renacimiento) de José María Pérez Collados, publicada  también en la revista Artes y Letras del Heraldo el jueves pasado, y una breve nota sobre Dimensión de la frontera (Siltolá), el último poemario de Álex Chico.  Clic AQUÍ

miércoles, 19 de octubre de 2011

en la revista VOLUNTAS: Recordando a Mauricio Aznar





VOLUNTAS es una publicación independiente en la que participan, en distintas labores, Luis Navarro, Jorge Roy, Laura Garcés, Clara Gónzález, Enrique Salvo, Adrián Vázquez y Tomás Iliescu, un grupo de estudiantes de Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas o Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad San Jorge.  La revista dedica cada entrega a un tema central, en este caso a algunos músicos de leyenda y sus tempranas muertes: Robert Johnson, Eddie Cochran, Ian Curtis y Sid Vicious.  En la contraportada, espacio destinado en cada número a un escritor, hemos leído firmas como Manuel Viñas, Nacho Escuín, Ángel Guinda, Alfredo Saldaña o Luis Bagué.  He tenido el placer de colaborar con ellos en esta ocasión con un texto escrito en 2008 que recordaba la muerte de Mauricio Aznar, líder del grupo Más Birras, acontecida en octubre de 2000. In memoriam.

(Publicado en la revista VOLUNTAS, nº 6, 15 de octubre de 2011)

sábado, 8 de octubre de 2011

En el blog de Álvaro Valverde

La fotografía es de María Teresa Gómez Puertas
Hoy hace dos años que presentamos en Sevilla los primeros libros de lo que luego sería la editorial Isla de Siltolá, entonces aún vinculada a la fundación Ecoem. Entre esos cinco libros estaban las Caricias perplejas, mi primer poemario publicado. Fue una noche mágica de la que dejamos el recuerdo aquí.  Han pasado desde entonces tantas cosas que todo me parece más lejano, como si estos dos años hubiesen sido mucho más largos de lo normal. Me encuentro hoy con una lectura que es para mí el mejor regalo de "aniversario".  Álvaro Valverde escribe en su blog "Leyendo a Bernad".  Mil gracias, Álvaro.  Tu lectura da vida nueva a estas Caricias:

Lo normal es leer hacia delante, pero con Olga Bernad voy hacia atrás. Quiero decir que, tras la sorpresa de Nostalgia armada, acabo de leer Caricias perplejas, su primer libro, publicado, como aquél, en La Isla de Siltolá.
Ya no era Bernad una de esas jovencitas digna de alardes antológicos cuando apareció. Y eso se nota. Del mismo modo que se aprecia a la filóloga que está detrás. Esto no es óbice para que el lector no reconozca la pasión, la claridad de ideas, el arrebato incluso, con el que está escrito. Y todo por culpa de la perplejidad, gracias al asombro que atraviesa cualquier vida de verdad vivida, más allá de las caricias y de los títulos.
He leído Caricias perplejas con una sensación de velocidad que atribuyo a su ritmo poderoso, a una manera de decir atenta, ante todo, a la necesidad de expresar lo que nos pasa. Son versos inspirados sujetos a una música que se presume anterior a las palabras. Dan fe de esa "fatalidad" de la poesía a la que alude el prologuista, Juan Manuel Macías. Hay algo que decir. Y se dice. Lo que no podemos afirmar de todos los poemas, de todos los libros de poesía. (Que se lo digan a uno, que anda entre los originales de un premio para noveles.)
Prima aquí lo amoroso y la línea es clara. Pero no hay escuela, hay voz. La que, más atemperada, serena y madura, ya escuchó uno entre los versos de Nostalgia armada.
Doy por hecho que Olga Bernad lee muy bien sus poemas. Parecen escritos para ser leídos en voz alta. Vamos, que soportarían esa prueba sin mayores problemas. Se mezclan en ellos la elegía y el canto, la inevitable soledad y la más dulce compañía, la tristeza y la felicidad, frágil y transitoria siempre.
Escrito en unos pocos meses, Bernad define su obra como la "crónica de un asombro". De él, gustosamente, damos cuenta. Como si hiciera falta.


Nota: Ayer falleció en Madrid el escritor aragonés FÉLIX ROMEO (1968-2011)
.  Que la tierra le sea leve.  Descanse en paz.



lunes, 26 de septiembre de 2011

Mira

La fotografía es de Eugenio Recuenco y está tomada de aquí.

