viernes, 24 de septiembre de 2010

El mar del otro lado

Me callé ante tu voz y, en ese espacio
de silencio y de llama,
vi las puertas del templo que se abrían
para inmediatamente derrumbarse.

Asisto a estos prodigios mientras vivo
en la casa  común del calendario,
el que ocupa paredes de oficina
y tapa tantas grietas de mis muros.

El día que no pueda soportarlo,
acuérdate de mí.  Cuando no pueda
cargar con las catástrofes y el fuego
que arde al fondo del mar del otro lado.

Nota: Hace justo un año de la publicación de mi Primer libro, esas Caricias perplejas que tantas alegrías me han dado.  No olvido que, de no ser por este blog,  ese sueño no hubiera sido posible, pues seguramente mi editor nunca hubiese leído un poema mío.   Ahora, mirando hacia atrás y con muchos proyectos por delante, no quisiera olvidarme de dar las gracias a los que habéis construido conmigo este blog y lo habéis convertido en algo importante para mí.

Hace un año: Nostalgia armada    Hace dos años: Ejercicio literario nº 29Belleza y compasión 

57 comentarios:

enrique dijo...

No calles.
Nunca...

Olga Bernad dijo...

Ay, a veces hace muchísima falta;-)
Pero gracias, Enrique, mi "sherpa" madrileño.

durrell dijo...

Llegué un poco más tarde, pero me quedé. Es esperanzador que a veces pasen estas cosas. Tenía que pasar. Ese libro ni siquiera ha empezado su andadura aunque a ti ahora te sorprenda su éxito.
Cada uno cargamos con nuestra cruz, tú debes cargar siempre con tu fuego y con todo el mar del otro lado. No lo abandones.

Olga Bernad dijo...

Se hará lo que se pueda, como decía el torero;-) Hablar o ni siquiera pensar en "éxitos" con la poesía es excesivo, aunque para mí ya fue un éxito que se publicase.
Gracias por quedarte, Durrell, espero seguir dándote motivos.

Dyhego dijo...

OLGA:

Tus poemas tienen fuerza. Supongo que contribuyen a ello la profusión de oclusivas, la precisa sintaxis, las imágenes que evocas, el choque de esas imágnes. Quizás la fuerza resida más allá de todo esto, pero no sabría explicarlo.
Y siempre hay algo en tus poemas que se me escapa, algo inasible, algo que se va volando cuando ya parece que has atrapado el poema. Algo cuya clave guardas (consciente o inconscientemente). No se trata de un reproche, ¡ni mucho menos!
Me imagino ante una opulenta puesta de sol y oí la voz potente ¿de la vida, de la muerte, del amor, del dolor, de la belleza...?
Al desaparecer el sol, zas, todo se derrumba, la claridad, el pensamiento, los reflejos en el agua.
Quizás veo el ocaso desde la casa, la oficina, el lugar del trabajo (por lo del calendario), o quizás el calendario sea la vida, o la rutina, o quizás el ocaso sea la foto que ilustra el calendario, y cuando lo miro, evoco el mar y todo lo que representa para mí.
Pero llego al arcano. ¿Qué es lo que no puedo soportar? ¿La rutina? ¿De qué catástrofes soy responsable para no poder cargar con ellas? ¿Quién debería acordarse de mí?

No creas que hablo mal del poema. Me ha gustado. Precisamente esta tarde estaba leyendo un libro y me ha gustado una frase: "desconfía del que te ofrece más respuestas que preguntas". Ergo... tengo que confiar en ti porque planteas más dudas que certidumbres.

Para acabar todos estos rollos (míos, que no tuyos) te diré que mi moza leyó finalmente Andábata y me dijo que le gusto más al principio que al final, lo que no quiere decir que no le gustase, sino que le gustó menos.

Creo que tus poemas responden a un tipo de poeta que llamaría "encriptados". Me estoy extendiendo rolleramente y creo que empiezo a desvariar, Olga, e incluso ya veo tus bostezos. No te aburro ni te entretengo más.
Salu2 desde el fondo del mar.

José María JURADO dijo...

Felicidades.

Olga Bernad dijo...

