VOLUNTAS es una publicación independiente en la que participan, en distintas labores, Luis Navarro, Jorge Roy, Laura Garcés, Clara Gónzález, Enrique Salvo, Adrián Vázquez y Tomás Iliescu, un grupo de estudiantes de Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas o Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad San Jorge. La revista dedica cada entrega a un tema central, en este caso a algunos músicos de leyenda y sus tempranas muertes: Robert Johnson, Eddie Cochran, Ian Curtis y Sid Vicious. En la contraportada, espacio destinado en cada número a un escritor, hemos leído firmas como Manuel Viñas, Nacho Escuín, Ángel Guinda, Alfredo Saldaña o Luis Bagué. He tenido el placer de colaborar con ellos en esta ocasión con un texto escrito en 2008 que recordaba la muerte de Mauricio Aznar, líder del grupo Más Birras, acontecida en octubre de 2000. In memoriam.
(Publicado en la revista VOLUNTAS, nº 6, 15 de octubre de 2011)
20 comentarios:
Espléndido lugar para un hermosísimo texto. Una iniciativa digna de elogio la de estos jóvenes.
Me admira siempre la intensidad emocional y la belleza de la sencillez en tus palabras.
Gracias, Durrell, es un texto ya antiguo, pero la fecha en la que me lo pidieron, cuando faltaban tan pocos días para que se cumpliesen los once años de su muerte, me hizo pensar en él. Me gustaban mucho sus canciones, lo había visto mil veces por la ciudad y recuerdo con especial tristeza la noticia de su muerte.
Estos chicos dicen y hacen. No hace falta ir siempre por caminos trillados ni dedicarse a quejarse de lo difícil que está todo sin más.
Un honor colaborar con ellos.
Se nota que es un texto sentido.
En cuanto pueda, escucho el vídeo con atención.
Saludos, Olga.
Sí, lo es.
Gracias, mesié.
Me emocionó leerlo la primera vez y me ha emocionado esta. Y esto sólo lo reconoceré aquí porque no me conoce nadie. ¡Y qué chula la revista!
Chulísima, Angós.
Gracias por la emoción.
(Y te recuerdo que algunos ya te conocen;-)
Los años ochenta fueron muy elegantes cuando uno lo piensa. En cierto modo yo sigo siendo de ese tiempo. Ni de los 70 ni de los 90.
Saludos de su lector.
Una parte de mí seguirá siempre allí, en la decada prodigiosa de mi historia particular. De los doce a los 22, del 82 al 92, de los Mundiales a las Olimpiadas. Todo lo demás está muy bien, pero se llama decadencia;-)
Justo en medio, allá por el 85, los Más Birras andaban cantando y apostando por las calles de esta ciudad.
Pero lo importante de las décadas prodigiosas es haberlas vivido. Fuimos afortunados, ¿no cree usted?
Hermosa la vivencia de cada uno.
Tus dos últimas entradas son tristes,transmite la intuición de que estamos completamente solos en la Tierra.
¿Estás bien?
Besos
Yo estoy razonablemente bien, creo que estamos solos pero me gusta coincidir con los demás algún rato;-) De hecho, tener amigos, amores, odios, escribir y hasta mantener un blog es tener la intención de mezclar la soledad con la compañía. Intento hacerlo con el sentimiento y el intelecto, sin dramatismos y sin ilusas esperanzas. No quisiera ser de los que acaban con sus rollos macabeos en plan "qué solos estamos los auténticos, etc."
Pero gracias por la lectura y la preocupación, Circe.
Un beso.
La caída del Muro de Berlín, el descubrimiento de Joseph Conrad y TE Lawrence, el primer viaje a Inglaterra, La Mode, los grupos ingleses, las reediciones y primeras traducciones de Ernst Jünger, los papeles, de verdad, del siglo XVII. Todo eso, y otras cosas todavía más serias, me pasaron en los ochenta. Las lecturas que más me han impresionado en la vida también. De ahí, para bien o para mal, viene uno.
Saludos.
Sí, "además de otras cosas todavía más serias", toda le etapa del Instituto y la Universidad. El crecimiento y la formación y la historia: el Muro de Berlín, Tiananmen, La guerra del Golfo marcando la frontera hacia los tiempos nuevos (tiempos que no sólo no han resuelto la situación sino que son hijos directos de ella). La Mode, sí, y todos esos grupos que nos empeñábamos en entender... Los ochenta han adquirido ya, para los que ahora estrenamos o rondamos los cuarenta, ese halo de lugar mítico o febril paraíso perdido (en el tiempo), quizá porque allí nos dejamos la primera juventud. Pero bueno, ahora que ya vamos por la tercera adolescencia, aquí estamos para lo que toque. Otros se quedaron atrapados allí. Todavía nos quedan mil cosas por descubrir (espero). A mí, seguro, porque mi ignorancia es mucha;-)
Saludos y gracias, GdL, un placer compartir, de esta extraña manera, pasado y presente con usted.
Amiga Mía, solo por el nombre ya impones y se ve que tienes dotes de escritora y si se te lee, desaparecen las pequeñas dudas que se tengan.
Personas de tu calibre son las necesarias en los blog, pues la medianía es mucha.
Un abrazo muy cordial y ya tienes un seguir para lo que te guste mandar.
Vaya, Vicente, pues muchas gracias, No sé cómo habrás llegado hasta aquí pero muy bienvenido y gracias por la lectura y las palabras.
Lo del nombre es muy curioso. Cuando empecé en esto, lo hice con pseudónimo (me daba algo de miedo todo este lío); luego mucha gente me dijo que mi nombre real les parecía mucho más yo;-)
Cada cual es lo que es, aquí y en todas partes.
Un abrazo.
Recuerdo esta entrada cuando la colgaste en el blog. Me alegra que ahora además esté en una revista. Es un texto muy bonito. Nunca se sabe qué apuestas tendremos que ganar o perder al porvenir. Yo por si acaso no lo pienso.
Un beso y a ver si nos vemos pronto
Yo recuerdo que esta entrada todavia la escribí en la cafetería solitaria, entre papeles de la Universidad. Es como si cada texto fuese encontrando su sitio, igual que nosotros vamos encontrando motivos para apostar. Pero mejor no pensarlo. Cuando llegue el momento, apostaremos, como lo hicieron ellos. Y ojalá todavía nos quede alguna por ganar.
(Nos vemos esta semana seguro, apuesta lo que quieras;-).
Besazo.
Un texto emotivo y sincero, de los que entendería Gil de Biedma ,porque la vida íba en serio.
Un abrazo
Me encanta este texto. Me emonocionó la primera vez que lo leí, me ha vuelto a emocionar hoy. Estoy segura de que lo seguira haciendo cada vez que lo relea; es sencillo, humilde, intenso... sigues siendo mi escritora preferida.
Me alegro de que se haya publicado, guardame una revista por favor.
Besazos
Ya lo creo que iba en serio, Mery, aunque uno lo empiece a comprender más tarde;-)
Recuerdo el momento de escribirlo y el momento en que leí la noticia en el periódico. Ojalá haya sabido transmitir un poco de esa emoción en esta huella.
Un abrazo.
Ay, hace ya tres años que te lo leí. Qué distinto era todo, hasta el blog.
Cómo van cambiando las cosas.
Ya te he guardado la revista, of course;-)
Un beso, sister.
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