Mira esos ojos rotos
-las grietas del espejo de sus ojos,
esos ojos tan quietos.
Se quebró la paciente maravilla.
En esos ojos rotos
podría vivir yo, con esos ojos
te miraré algún día que hoy recuerdo.

Olga Bernad

Hace un año: El mar del otro lado
Hace dos años: Primer libro


Javier Sánchez Menéndez presenta en Zaragoza su último libro de poemas Una aproximación al desconcierto.  Tengo el honor de acompañarle.  Os esperamos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Los nombres de la sed


Yo destilaba sed de arquitectura.
No fue culpa de nadie: 
en un mundo tan plano, cualquier cosa tenía
perfil de catedral.

Y me pregunto
si después de la luz aún vivirán las ganas,
si no he buscado en todos 
los nombres de la sed.

Hace dos años: Primer libro
Hace tres años: Belleza y compasión





21 de septiembre: Si el sábado 24 estáis por Madrid, a lo mejor os apetece pasaros por Libertad, 8.  Poesía y chicas (YIN).  Os esperamos. 

domingo, 11 de septiembre de 2011

Afectos literarios (la vida invisible)/Nostalgia armada en REVISTA DE LETRAS

A Rafael Alarcón Sierra
De más joven era profundamente inmoral en mis afectos literarios.  Rafa dice que la vida ya no es sueño, sino autoficción. Nunca estuve dotada para confundir del todo sueños y existencia pero mis amores ficticios casi eran de verdad.  Lo juro.  Lo sé porque dolían hasta enseñarme la punta de un iceberg contra el que podrías desaparecer.  Pensaba en muchos nombres -en unos más, en otros menos-, por citar algunos que tal vez les suenen pensaba en Janis Joplin, Francis Scott Fitzgerald, Humphrey Bogart, Evelyn Waugh, Curzio Malaparte, Boris Vian, Robert De Niro, Felicidad Blanch, Julio Cortázar, Vivien Leigh, Pere Gimferrer, don Francisco de Goya y Lucientes, Ava Gardner, Montgomery Clift, Joaquín Sabina.  Jamás hice con ellos lo que se llama vida social, aunque Joaquín Sabina me canta unas canciones preciosas y me mira -a mí- en todos sus conciertos.   Rezo por seguir enamorándome (o lo que sea que haga), por encontrar motivos.  No pierdo de vista que una cierta locura nos vigila siempre. Profunda y cortante, se sumerge en el mar hasta lo oscuro, es mejor no chocar contra ella.  La vida invisible se te puede tragar, eso es cierto.  Pero si nada duele, nada es cierto.  Lo noto en los ojos de los que nunca admiran, esa incapacidad para dejarse fascinar al menos hasta que duela, esa manera suya de razonar hasta amando (o lo que sea que hagan), de levantar escudos, de explicártelo todo, de mentir. O de decirte la verdad, qué importa.  

Nota: Hablando de afectos literarios, me encuentro motivos y me los colecciono:  Juan Manuel  Macías cuelga ahora en sus diosas la reseña que escribió para la revista Siltolá sobre mi Nostalgia armada  (ya hablamos de ella aquí) y en la REVISTA DE LETRAS apareció ayer, en la sección de crítica, un cuidado texto de Álex Chico que pueden leer directamente en el enlace: AQUÍ.   Es imposible no agradecer lo único que, con suerte, recibiremos: una lectura atenta y generosa.  Mil gracias, pues.                                                       
  

jueves, 1 de septiembre de 2011

Mi tesoro

Imagen tomada de AQUÍ
Tú nunca lo sabrás y, sin embargo,
sin ti jamás hubiese yo encendido
esta maldita luz.  Veo la noche
cercada por la triste alianza negra
del horizonte oscuro, el horizonte
prendido de su círculo, asombrado
de que al amor le guste parecerse
un poco al fin del mundo.
Es la misma ansiedad, el mismo anillo
de oro que robé al mejor soldado
sin pensar ni un momento en su tristeza.
No tuve compasión y no la espero.
No sé si soy el preso o soy la cárcel.
Sé que duermo soñando con anillos
que cumplen geometrías extremadas.

Olga Bernad


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El parón veraniego ha sido largo.  Vuelvo con un poema, muchos planes y alguna noticia:



El pasado 6 de agosto se presentó esta antología en tres lenguas: POESIA A LA FRONTERA. ANTOLOGÍA DE POETES EN LLENGUA CATALANA, ARAGONESA I CASTELLANA,  (March Editor, 2011) coordinada por Santi Borrell.  Un honor formar parte de en este gran libro, y todo mi agradecimiento a los responsables de esta cuidada edición. 