Diego, puedes extenderte lo que quieras, tu comentario refleja la cantidad de cosas que pueden venirnos a la mente en la lectura de un poema y a mí me ayuda que me dejéis verlas en directo. Y, tal vez sin darte cuenta, dices cosas muy bonitas. No hay nada peor para la poesía que dejar con una sensación de corrección o indiferencia a quien te lee. En parte un poema es inexplicable, pero podemos acercarnos a sus posibles misterios. Para mí, la poesía nace de una necesidad y, a veces, lo difícil de mantener es el equilibrio entre la vida normal, colgada del calendario, y ese otro lado más oscuro del que surge esa necesidad. De romperse el equilibrio, nos quedaríamos definitivamente de un lado o del otro. Ninguna de las perspectivas me gustan. La fuerza de lo escrito depende de muchas cosas, algunas de ellas explicables desde la técnica, que también es conocimiento, pero tiene que haber algo más detrás. Me gusta que intentes averiguarlo;-) De todas formas, una vez que yo lo he "soltado", el poema es del lector, puede ser lo que tú quieras.
Comprendo lo que me cuentas sobre Andábata y tu mujer. Andábata es una novela muy triste que se viste de sentido del humor, sobre todo al principio, pero que se desnuda poco a poco de él, y entiendo que la primera parte es una lectura más "amable".
Gracias por esa intensidad y ese interés, mesié.
Salu2 de fondo a fondo;-)

Olga Bernad dijo...

Gracias, José María. Un honor viniendo de un lector de almanaques bastante especial;-)

maile dijo...

Usted nunca me vio, y posiblemente nunca mas me vera porque no soy muy dada a comentarios. Me gusta leer, y escribir de vez en cuando. Me gusta disfrutar de lo que los demas escriben si lo hacen como usted, aunque a veces deba leer dos veces el texto. No he leido ninguno de sus libros, pero desde que llegue aqui, gracias al señor Menendez, no me pierdo una entrada. Y le doy las gracias por ellas.
Ahora lo que espero es que esto no signifique que deja el blog. Me han dado escalofrios. Y no es el Otoño.

Saludos, y gracias, señora Olga.

Olga Bernad dijo...

Te vi de seguidora, Maile, casi ninguno de mis seguidores comenta ni los conozco. Agradezco también mucho esas lecturas silenciosas. El blog nos da la oportunidad que no tenemos al leer un libro de alguien en casa, pero no es una oportunidad que "deba" utilizarse obligatoriamente. Sin embargo, es difícil agradecer lo que no se sabe, y aún más difícil es saber lo que no se dice.

No, no me refería a dejar el blog, lo llevo sin prisa pero sin pausa con una periodicidad más o menos semanal. Te doy la bienvenida y te animo a venir siempre que quieras (pero no me digas señora, mujer;-).
Las gracias te las doy yo a ti, hoy que me has dado la oportunidad.

Anónimo dijo...

Olga,
Espero que nunca llegue el día en que no puedas soportar más el fuego que arde al fondo de ese otro mar, pero si esto ocurriera seguro que siempre encontrarás un remanso en éste, en el mar de aquí... Me ha encantado el poema.
Un beso.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Felicidades por un año tan fructífero, y por los muchos proyectos futuros. Desde los bordes del camino te vemos avanzar. Y sí, un otoño movido: el 15 voy a Montcada, el 16 a Alcañiz hasta el 23 (te llamaré si puedo escaparme a Zaragoza), luego regreso a Cádiz y, ya con el libro de poesía, supongo que Javier organizará algún acto en Sevilla. .
Besos.

Durrell dijo...

Olga, perdón por acaparar tu tiempo con una nueva intervención, pero no podía dejar de decirte que lo importante no es sólo este último año, la lectura de tus textos de hace dos años, a pesar de haber leído ya el blog entero, me sorprende y me muestra a una escritora que ha estado sola frente a sus dudas mucho tiempo, tal vez demasiado. Hablo de ese ejercicio literario nº 29 y del diálogo que suscitó. Algunas de las cosas que planteas podrían ser una lección para tanto "imprescindible" que anda por ahí suelto llenando el poco espacio que los medios dedican a la literatura. Quizá por eso se vende tan poca poesía.
Felicidades nuevamente.

