Como si un hombre con el que he soñado
viniera a recordarme que nunca me besó,
así la tarde rompe
esos hilos tan débiles que me unen a la luz.
Se hará de noche.
Él ya no me verá ni se verá ni nada
parecerá verdad.
La oscuridad venera a las mentiras.
Yo me pensaré ardiendo en el espejo
y pasarán una vez más la horas.
Y nada más. Perdona
que no tenga esta tarde nada menos
que más ganas de ti.