El martes, en el antiguo salón de plenos de la Diputación Provincial de Zaragoza, entrevistando a Felipe Benítez Reyes junto a Bizén Fuster y Ramon Acin, de quien tomo prestada la foto. Interesantísimo y generoso en sus respuestas el invitado y participativo el público, que hizo bueno el título del ciclo: "Conversaciones con el autor". Un lujo para una noche de primavera en esta ciudad.
Caricias perplejas
Blog de Olga Bernad
viernes, 21 de abril de 2017
viernes, 21 de octubre de 2016
Entrevista para BIBLIOTECA PÚBLICA- RNE
Manuel Sollo me avisó ayer de que había subido a la web del programa BIBLIOTECA PÚBLICA de Radio Nacional de España nuestra entrevista, realizada con motivo de la presentación de "Perros de noviembre" en Sevilla. Es tan extraño oírse hablar de poesía (y mucho más de la propia) como oírse hablar de sexo. Pero esas cosas hacemos... Espero que os guste. Para mí fue un placer. Gracias, Manuel.
PAra oírla,clic sobre el enlace: Biblioteca Pública - Olga Bernad -"Perros de noviembre"- Biblioteca pública - RTVE.es A la Carta http://www.rtve.es/a/3764215/ vía @rtve
jueves, 20 de octubre de 2016
Gonzalo Gragera, sobre "Perros de noviembre", en OCULTA- REVISTA LITERARIA
Para estos días de octubre, primeros del otoño, la compañía de Perros de noviembre.
Con este título, Olga Bernad (Zaragoza, 1969) publica su cuarto libro
de poemas en la editorial La Isla de Siltolá. Una obra que se suma a los
poemarios Caricias perplejas (2009), Nostalgia armada (2011), El mar del otro lado (2012), a la narrativa de sus dos novelas, Andábata (2010) y El buen amor (2013), y a una recopilación de textos en prosas: Algunos cisnes negros (2013).
En esta entrega que nos ocupa, Olga Bernad mantiene un estilo uniforme
en todo el conjunto, sin ruptura en el tono y el propósito de los
poemas, aunque estos se lean de manera independiente, sin ninguna
conexión temática entre ellos. De estilo, en cambio, sí, que no es poco.
Ahora que tan de moda están los libros de poemas unitarios,
casi con presentación, exposición de hechos, nudo, trama y desenlace,
Bernad logra un paso más, algo original, o al menos poco usual, y
meritorio: mantener, desde la total corrección formal en la ejecución
del poema, una única impresión, pero sin renunciar a la dispersión de
cada unidad, de cada poema en el discurso de la obra. Una
dispersión que, lejos de provocar distracciones y despistes, ayuda a
comprender la finalidad y la esencia en el estilo de la autora.
Las palabras y las imágenes, muchas de ellas espléndidas, se
sostienen sobre un significante que ni es previsible ni se corresponde,
en ocasiones, con su significado, pero que alcanza paisajes y caminos
propios y ricos, aportando una pieza nada accesoria al engranaje de la
poesía: “La rosa blanca sobre fondo adverso, / la rosa blanca de los
hospitales. / Tú, la gota de sangre sobre el suelo / -la llevas dentro y
se ha caído al suelo-, / la lágrima de ti, la mensajera”. El rasgo general de Perros de noviembre es
el de un hermetismo que convive y respira con la cercanía del lector,
que no aísla el lenguaje del poema para producir una introspección tan
oscura como vacía, que no vacila en el prosaísmo y la nadería, como leemos en su poema No fear:
“Me asusta / prostituir palabras para evitar verdades / que no se
marcharán. / Y me asusta el silencio y las palabras / que arrojo hacia
el silencio cuando la vida calla, / pues cicatrizan mal / las heridas
abiertas con un cuchillo sucio”. La dicción, solemne y llena de
musicalidad, comparte espacio con una cierta tendencia al aforismo, como
en estos versos de Las maravillas huérfanas: “Los amores a
solas son ciudades urgentes / que nuestro corazón levanta mientras dobla
/ las rodillas en el rincón más cierto / de la verdad extraña que lo
habita”. O estos otros de Toda la historia: “y la memoria es / vestido y piel privada, / libro que fue y espera / y páginas en blanco para todos”.
La poesía de Olga Bernad concibe el modo de Horacio: dulce y útil.