JSM dijo...

Un beso poeta.

Olga Bernad dijo...

El mar de este lado me llama constantemente, Sara, pero hago como que no le oigo porque no puedo ir;-) Entre unas cosas y otras, no he visto el mar desde que fui a Málaga hace dos años. Me hace muchísima falta. El del otro lado contiene lo mejor de mí, pero a veces pesa como una losa, también hago como que no le oigo. De ninguno de los dos me olvido. Don´t worry. Gracias por tus palabras sobre el poema. Aquí, el poema es siempre lo importante.

Olga Bernad dijo...

Antonio, me alegro mucho de que pasen tantas cosas y haya tantos planes. Todo irá muy bien. A ver si es posible conocernos por fin, que ya toca;-)
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Durrell, puedes entrar cuantas veces quieras, faltaría más. Me has hecho volver a aquel ejercicio literario de hace dos años y a toda la soledad, sí. Llevar todo eso a cuestas no viene mal, hay que tener algo que decir. No me quejo. Sigo pensando, como entonces, que a veces la actitud del que escribe es insufrible, y que la de lector es una condición mucho más feliz. Ninguno somos necesarios en el sentido estricto de la palabra.
Gracias nuevamente.

Olga Bernad dijo...

Un beso, Javier.
Ay, qué importante es estar a veces;-)

lolo dijo...

Felicidades y a seguir; sigue y sigue escribiendo.
Por mi parte me reengancho a la lectura de tu blog, casi siempre me dejas perpleja... hoy con la casa común del calendario.

Un abrazo, Olga.

Miguel Estrada Pérez-Carasa dijo...

Querida Olga: A lo mejor, suena cursi, pero me gustaría acompañar y consolar a ese corazón, cuyo misterio está tan arraigado ya en mí después de la lectura de tus poemas.
Yo creo que está intacto el sentimiento recurrente y la clave de tantos otros, pero este último poema es delicado y poderoso como la sabiduría, una llamada de auxilio que nos hace milenarios y humanos, y una respuesta que sale al paso de los más afortunados entre los poetas, como es tu caso.
En fin, esto es mero balbuceo para lo que he sentido al leerlo.

Miguel Estrada Pérez-Carasa dijo...

Olvidé mandarte un fuerte abrazo con mis felicitaciones, y agradecer tu generosidad.

Olga Bernad dijo...

Vamos poco a poco, Lolo, no es una época de escritura acelerada, precisamente. Creo que en tres meses he escrito tres poemas y sólo he colgado siete entradas, no te costará mucho ponerte al día;-). Y, teniendo en cuenta el texto que Durrell ha recordado, quizá sea demasiado.
Gracias por tu perplejidad y por tu vuelta.
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Miguel, qué bueno eres;-)
Pero mi corazón está bien (seguro que mejor que mi cabeza,-), lo que no quiere decir que no necesite su consuelo, como todos. "Esto es mero balbuceo para lo que he sentido al leerlo". Es que es muy difícil hablar de lo que uno siente al leer un poema, no sabes cómo te agradezco que lo intentes. Cuando yo lo hago, siempre es un esfuerzo que me hace sentir mal, como si no hubiese dicho nada de lo que importa. Pero también mis respuestas son un mero balbuceo para lo que siento a veces al leer vuestros comentarios.
Un beso.

veridiana dijo...

La rutina cotidiana nos axfisia,y encontrarse con tus poemas tan íntimos, que sabes como nadie,reprodudirlos con una habilidad increible,es un regalo para nosotros,tus lectores.

Un beso guapa.

Olga Bernad dijo...

Pues muchas gracias, Circe. Me siento muy feliz de tener lectores a los que les gusten mis poemas.
Un beso.

Angós dijo...

Felicidades.
Muy bien hecho (el poema y lo demás;-)
Y sigue a lo tuyo, es como mejor te va.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Angós. El calendario sin ti no tendría nada de casa.

Araceli Esteves dijo...

