Como el tiempo se escapa, a veces no quiero perderlo ni en contar las cosas de las que se va llenando. Pero hoy cumplo un año más y eso me empuja a anotar al menos lo hecho y lo pensado. Es como escribir que hago lo que puedo, para no olvidarlo. Decir que ahora mismo estamos vivos. Y que las últimas semanas me llevaron por sitios muy distintos.
El día 21 volví a la cárcel de Daroca. La invitación se la debo a Javier Aguirre. Desde la Biblioteca de Aragón se desarrolla un Programa de colaboración con los Centros Penitenciarios. Dentro de esas actividades, se realiza un Club de Lectura que incluye la visita de los autores. Esta vez los presos habían estado leyendo mi última novela, El buen amor. Algunos recordaban el encuentro del año pasado, y me entregaron una crónica escrita sobre aquella visita, cuando fui allí a charlar con ellos sobre Andábata. Fue emocionante y agotador. Me dormí en el viaje de vuelta, en presencia de personas a las que casi no conocía. Sentí un enorme pudor al despertarme. Una de esas personas, alguien que trabaja allí y sabe lo que ocurre, sonrió ante esa especie de vergüenza y me dijo que era muy normal salir agotada; que los presos, a veces, parece que absorben la energía de las visitas del exterior porque la necesitan, porque necesitan lo que traemos de fuera. Me paro a recordar y siento que en la conversación con ellos no tuve ninguna reserva, ni ellos tampoco. Y la disfrutamos. Supongo que soy, en ese sentido, una víctima propicia. Y me alegro. No iría allí ni a ninguna parte para medir lo que doy. Si sabes mirar, en el fondo siempre vuelves llena.
El 28 fui, sin embargo, a Las Cortes de Aragón, en el palacio de la Aljafería. Me agoté de otra forma, La invitación vino en este caso de la mano de Ana Teresa Vicente, coordinadora de relaciones externas de las Cortes. “Se trata de la realización de una crónica parlamentaria que recoja lo acontecido en una sesión plenaria desde tu particular perspectiva y estilo”, Esta actividad, que se puso en marcha en diciembre de 2011, ha contado ya con la colaboración de más de cuarenta autores (novelistas, poetas, periodistas, etc.) y puede verse AQUÍ. Todos los trabajos han sido recogidos en dos publicaciones correspondientes a 2012 y 2013 y actualmente está en proceso de edición el tercer volumen, del cual formará parte mi crónica (cuando la escriba).
Y al final, también planes de futuro: el próximo viernes día 4 de abril se presenta en el ayuntamiento de Leciñena, a las 19 h., el libro Los Monegros - Dos provincias, una Comarca, editado por el Instituto de Estudios e Investigación de Los Monegros con la colaboración de la editorial La Fragua del Trovador. Se trata de un audio-libro con más de 300 fotografías de Fernando González Seral, quien me solicitó mi texto "Las reglas del desierto" para acompañarlas, junto a un poema de Anabel Consejo. El texto puede escucharse también en el DVD, en la voz de Luis Trébol. Víctor Recua ha puesto su buen hacer al servicio de la parte visual y sonora de la publicación.