Tengo que agradecer también a Fernando Sabido Sánchez el hecho de haberme incluido en su página POETAS SIGLO XXI, donde aparecen recogidos poemas y biografía de más de 4.000 poetas de 168 países.  Lo descubrí el mes pasado, pero mis poemas estaban allí desde noviembre de 2010.  Con mucho retraso, gracias.

Y, por último, gracias a Diego Morales por acordarse este verano de mi Nostalgia desde su errante fugacidad. 

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miércoles, 13 de julio de 2011

Los no-lugares (La senda del tiempo)


Recuerdo una casa en Deba, en la ladera de un monte, mirando al Cantábrico.  Otra, en la Daroca medieval, con cancela y jardín y el punto justo de decadencia.  En Zaragoza, quisiera que fuesen míos el torreón de la Zuda, el palacio de Larrinaga y Torreluna.  O que lo fuesen a ratos.  A ratos, lo son. Manderley.  Casas para la soledad que a veces se comparte.

Abrir la puerta y mostrar un hermoso interior perfectamente cuidado, el orden delicioso del burgués, su pulcro día a día dentro de ese otro orden algo más fantasmagórico de la conciencia.  Las buenas costumbres, la hora del te, las copas de vino. 

Ahí adentro he estado algunas veces, mecida por alguna conversación, en un tiempo encantado.  Allí he vivido cortas temporadas que instalo en el recuerdo y son ya capítulos perdidos, países de los que uno se va cuando las habitaciones de los sueños comienzan a oler a cárcel o a mentira.  O a nada.

Frente a eso, la atracción de la carretera infame, su olor a gasolina y libertad, sus espejismos realistas.  Las desoladas búsquedas y todos los faroles rojos que siempre nos invitan a pasar.  Una vez salí más o menos viva del Motel Bates.  Y en cuántos puticlubs me habré metido.  De cuántos he salido con el espíritu un poco más sucio y el instinto embotado por un cansancio que, al menos, se parecía a la paz.

Y, luego, esa manía de dormirme pensando en Manderley, en encontrarla un día, nueva para siempre, suave como la voz de una mujer, cálida como las manos de un hombre que te toca y te desea tanto que la casa eres tú, confusa y abierta, al otro lado de una curva imposible.


A pesar de mis intenciones de descansar hasta septiembre, parece que el verano  piensa por su cuenta.  En esta visita relámpago tengo cosas que agradecer:  a Antonio Rivero Taravillo, su mención en Fuego con Nieve de mi Nostalgia armada, a la que tan bien ha tratado en el prólogo y fuera de él;  a una lectora  desconocida para mí,  su atención a Andábata y las varias entradas que le ha dedicado en su blog.  También tengo cosas que compartir: en Los otros hay un par de novedades, Carlos Manzano me solicita un relato para el número 22 de la REVISTA NARRATIVAS y un texto inguinalmente crítico ha pasado a formar parte, junto a otras interesantísimas firmas, de la sección VACACIONES AÚN MÁS CRÍTICAS de la página de DVD Ediciones.  Espero que os gusten. 

jueves, 9 de junio de 2011

San Juan (II)

A Paloma

Me dejaré empapar toda la tarde
por la luz que taladra el pensamiento,
la que da el paso franco a la tormenta
y luego, tras el golpe,
las mansas gotas limpias de agua nueva
de la que beberá un rocío distinto,
el destilado a fuego tras la noche
de San Juan, 
la lluvia anunciadora de manzanas
en este breve tiempo de comienzos,
de grandes girasoles aún futuros
y noches pequeñitas como niños
que irán tarde o temprano al mundo adulto.

Pero la alegre oscuridad es seria,
la que acuna la luz, la peligrosa,
la de las altas lumbres,
la de los diablos sueltos y las brujas
en Tierra Estella,
la noche de las desapariciones,
de acumulados tránsitos, de breves
e intensas tentaciones
que mueven sangre y ríos y conciencias.

Quiero lanzar al fuego el mar oscuro
y llenarlo de llamas y acostarlo
bajo el rumor azul, cerca del agua,
dormirlo entre las fuentes enramadas
como a un niño o a un novio o a un sol nuevo
que tendrá que danzar todo el verano.