El mar, el aire, el fuego del otro lado. Es ese otro lado el que pesa tanto a veces.
Un abrazo y felicidades por este año. Y un brindis por el venidero.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Araceli, un brindis por el venidero, sí señora; que lo mejor esté siempre por venir, aunque venga con todos sus mares a cuestas;-)
¡Salud!

NINGUNO dijo...

Felicidades... un año más tarde.

Mariano Ibeas

Olga Bernad dijo...

Aquí nunca es tarde. Es una de las ventajas.
Muchísimas gracias, Mariano.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Me gusta este poema...por corto y rotundo....
Y no dejes por un momento tener esos proyectos..... Caricias perplejas es el primero de muchos (ya lo sabes).
Besos fotográficos.

Olga Bernad dijo...

Eso lo tienes en común con mi hermana, y también con una compañera de trabajo, les gustan mucho los poemas cortos y rotundos. Pero cada uno pide su medida, yo procuro estar atenta y dársela. Lo que pidan. A mandar;-)
Te haré caso porque sueles acertar más que yo.
Besotes, compa.

Juan Manuel Macías dijo...

Feliz efeméride y feliz, felicísimo poema. Y feliz de mí, que tengo el honor de ser lector tuyo desde un tiempo que ya trascendió con holgura esa "casa común del calendario". Entramos casi en el ámbito de lo mitológico y del érase una vez que se era. Y es como si estos poemas (estos versos y estas prosas) hubieran estado ahí siempre. Por lo demás, no puedo estar más de acuerdo con el doble comentario de Durrell, otro lector feliz. Sí, el poeta es carne de isla. Hay una tasa de soledad y dudas (sólo los locos o los tontos no dudan), pero de eso la poesía también saca provecho. Y luego está el premio de la independencia y la voz inconfundible y segura. Pero tú no estás sola en esta isla, como a la vuelta de los años ya se ha hecho evidente. Como uno más de tus lectores, soy yo quien tiene que dar las gracias. Muchas felicidades y todos los parabienes. Y que siga ese "fuego que arde al fondo del mar del otro lado".
Besos

Juanma dijo...

en la casa común del calendario es un hallazgo que me parece una maravilla.

Hermoso poema, querida Olga. Como siempre.

Muchos besos.

gbp dijo...

Pues si, me encantan tus poemas cortos y rotundos como este, ya lo sabes, pero también los largos y los libros y los micro-relatos y los cuentos y todo lo que va saliendo de esa "habitación destartalada de tu mente"...

Besazos cariño y por favor sigamos soportando...

Olga Bernad dijo...

Juan Manuel, la tasa de soledad y dudas ha sido menor desde que os conozco a algunos de vosotros. Eso es impagable. No olvido que, sin tres o cuatro personas que desde el principio mostraron por mis escritos un entusiasmo que en mí era pregunta, este blog no hubiese sido lo mismo. Es así. Eso no es nada si los poemas no se sostienen solos, pero ayuda. O al menos me ayuda a mí, tal vez otros no lo necesiten. Es cierto que ni las alabanzas hacen mejor un texto ni las críticas lo hacen peor. Pero, depende de quien vengan, hay que escuchar. Otras veces es mejor hacer oídos sordos, para bien y para mal. También me ha ayudado a mejorar, porque a veces me parecía difícil estar a la altura de vuestros comentarios. En fin, mientras quede fuego, procuraremos darle más madera;-) Y que al fuego se acerque quien quiera.
Besos y, siempre, gracias.

Olga Bernad dijo...

Juanma, gracias, es que es una casa común mientras coincidimos en sus días;-)
Me alegro de coincidir contigo, aunque de lejos. Esto del blog se ríe de las distancias.
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Así me gusta, sister, siempre objetiva;-) Lo de "la habitación destartalada de mi mente" no sé cómo tomármelo, pero me lo tomaré bien, ya que yo misma lo he convertido incluso en etiqueta, jejej.
Tengo pensado seguir soportando, don´t worry; cómo no hacerlo, si durante tantos años lo he llevado sola y ahora voy un poquillo acompañada;-)
Kisses.

Antonio Azuaga dijo...

¡Perfecto!

