Hace un momento, viendo la tele, me he enterado por uno de esos rótulos que aparecen en la parte baja de las pantallas de que acaba de morir José Antonio Labordeta. Estoy oyendo ahora sus canciones y su voz suena serenamente viva. He pensado en mi padre. Sí, me recuerda a mi padre, que no debería morirse nunca. Y pienso en aquel SIMCA y en los interminables peregrinajes al pueblo o a la playa, en los radiocacasetes comprados en Andorra que llevábamos sobre las rodillas durante todo el viaje, compaginando La gallina Turuleca con aquellas canciones tan graves de las cintas de mi padre. Nada que ver aquello con Fofó. Fueron horas de iniciación a una melancolía delicada y austera que tenía voz de hombre y un aire fuertemente idealista. Hombres serios hasta más no poder que hablaban de Aragón y de tristezas, de viejos pueblos, de esperanza, compromiso y trabajo.
Aunque mi adolescencia desembarcó a principios de los ochenta sin mucho equipaje, dispuesta a comerse el mundo y a beberse de paso toda la diversión y lo que hubiera, cuando me fui de casa me llevé algunas cintas de Labordeta y he escuchado esa voz toda mi vida, desde etapas distintas. Aun en las más frívolas y salvajes, en las más aburridas, en las más tristes, empezar a oír algunas de sus canciones era como volver a un lugar conocido y querido, una habitación sentimental que siempre se lleva a cuestas.
Canción de cuna sobre la tierra estéril, Carta a Lucinio, Cantes de la tierra adentro. Todos repiten lo mismo me pone todavía un nudo en la garganta, como La vieja o Rosa rosae. No he encontrado esas canciones en youtube, pero sí estas Banderas rotas de una época ya posterior. Ahora que también yo podría empezar a poner las mías sobre la mesa, esos hombres que fueron los adultos de mi infancia me parecen menos ásperos y mucho más dulces. Cuánto cuesta entender algunas cosas.
Descanse en paz.
Nota: Aragón TV emitirá esta noche, a las 21:35 horas, el espacio “José Antonio Labordeta, un canto a la libertad”. Los que no tengáis la Aragonesa entre vuestros canales podéis verlo on line entrando en su página web y picando en el primer botón de la columna derecha, el "directo".
He encontrado en Youtube dos de las antiguas canciones que nombro en el texto: La vieja y Todos repiten lo mismo