Paloma me pide un poema y se lo escribo.  Creo que es la primera vez que hago algo así.  Recupero las ganas de escribir y pienso que San Juan adelantado me ayuda a despedirme del blog durante el verano, y que tal vez quería hacerlo pronto.  Me voy pensando en regresar pero, en el fondo, quién sabe dónde estará el mundo en septiembre.  
Feliz verano a todos.


Notas de 11 de junio: No quiero irme de vacaciones sin dejar noticia de un par de cosas que tal vez puedan tener interés para el lector.


El jueves se presentó en Zaragoza Canto a la libertad, un libro-disco homenaje hacia la figura de José Antonio Labordeta que acompaña la iniciativa para considerar a la canción como himno de todos los aragoneses.  Tuve el honor de que me solicitaran un texto para él, hace unos meses, cuando el libro era sólo un proyecto.  Ahora es una realidad: 40 autores, 94 obras de la exposición desarrollada en el Paraninfo y dos CD's  con 28 grupos y solistas. La comisión promotora informa de que el libro puede solicitarse en la página web www.cantoalalibertad.org.  Más información pinchando directamente AQUÍ.


Por otra parte, desde la página de Dvd ediciones, quizá una de las más interesantes, cuidadas y plurales que pueden leerse en  la red, me solicitan noticia sobre el recientemente aparecido número 4 de la revista de poesía Isla de Siltolá, otro hermoso proyecto en el que colaboro desde su consejo editorial y que, desde Sevilla, va afianzándose poco a poco en el panorama nacional.  De esta última entrega hablamos AQUÍ.  Mi aportación esta vez es una sugerencia de lectura sobre El paseo en bicicleta, de Antón Castro, que he dejado también en el blog  Los otros.


En la página de Dvd me encuentro, además, entre las firmas invitadas para hablar de la feria del libro de Madrid, una  entrevista a Eduardo Moga, quien menciona a mi Nostalgia armada como una de  sus recomendaciones.  Gracias mil. Esa es la única vida que tienen los libros, la que les da la memoria de sus lectores.   

martes, 24 de mayo de 2011

Cumpleaños de Caricias perplejas y presentación de Nostalgia armada en Zaragoza y Barcelona


El pasado 18 de mayo este blog cumplió tres años.  Dado que todas las cosas ocurren a la vez, como pisándose los talones, he preferido unir en una sola entrada ese cumpleaños y las presentaciones de Nostalgia armada en Zaragoza y Barcelona. Quiero dejar un recuerdo en el blog y, a la vez, tengo ganas de que todo vuelva a la normalidad de los textos y los poemas. De alguna manera, se enfrenta el deseo de contar las peripecias de la Nostalgia, tan unida al blog que prácticamente los lectores habituales asististeis a su crecimiento en directo, y el deseo de recuperar este espacio como lo que siempre fue para mí: un momento nocturno dedicado a escribir y compartir lo escrito y también a pasear virtualmente por algunas casas ajenas, abiertas como ésta no sólo a los amigos que ya conocemos, sino precisamente a todo lo que está por conocer.  Ahora que hay tantas ofertas distintas y parece haber un trasvase claro de la blogosfera a otras redes sociales que también tienen su interés y son quizá más rápidas y fáciles, yo sigo sintiéndome bien en este espacio tejido sobre la red con textos y lectores. Por aquí seguiremos. Me gusta que admita mi ritmo pausado con la misma naturalidad con la que admite otros mucho más trepidantes. De todas formas, mi tranquilidad no es más que una intención...

El jueves presentamos en Zaragoza, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, Nostalgia armada.  La sala estuvo llena y, en la mesa, me acompañaron dos amigos: José María Pérez Collados, escritor y responsable del sello Nuevos Rumbos, y Nacho Escuín, poeta y editor de Eclipsados. Oír algunos de mis poemas en la voz de María Confussion y Carmen Aliaga, acompañadas por el teclado de Faustino Cortés, me emocionó. De alguna manera, una vez presentado el libro, uno siente que lo ha soltado definitivamente y que lo ha dejado en las manos de quien debe estar: los demás. Entre la mucha gente a la que saludé, amigos, familia, lectores, recuerdo la carita cansada de Marta Navarro, más pendiente de la plaza del Pilar que del paseo de Independencia todos estos días, pero guardándonos un poco de su tiempo entre tanto ajetreo. También a Almudena Vidorreta, que se fue rápidamente para el Candy Warhol.  Me quedé con ganas de saludar a  David Mayor, al que vi entre la gente, pero hubo de irse un poco antes del final.  María Teresa Gómez Puertas tuvo la amabilidad de hacer algunas fotos y su marido, Víctor, me editó un breve vídeo.  Se ve un poco raro pero nos sirve de recuerdo. Acabamos la noche en una terraza del paseo de Independencia charlando con algunos amigos: Blackbird, Eva Antón, José María Pérez, Mariano Ibeas, Santiago Gascón, Ángel Sobreviela, María Confussion, Faustino... y luego nos fuimos a cenar y se nos unió Angós, que era el que me faltaba.  Muchísimas gracias a todos.
   



