Acabo de salir del trabajo y tengo por delante cinco días de fiesta, la higiénica frontera del cambio de año y todo ese año nuevo por estrenar. Una sonrisa sí que se merece el tiempo que viene porque, como siempre, enseguida se irá. A ver si lo seducimos y nos seduce. Mis mejores deseos para todos los que iodavía os acercáis por aquí.