Una fuerte tormenta nocturna ha hecho que esta mañana el suelo amaneciese sembrado de hojas amarillas. Este otoño caliente las retenía en los árboles pero ya estaban muertas. Sic transit gloria mundi. Mi gata medio mía, la que me ha ido adoptando, jugaba esta noche con los restos resecos y enlodados. Ella está libre de vulgares melancolías poéticas porque jamás un animal siente pena de sí mismo, de las hojas, de lo que se va. Olía la tierra húmeda y me miraba a mí, que la miraba a ella; y ella brillaba, jugadora, sucia, triunfante y clara entre las sombras del pequeño jardín que hay ante mi puerta. Nada echaba de menos, le bastaban la luna, el barro y mi llegada. Y si mañana no llego y no ha llovido, le bastará la luna. Mi gata es un ser puro: no tiene corazón.
sábado, 29 de noviembre de 2014
domingo, 23 de noviembre de 2014
Leyendo de pueblo en pueblo
La campaña de Animación a la Lectura de
Otoño 2014 que organiza la Diputación Provincial de Zaragoza va a llegar a 131
localidades zaragozanas, con 169 actividades diferentes dirigidas al público
infantil y adulto. Para mí ha sido un placer y un honor participar visitando
las bibiotecas de Lucena de Jalón, Used y Paracuellos de la Ribera. En cada uno
de los pueblos me encontré con grupos de lectores que se reúnen cada tanto para
charlar de un libro con su autor. El elegido había sido mi tercer poemario,
"El mar del otro lado", publicado en
Siltolá en 2012.
En Lucena,
el pasado día 5, me sorprendió la seriedad sin afectación con la que se tomaban
la actividad: todos con su libro leído y sus notas, con sus poemas preferidos,
con su criterio pero también con su humildad a la hora de opinar. La cosa se
animó muchísimo y estuvimos dos horas largas hablando de poesía, de novela y de
lo que nos dio la gana, que para eso la gana es sagrada. Se dio por terminada
la sesión con unas pastas y unos vasos de moscatel. Los que saben, saben.
El
viernes, en Used, disfrutamos también de una agradable charla alrededor de la
literatura, los géneros y los gustos personales. Me regalaron un libro de recetas publicado
por el Ayuntamiento que había contado con la sabiduría de todas las mujeres del
pueblo para su edición, Una pequeña joya.
Acabamos en esta ocasión en el bar del pueblo, con la cálida y olorosa
compañía de unas bebidas y un fuego de leña.
Ayer
terminé mi participación en el ciclo con la visita a la biblioteca de
Paracuellos de la Ribera, un bonito y pequeño pueblo en la ladera de una
montaña. Cuando te acercas, parece un belén. La tarde se pasó volando. Comentamos algunos poemas y charlamos un buen
rato de sus preferencias iiterarias y de lo que supone para ellos la
lectura. Nada más interesante para un
autor que encontrarse de vez en cuando con el lector real. Allí mismo prepararon un pequeño piscolabis
para que nos fuésemos merendados.
La gente no puede ser más educada y más maja. Visitar estos pueblos ha sido una gran experiencia para mí. Gracias a todos. Ex corde.
martes, 18 de noviembre de 2014
How to be an alien
La primera vez que le pregunte a mi hijo Víctor qué quería ser de mayor, se quedó pensando un momento y luego gritó, emocionado: "¡Dinosaurio!" Es bonita la edad en la que uno cree verdaderamente que todo es posible. Yo también era muy inocente, quería trabajar en algo creativo, pero creativo de verdad, no la típica cosa más o menos creativa. Quería trabajar de poner nombres a los medicamentos. Me hice filología y todo. Luego también me hice poeta. Y trabajé en oscuras oficinas y, al llegar a casa, preferiblemente mientras todos dormían, puse nombre a muchos medicamentos.
viernes, 14 de noviembre de 2014
250... y una
Este lento pero constante blog cumplió el otro día 250
entradas. No son muchas para sus seis
años y medio de recorrido, pero supongo que son las suficientes. El descubrimiento de los blogs fue para mí
algo importante, me puso en contacto con otros que buscaban algo parecido a lo
que buscaba yo y me permitió empezar a mostrar lo que escribía, aunque al
principio lo hiciera amparada en un pseudónimo.
Lo más sorprendente fue la enorme participación y la vitalidad de la que
disfrutó durante sus cuatro primeros años.
En total han sido casi 10.000 comentarios. Siempre preferí contestar, por una mera cuetión de cortesía y apetencia. Frecuentemente esos diálogos constituyen
lo mejor de esta bitácora y los guardo con auténtico afecto. Tuve también, como todo blog que se precie,
mis anónimos y mis trolls, a los que procuré no alimentar, pero los comentarios no publicados han sido
exactamente once, una cifra despreciable por comparación.
Esta manera de comunicarse me ha traído amigos, conocidos, editores, lectores y lecturas muy interesantes. Sin
embargo, ha pasado el tiempo; la comunicación directa se ha trasladado a otras
redes sociales, se ha vuelto más personal en algunos casos o, simplemente, ha
cumplido aquí su etapa.
Por todo eso, a partir de ahora este blog permanecerá
abierto, seguramente con su misma lentitud y su vaga constancia, pero
sin la opción de comentarios activada. Algo
así como una página web en la que iré guardando cosas. Ya no es lo mismo. Nos
vemos por otras redes, si queréis, o nos hablamos a través del correo de
contacto. O simplemente nos leemos.
Yo sólo puedo decir gracias.
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