Ayer nos fuimos a Barcelona, para presentar allí, junto a Juan Manuel Macías y su Tránsito, nuestra Nostalgia.  Hace ahora dos años que estuve en La Cigale por primera vez y, de aquellas lecturas, surgió precisamente mi primera publicación, la plaquette que guardo como un tesoro. Me encantó volver a ver a unos cuantos amigos: Juan Vico y Álex Chico -coordinadores del ciclo-, Sergio GasparGemma Pellicer, Efi CuberoDavid "el pianista", Susana Pozo, Ana Alcubierre, Lourdes Roselló o Marisa Razquin.  También fue muy especial conocer por fin a quienes ya eran amigos por vía virtual y epistolar: Eduardo Moga, que nos regaló unas generosas palabras a modo de presentación, y Agustín Calvo Galán... Y a todos los demás: Ángel CerviñoLaia López, Ernesto Fratarola, Dimitra Kontou, Ginés S. Cutillas... mi agradecimiento va para todos los que se acercaron a acompañarnos, conozca su nombre o no.  Angós se olvidó la cámara, otra vez;-), aunque pudimos tomar tres o cuatro fotografías con el móvil en la cena que siguió a la lectura.  A las doce, como la Cenicienta, salí corriendo de la fiesta y hoy, desde Zaragoza, me sorprende la repentina sensación de pasado, quizá acrecentada por el cansancio y la felicidad.

Con Eduardo Moga y Juan Manuel Macías, en La
Cigale.

Con Sergio Gaspar y Juan Manuel Macías

Con Luis, Álex Chico, Ángel Cerviño, Ginés S. Cutillas y Gemma Pellicer
  
Con Susana Pozo, Juan Vico y David, "el pianista".
Nota: el viernes 27 de mayo estaré leyendo en la Sala Albéniz (21,30 h., C/ Cadena, 5) junto a otras poetas incluidas en la antología YIN.  La tarde del 29 de mayo y el 5 de junio estaremos firmando ejemplares en la Feria del Libro de Zaragoza, en Olifante y el viernes, 3 de junio, firmaré ejemplares de mis libros en la  caseta de la Asociación Aragonesa de Escritores. Por otra parte, el 2 de junio, invitada por Manuel Forega, leeré un pequeño fragmento de su Litiasis en el Arena Rock (21 h. Plaza Utrillas, 3).  Ojalá nos veamos.

Gracias a Ernesto Fratarola y José María Ariño por sus crónicas sobre ambas presentaciones. La de José María Ariño (José Marco) ha aparecido también en la página Reseñas literarias. Gracias también a María Teresa Gómez Puertas y Manuel Arribas, por acompañarme y dejar un recuerdo en sus respectivos  blogs.  
 
27 de mayo:  Comienza la feria del libro en Zaragoza

sábado, 14 de mayo de 2011

Nostalgia armada vista por Enrique Villagrasa y los alumnos de 5º del C.E.I.P Tomás Alvira/ Presentaciones en Zaragoza y Barcelona

De un tiempo a esta parte, con la reciente publicación de Nostalgia armada, este cuaderno se ha convertido por fin en lo que nunca fue: una bitácora.  Una especie de diario donde dejar constancia de las rutas, casi todas imprevistas, que el libro va recorriendo. 
El jueves se publicó en el Heraldo de Aragón, en la revista de Artes y Letras una reseña de Enrique Villagrasa que ya guardo entre mi especial “colección de lecturas”.