En todo el libro se conjugan estas dos categorías, estas dos etiquetas.
Y resumidas en una cohesión estética que se prolonga por todo el
conjunto. Las combinaciones en poesía son peligrosas, un equilibrio del
que es complicado salir bien parado. Aunque la poeta nos diga que
“escribo para amar”, con Perros de noviembre nos demuestra que hay mucho más en la voluntad de esta nueva publicación.
Gonzalo Gragera
Enlace a la revista: http://www.oculta.es/poesia/olga-bernad-perros-noviembre/
miércoles, 12 de octubre de 2016
Cita en Fnac
Como 559 millones de personas hablando español -según datos del
Instituto Cervantes del mes de junio- dan para mucho diálogo y muchísima
discusión sobre lo buenos y lo malos que somos, os supongo a esta hora
convenientemente dialogados y discutidos al respecto. Pasemos, pues, a
otra cosa y deseemos que este maravilloso idioma, compañero del Imperio
como lo fueron todos, nos pese o nos alegre, sea un hilo de seda tan
fuerte como suave que nos permita seguir en conversación interminable
con el mundo. Usémoslo y que nos use. Nosotros vamos a ello el próximo
martes 18 de octubre en la fnac de Plaza de España. Venirse y
hablaremos :) Y, de momento, ¡feliz día del Pilar a todos! Ojalá estéis disfrutando de la fiesta o, en su defecto, del festivo.
miércoles, 5 de octubre de 2016
¡Viva Sevilla!
Hace justo una semana que empecé a hacer la maleta para ir a
Sevilla. La humildad del tiempo cotidiano engulle demasiado deprisa las
excepciones. Colgar ahora una pequeña crónica visual de los cuatro días vividos
por sus calles es convertirlos en pasado remoto de repente. Ahí estuvieron,
aquí están. Confieso que a esta proletaria le gustaría vivir siempre así: de
librería en librería, de calle en calle, de bar en bar y de tertulia perpetua.
No olvidemos los desayunos de hotel, siempre
haciendo los viajes tan agradables. La presentación de "Perros de
noviembre", junto a Itziar Mínguez Arnáiz
y su "Que viene el lobo", nos sorprendió a las dos. Sabíamos que
contábamos con algún amigo en Sevilla, pero no con tantos. Conocerla por fin
fue estupendo, igual que conocer a Martín Merino y su
mujer, a Victoria León,
a Jesús Beades y
Macarena Mateos, a Ventura Salinas,
a Vito Dominguez
Calvo, a Concha Rodriguez...
y volver a charlar con viejos amigos: el propio Javier Sánchez
Menéndez, editor y ahora librero y vinatero, Julio Ariza, Pilar Fuertes
Aguilar, Jesús Cotta, Teresa Merino
y Antonio Rivero
Taravillo, quien adelantó un poco la presentación de "Estación
poesía" (sí, para nuestra desgracia, coincidió) para poder acudir al menos
al final, cosa que le agradezco mucho. Entre el público, también el colectivo
"Surcos", mi admirado Jesús Aguado y muchas personas que llenaron la
librería obligándonos a emigrar de la preciosa salita de presentaciones para
ganar en espacio lo que perdíamos de perfecta acústica. La librería Siltolá
Libros&Vinos es un lugar verdaderamente especial, que destila en cada
rincón esa iniciativa, esa capacidad de Javier Sánchez Menéndez para fundar
islas como, cuando y donde menos se espera... y saber mantenerlas y hacerlas
crecer. Así levantó Ediciones de la
Isla de Siltolá hace ya ocho años y así sigue ampliando
territorios cada día. Me enorgullece haber formado parte de ella desde el
principio. Es mi casa poética. Creo que todos pasamos una tarde agradable.
Nosotras nos dedicamos a conversar en público sobre nuestros libros, la poesía
y todo aquello hacia lo que nos llevase el diálogo, más que a hacer una
presentación al uso. Eso te expone un poco más e implica que no lo tengas todo
controlado, pero creo que los habituales a este tipo de eventos agradecen el
esfuerzo y el riesgo. Luego, tapeo y copitas hasta las tantas; el viernes
entrevistas, cita con Javier Sánchez Menéndez, cena con Antonio Rivero
Taravillo y Teresa Merino en los alrededores de la catedral. Me encantó la
terraza del Doña María, tomar un mojito desde el tejado tocando casi la Giralda, que estaba
guapísima. El sábado, encuentro con Víctor González,
otro amigo al que estaba deseando conocer en persona, comida por Triana con
Jesús Beades y Macarena Mateos y noche de tranquilos paseos y cucuruchos de
adobo. El domingo, visita rápida al Museo de Bellas Artes con Victoria León.