Y, después de decir tal cosa, no debo sino hacer mutis por el foro. Porque, aun sin ser santo de mi especial devoción, ya lo resume Wittgenstein de modo impecable: “de lo que no se puede hablar, lo mejor es callarse.” Y lo “perfecto” es aquello de lo que ya “no se puede hablar.”

Me callo, pues, con el beso de siempre… con su bella costumbre.

Olga Bernad dijo...

Perfecto no será, pero un día voy a hacer uno de esos y te lo voy a dedicar. Con la boca abierta te voy a dejar, ya verás;-)
De momento, con darte excusa para que sigas hablando, me conformo.
Como ya sabes que te considero un poco "el culpable" de todo esto por animarme a abrir un blog, sabes también que tienes un sitio de honor entre esas personas a las que me refería en la entrada, esos que aparecisteis por aquí al principio : Juan Manuel, A. Serrano y Samsa, que se nos ha perdido por esos mundos. Todo lo que ha venido ha sido estupendo, también las personas, pero empecé esto con vosotros cuatro, dos amigos, mi hermana (la objetiva) y Angós (que en el fondo pasa completamente de poesía, ya lo sabes) y poco más. Y algunos aún no os habéis cansado... tenéis muchísimo mérito;-)
Un beso y todo mi agradecimiento.

Granito dijo...

Poema redondo como pocos. Reconstruyes mi fe en todos los mares, en todos los lados.
Besotes.

Olga Bernad dijo...

¡Granito!, tú eres como el Guadiana, pero cómo me alegra cada vuelta;-) También me alegro de reconstruir tu fe en mares y lados diversos. Yo, con la mía, hago lo que puedo; generalmente la "parcheo" con lo que encuentro... y a correr.
Besotes.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

En efecto, asombrosamente perfecta la arquitectura del poema; bellísimo el contenido. Besos, Olga.

Olga Bernad dijo...

Miguel Ángel, para perfecto, el mar. Los que lo tenemos lejos nos quedamos con el rumor. Cada poema es una caracola;-)
Gracias por acercar tu oido (tan generosamente)a éste.
Un beso.

Javier Quiñones Pozuelo dijo...

Muy buen poema, Olga. "Ese mar del otro lado..." ¿Qué hay en ese otro lado?
Un abrazo, Javier.

Olga Bernad dijo...

De todo un poco, pero si os lo cuento todo, sabréis tanto como yo;-)
Gracias, Javier, me alegro mucho de que te guste.
Un abrazo.

Fernando Gonzalez Seral. fgseral dijo...

...como pasa el tiempo!!!
Un beso muy fuerte Olga.

Olga Bernad dijo...

Pues sí, no por repetirlo deja de ser menos sorprendente. Un año del libro ya, y algo más de dos desde los comienzos del blog. Bueno, mañana (¡o es a la semana que viene, ya me concretarás! te veo por la tele, ya verás qué bien ha quedado todo. Jeje, te imagino como un flan. En cuanto esté el vídeo, lo enlazo por aquí,¿sí?
Un besazo, maestro en cielos.

Carlos dijo...

Me acordaré de tí.

Bello poema.

Un saludo.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Carlos.
Bienvenido.

Abelardo Martínez dijo...

Es un placer descubrir este blog y a su autora. Mucha suerte con la novela.

Maria Luisa dijo...

Olga:
¡TE LO MERECES...
¡TE LO MERECES....!
Es un placer leerte, lo sabes, has sido un precioso regalo conocerte, quererte y que nos quieras.
¡A seguir!¡ GRACIAS!


Muchos besos.

Olga Bernad dijo...

No sé cómo habrás llegado, Abelardo, pero muy bienvenido y muchas gracias por tus palabras;-)

Olga Bernad dijo...

Hombre, la Reina Madre y yo con estos pelos!
No cambias, y eso que estás de juerga permanente. A seguir así, lee poco que tú de tristezas ya has tenido tu parte;-)
Muchos besos.

Sergio Astorga dijo...

Olga, no tengas dudas, me acordare de ti con once sílabas.

Abrazos de mar ausente.
Sergio Astorga

Olga Bernad dijo...

Once sílabas son suficientes para recordar. Hay endecasílabos que valen por una novela.
Ese mar no es ausente, sólo lejano;-)
Abrazos de vuelta.