(Clic sobre la imagen para ampliar)

Por otra parte, la casualidad volvió a ofrecerme uno de esos regalos inesperados que de vez en cuando se nos otorgan.  Pilar, profesora de 5º del C.E.I.P. Tomás Alvira, me invitó a aistir a su clase  el jueves por  la tarde para charlar con sus alumnos sobre poesía.  Allí me mostraron todo lo que habían estado trabajando con mis poemas, sus análisis, lo que pensaban y lo que sentían.  Sin duda, fui yo quien más aprendió.  Al final me entregaron un libro hecho por ellos mismos, centrándose en el poema Terco mayo. Podéis pasar sus páginas virtualmente haciendo clic sobre la imagen.  Creo que es el regalo más especial que he recibido nunca:


Y por fin el jueves 19, coincidiendo con el tercer “cumpleaños” del blog,  se presentará Nostalgia armada en Zaragoza.  Os espero a todos:
(clic sobre las imágenes para ampliar)
  Para los que no puedan venir aquí, el lunes 23 nos acercamos a Barcelona.  Estaremos en muy buena compañía:
  ¡Hasta la vuelta! 

17 de mayoYa va quedando menos... gracias a todos los que os habéis hecho eco en facebook y otros sitios y, especialmente, a Mariano Ibeas, a dos Ángeles: Sobreviela y Cerviño, que anuncian en sus repectivos blogs ambas presentaciones, a Juan Manuel, a los responsables del ciclo de La Cigale, Juan Vico y Álex Chico, y a la página web de DVD ediciones.

18 de mayoGracias también a Elías Moro por la recomendación de hoy en su blog .

viernes, 6 de mayo de 2011

Nº 4 de la revista Isla de Siltolá/ Nostalgia armada vista por Juan Manuel Macías

Javier Sánchez Menéndez anuncia ya en la página de la editorial la aparición del nº 4 de la revista Isla de Siltolá.  El proyecto crece en cada número y llega, en esta ocasión, con un inédito de Juan Ramón Jiménez y unas interesantísimas colaboraciones.  Con una vocación inclusiva a la par que rigurosa, la revista demuestra su intención de sumar... y seguir.  AQUÍ pueden ver la nómina completa.  En el apartado crítico, donde  evidentemente los libros de Siltolá tienen su sitio, se reseñan publicaciones de cualquier otro sello.  La reciente aparición de Nostalgia armada tiene también su hueco en este número, con un excelente texto de Juan Manuel Macías que aquí guardo:    


     
Pudiéramos improvisar un mito donde el hombre descubre la poesía instantes después de descubrirse irremediablemente nostálgico. Si hubo un tiempo legendario en que la poesía vio la luz, ésta tuvo que aparecer definida en esa enfermedad por el regreso, nostálgica de todo y de sí misma. ¿Acaso no llevan las palabras un desesperado, siempre incumplido afán por regresar a aquello a lo que nombran? Olga Bernad no ha dejado de compartir con nosotros esa perplejidad esencial en sus versos, y ahora nos entrega su segundo poemario bajo un título que no sólo es bello (propio de quien sabe titular con tacto), sino también portador de un coraje poco habitual en tiempos alejandrinos o de variada gendarmería poética. Nostalgia armada supone, en efecto, una perfecta definición de lo que contienen sus páginas, compendiables, por ejemplo, en versos como estos: «¿Recordará esta casa aquel otoño?/Claro que no, no sé por qué te empeñas /en que algo quede cuando nada queda.»; pero también establece una dulce contradicción marcada por la rareza del adjetivo. Hay una entrega voluntariosa, casi marcial, en esa nostalgia. La minuciosidad en el equipamiento soldadesco que no deja resquicio a lo improvisado o a la simple y urgente expresión. Antes bien, hay un rito y un orden que nos recuerda, mejor que a un civilizado hoplita, a los ambiguos y complejos mapas de todo un Odiseo, el más nostálgico de los héroes, con su intelectualismo del sentimiento y su juanramoniana intelijencia.

Defender, limitar, almenar y construír la nostalgia paso a paso: eso es lo que la poeta hace admirablemente a lo largo de unos poemas que se suceden como episodios de una larga vigilia sonámbula en torno al yo que recuerda y siente. El yo que se reinventa en cada instante sucesivo, y se encuentra consigo una y otra vez: «Yo de nuevo./Soy yo. /Estamos yo y la vida.» Pero no caigamos en la superstición filológica o en el escrúpulo del biografismo (más manidos de lo que algunos actuales exorcistas del yo en poesía pudieran suponer), puesto que no es Olga Bernad la que nos está hablando desde cualquier posible realidad vital, sino sus propios poemas. El yo en poesía es una máscara más. Labrada de carne y hueso, si lo prefieren, o de palabras que quieren ser carne y hueso, pero máscara al fin y al cabo, siempre dispuesta a adaptarse a la voz que, eventualmente, pudiera darle vida. El poeta es una parte más del poema y Olga Bernad, autora de esa necesaria arquitectura, se esconde hábilmente, tan inalcanzable como la manzana de Safo.