Después todo se aceleró. Última mirada a Sevilla desde la ventana del hotel, el
tren en marcha, el camino de regreso. Gracias a todos, de verdad. Ex corde.
A la puerta de la librería, esperando... |
Itxiar y yo, ya metidas en la conversación. |
Mucho público, y muy atento. |
Botella de vino sobre lecho de libros con fondo de lectores. Espléndida receta. |
Una de las estanterías de Siltolá LIbros&Vinos |
Vamos acabando, para no aburrir. |
Javier Sánchez Menéndez iluminado, al fondo. Jesús Aguado, desenfocado, en primer plano. Y una pelirroja vigilando al fotógrafo. Momentos que me perdí. |
Antonio Rivero Taravillo y Pilar Fuertes Aguilar, guapísimos. |
Mucha firma y mucho diálogo
Una copita con Lorca. |
Feliz al salir, se acaban los nervios y empiezan las tapas. |
Javier Sánchez Menéndez y Antonio Rivero Taravillo |
Itziar y yo, muy contentas. |
Con Javier. |
La Giralda de noche, tan guapa como siempre. Un buen gazpacho en Triana, con Antuán, Jesús Beades y Macarena Mateos. |
En el Museo de Bellas Artes, con Victoria León. |
Ya en el tren. El camino de regreso. |
Empezando a recordar. |
martes, 4 de octubre de 2016
Reseña de Victoria León en Estación Poesía.
Victoria León
firma una reseña sobre mis Perros de noviembre en Estación Poesía, la
revista del CICUS (Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad
de Sevilla), coordinada por Antonio Rivero Taravillo.
Es ya la octava entrega de la revista y se presenta esta tarde en
Madrid. Para mí es un honor estar en este número a través de la voz de
Victoria, que ilumina mis versos con su inteligencia y su sobriedad.
Los que estéis en Madrid no os perdáis esta presentación: cita en La
Central de Callao a las 19,30. La Estación Poesía de otoño es un lujo.
Podéis comprobarlo con sólo pinchar en el enlace: http://institucional.us.es/…/wp-conte…/uploads/ESTACION8.pdf
martes, 20 de septiembre de 2016
¡A SEVILLA!
Pues si Itziar Mínguez Arnáiz se moría de ganas de decirlo, yo más o menos lo mismo. Menos mal que Javier Sánchez Menéndez
no nos ha dejado morir del todo y ya tenemos las invitaciones. A
Sevilla, con mis Perros, con el Lobo que viene de Itziar, ambas
compañeras y sin embargo amigas (que eso es posible) en el catálogo de
Ediciones de la Isla de Siltolá, con amigos a los que tengo muchas ganas
de volver a ver, con otros a los que ya toca conocer, con todos los que
os queráis acercar a ese espacio mágico que es la librería Siltolá
Libros&Vinos el jueves 29 de septiembre. Y en fin, que estoy muy
contenta, para que voy a decir otra cosa, si es que es así.
miércoles, 31 de agosto de 2016
Sedeisken en el Heraldo de Aragón
Durante todo el verano se ha venido pubilicando en el Heraldo de Aragón una sección coordinada por Antón Castro
que lleva por título "Un viaje por Aragón". En ella han colaborado
muchos escritores hablando de los paisajes más conocidos de esta tierra o
descubriéndonos rincones para visitar. Hoy tengo el honor de
participar con un texto sobre Sedeisken, el poblado íbero de Azaila. Un
lugar por el que siento una especial predilección. Va acompañado de una
fotografía del genial Fernando Gonzalez Seral. Espero que os guste y os animeís a visitarla.
viernes, 5 de agosto de 2016
"Perros de noviembre" en CAO CULTURA
En Cao Cultura recomiendan siete libros siete. Mis perros entre algunas maravillas:
Las formas del regreso (2005-2007). Juan Lamillar. Prensas de la Universidad de Zaragoza. Zaragoza, 2015. 65 pp.
