martes, 30 de abril de 2013

Duermevela en Cuaderno ático

Se puede descargar en formatos PDF y DJVU
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Acaba de nacer Cuaderno ático, una revista de poesía. La dirige Juan Manuel Macías. Su marca: una sobria y elegante factura, perfección tipográfica y textos de muy distintos autores.  Tengo el honor de haber colaborado en su número inaugural con un poema, junto a textos de Martín López-VegaEduardo Moga Julio César Galán, María Ángeles Pérez López, Sergio GasparAntonio Rivero TaravilloJuan VicoJavier Lostalé,Mario Domínguez Parra, Ángel CerviñoLuis Miguel Rabanal, Jeannette L. ClariondMaría Antonia Ortega, Álex Chico y José Luis Piquero, además de traducciones de Goethe , Vasilis Laliotis y Cavafisa cargo de José Luis Gómez Toré,  Mario Domínguez Parra y el propio Juan Manuel, respectivamente.
Larga vida. 


DUERMEVELA

Las noches de los pensamientos ciegos
avanzan
aterradas de mar.
La vela que navega,
la que ya se ha apagado para siempre;
el mar, como un fantasma,
cede su sangre al viento y la marea
tira y tira de mí.
Mi corazón y el mundo hipnotizados,
los niños en el vientre de sus madres,
la arena de las playas,
los días de verano:
todo acaba danzando,
buceando,
moviendo las caderas de la tierra
agotada e impúdica.
Penélope, perdida la esperanza y el nombre,
es una mujer lenta que recuerda
un baile que olvidó.
Y el baile es ley y número y misterio.

El principio del sueño tiene una voz de coro
de doncellas, caballos y muchachos
que buscaban su muerte en ese mar.
Mis pensamientos dejan su costura,
como bellas y ajadas putas ensimismadas,
sacerdotisas presas
cuyo destino el tiempo envileció,
que no saben si esperan o descansan o son
más allá de este mar y de esta noche larga.
Como si todo fuese una tormenta
a punto de caer
sobre una plaza llena
de músicos rotundos y cobardes
(tan rectos, jesuíticos, soberbios)
los condenados santos del reino del rencor.

¿Y de qué me acusaban esos músicos?
¿Y qué les hice yo?
¿Por qué se suicidaban los caballos?
¿Por qué me puse alegre cuando el viento
se llevaba muy lejos los papeles?
Y por qué vuelve ahora la mirada tristísima
de aquel amigo al que insulté en mi infancia,
aquel dolor tan limpio en otros ojos
(si luego ha habido tantos otros ojos).
La carita de niña de la virgen
en los cuadros antiguos.
La mirada de hambre de aquel hombre
que inundó de palomas mis pulmones.
(Fumaba
como si él estuviera bebiéndose mi alma,
y respiraba yo de su ansiedad asmática
como si el aire fuera de cal caliente y vino).
La vez que me perdí sobre una cama.
La vez que me perdí dentro de un bosque.
Todas las veces que alguien me buscaba.
La vez que te encontré.
La vez que yo miraba fijamente
tu copa de cristal y se hizo añicos.
Sé que me asusté tanto que quería
pensar en otra cosa. Pero nunca
paraba de llover. Nunca paraba.
No sé, todas las veces
que no me has visto hundirme en estas aguas.
Un millón de caballos angustiados
cansados de callarse,
viniendo en avalancha y aún callados,
parecen pronunciar con la mirada
que todo tiene fin salvo el silencio
y las olas del mar.

Y por qué regresar si no podré salvarlos,
si al sueño viene todo menos tú.
Mira otra vez y duerme.
Todo se va cayendo sin ruido al mismo pozo
acogedor y oscuro
como el beso de un príncipe,
como la suavidad de su tiniebla.

miércoles, 24 de abril de 2013

Libros y días

En el Heraldo.  Veintitrés de abril.  Libros que han marcado tu vida.  Veintitrés recuerdos de otros tantos autores. Yo tendría mil deudas que pagar, pero da gusto saldar alguna.

El buen amor, recién salido del horno, estuvo en la mesa de NUEVOS RUMBOS, en el Paseo de Independencia.  Gracias a todos los que os acercasteis por acogerlo así, lo pasamos muy bien y nos acompañó hasta el buen tiempo.


Añado ahora, conforme me van llegando, algunas fotos del día de ayer... qué prisa se da el pasado (o el futuro).  O será el presente lo que se me escapa siempre, no sé, allí estuvimos:






De buena mañana, frente a correos, entre Olifante y Eclipsados. Primeros curiosos




A firmar...




Amigas y lectoras que pasan hasta dentro, muy felices con su Amor (sabían que obsequiábamos a nuestros lectores con vino).





Amigas que se acaban llevando también la botella de vino.











Muchísima gente, sobre todo entre las doce y las dos.







Gente encantadora.








A estos los amo.








Alrededor de la matriarca, Maruja Collados, sus hijos -responsables de la editorial-, algunos amigos y escritores.









Se acabó el vino...





Estuvo también nuestro amor (duro amor, pero amor)  entre los 23 libros para el 23 de abril que Antón Castro recomendó en Heraldo.es: AQUÍ. Un día estupendo para recordar.  

lunes, 15 de abril de 2013

Mi nueva novela: El buen amor


Acabo de recibir las cajas con los primeros ejemplares de mi nueva novela. En breve estará en las librerías.  Es tarde y la luz es mala, pero no quería esperar mejor momento. Le he hecho unas fotos con el móvil, lo he traído aquí, el primer lugar donde compartí algunos textos con los demás. Yo no sé qué decir, como en esos encuentros que hemos esperado mucho tiempo.  Lo miro.  Lo toco. Me gusta este preciso instante. 

Se publica en Nuevos Rumbos, y siempre agradeceré a José María Pérez Collados la dedicación personal a este libro, su enamorada lectura, el cuidado de cada detalle. La portada es de Jose Herrero y la edición se acompaña con ilustraciones suyas y de Antonio G. Oliete, y también con un breve texto de contraportada a cargo de Francisco José Martínez Morán.

Pero ahora mismo no podría decir nada más, salvo que me encantaría que os lo llevaseis a la cama...

Nota de 22 de abril: Aunque todavía no se ha distribuido, mañana estaremos firmando ejemplares en la mesa de NUEVOS RUMBOS en el paseo de Independencia de Zaragoza, con ocasión de la Feria del Libro.  También se encuentra ya disponible para ser encargado directamente a la editorial: AQUÍ