Y estaremos satisfechos de no alcanzar nunca esa manzana. Pero los poemas, que es de lo que aquí se trata, también se nos muestran enormemente satisfechos de ser poemas desde el principio hasta el final: creen siempre en ellos mismos y logran, por tanto, hacernos partícipes de esa fe, sin echar mano de ningún medio ajeno a los simples resortes de la poesía. Quieren vivir y persistir en la lengua de la que son esclavos y dueños, en cada palabra donde asoma la voz, reinventada, de la tradición.

Domado el lenguaje a su albedrío, la poeta no escribe desde la temeraria preceptiva o el patrón aprendido del emulador. No cuenta las sílabas como quien cuenta los peldaños de una escalera. Hacer lo primero o lo segundo conduciría a no poder ver el verso o la escalera. Pero la poeta ve el verso porque sabe respirar y subir a través de él. Su materia no son las sílabas, tomadas en abstracto, sino la voz de los poemas que ha resonado en sus lecturas (la arcilla modelable de todo poeta), y así nos llegan sus endecasílabos con ese algo más que emerge por encima de la tautológica cifra once; con la naturalidad y los márgenes que definen la perfección, no por obedecer ciegamente a un canon a priori, sino porque conocen el secreto para tentar a nuestra escurridiza memoria.

Los poemas de Nostalgia armada se van acumulando dentro de lo que la poeta llama en un afinado epílogo «ese organismo vivo cuyo crecimiento es a la vez natural y misterioso». Hay unos cauces, sí, misteriosos: una directriz y un extraño destino que conforman el poemario y lo llevan por diversos paisajes como las cuerdas y trastes de un único instrumento: la épica sentimental de Al borde del invierno y la tristeza, los suaves escorzos de barroquismo en versos tan sonoros como «el mar de mar sembrado —el mar desconcertante/que estaba enamorado de la calma—» o la descarnada, intensa elegía colectiva de Belchite 2002. Y todo para concluir, de pronto, en mayo, un «terco mayo de ritos repetidos» que acude en nuestro rescate con la oscura intención de no salvarnos.

O para que descubramos, leyendo estos poemas memoriosos, la nostalgia, instantes después de aprender de cuántos inviernos puede estar fabricada una primavera.
Juan Manuel Macías . Publicado en el nº 4 (enero-abril 2011) de la revista Isla de Siltolá 

miércoles, 27 de abril de 2011

La vida extrema /Nostalgia armada en QUÉ LEER

Fotografía de Olga Bernad tomada por Angós en la noche del 19 de enero de 2008

Soñé que un animal me perseguía,
¿Has tropezado en sueños con tu miedo,
con la esquina voraz de tu locura?
Y tal vez has caído
al suelo como yo mientras notabas
ese aliento en tu nuca,
su olor caliente a sexo, a vida extrema
viciada por la muerte. 
¿Has masticado
ese miedo al huír? Me perseguía
un animal aullando.  Yo era ella,
la pequeña que muere,
yo era ella, la del final,
la de los cuentos tristes.
No podía esconderme, soy la sombra
de la luz que él respira. Recordaba
una lucha en el centro de una cama. 
Sobreviví al abrazo, llegué al bosque
para morir corriendo. 
El corazón me ataba la garganta,
metálico sabor de hierro, río
de mi lengua a la tierra, de su boca
caían mis aullidos, sus canciones. 
Grité para no oírlo, tragué sangre
y me paré por fin. Sobre los charcos
vi el horror de verdad.  Me había atrapado
mi memoria borrosa.
Decía que fui yo quien robó algo
esa noche en su cama.
Fui yo quien robó algo; yo, la sombra;
yo, el animal y el luto y el secreto;
y yo, la inexplicable
criatura que lleva entre los dientes
su breve corazón de terciopelo.

Nota:  En el extra de primavera de la revista  QUÉ LEER, que ya está en los quioscos, aparecen recomendados 17 libros de poesía.  Me llevo la sopresa de que  NOSTALGIA ARMADA es uno de ellos.