Noviembre. Ángel Mendoza. Ediciones Complutense, UCM. Madrid, 2016. 46 pp.
Unos días de invierno. Antonio Moreno. Renacimiento. Sevilla, 2016. 75 pp.
Destilaciones. Juan Peña. Pre-Textos. Valencia, 2016. 113 pp.
La fruta de los mudos. José Luis Rey. XXXVII Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla. Visor Libros. Madrid, 2016. 184 pp.
El bosque sin regreso. Antonio Rivero Taravillo. La isla de Siltolá. Sevilla, 2016. 80 pp.
Muchas gracias por la atención a la poesía. El enlace a la noticia completa, aquí: http://caocultura.com/orden-alfabetico-siete-libros-poesia-verano/
.
miércoles, 20 de julio de 2016
lunes, 30 de mayo de 2016
En Encuentro de lecturas, de Santos Domínguez
El poeta y crítico Santós Domínguez me incluye en sus lecturas para la feria del libro. Entre muchos ilustres. un honor y un placer su encuentro y su lectura. Mil gracias.
El enlace al artículo completo, aquí: http://encuentrosconlasletras.blogspot.com.es/2016/05/feria-del-libro-2016-poesia.html
Olga Bernad.
Perros de noviembre.
La Isla de Siltolá. Sevilla, 2016.
"A quién preguntaremos por la página en blanco,/el cielo y el infierno
de los nombres /que hemos dejado atrás", escribe Olga Bernad en uno de
los textos de Perros de noviembre, su última entrega poética que publica La Isla de Siltolá en su renovada colección de poesía.
Con la voz potente y el ritmo acompasado de sus versos en los que
conviven la meditación y el sentimiento, la pasión y las pérdidas, los
poemas de Perros de noviembre hablan de la memoria y el deseo,
del sueño y la tristeza, de la búsqueda y del desengaño, del amor y el
infierno, de los perros y la nada.
Y lo hacen con una voz personal sólida y convincente, con un lenguaje
fluido y un tono directamente confesional, con unas imágenes poderosas
que le permiten viajar al fondo de sí misma en una larga travesía por un
mundo opaco y un tiempo fugitivo entre la llama y los espejos, a través
de un silencio que se posa en el miedo y en la noche mientras cae la
vida “como una absurda lluvia incomprensible."
jueves, 26 de mayo de 2016
Perros cabalgando
Recibo esta semana dos alegrías juntas. El lunes, Antonio Rivero Taravillo daba noticia de mis "Perros de noviembre" en su mítico FUEGO CON NIEVE tal que así, con poema incluido:
Consolidando su voz como una de las más importantes hoy de las letras aragonesas, Olga Bernad publica Perros de noviembre, su cuarto libro de poesía. Su dicción clásica, serena, compite con el onirismo desordenado de no pocas de las composiciones. Está bien que así sea: son nupcias que me recuerdan a las que establecen las obras de poetas que ella admira como Julio Martínez Mesanza o Juan Eduardo Cirlot. Del buen hacer de Bernad, y de estas dos características que digo, es el poema que reproduzco como invitación a su jauría otoñal:
ESTA NOCHE
Todas las noches son como esta noche,
Hoy por la mañana me he encontrado esta reseña en el blog de Álvaro Valverde. He recibido la noticia en medio del tráfico, mientras cruzaba la ciudad camino del trabajo. Por un momento, a caballo de mi corsa azul de 1999, me he sentido una diva o una cantante de jazz. La magia de la palabra. Y me ha hecho mucha gracia. Muy en serio: grazie tante. Por la minuciosa lectura, por la atención:
LA BERNAD
Sí, digo "la Bernad", en tono cordial, porque esta poeta zaragozana tiene algo de diva, y no por su "fama superlativa" (qué necesidad) ni porque vaya de estrella por la vida, sino por ese aire de cantante de ópera o de jazz que uno le encuentra cuando ve alguna fotografía suya, siempre con un aire de misterio, como la que le hizo María Teresa Gómez Puertas y que ilustra una de las primeras páginas de su libro Perros de noviembre (La Isla de Siltolá). Es el cuarto de poesía que publica, tras El mar del otro lado, Nostalgia armada y Caricias perplejas, de 2009. Fiel a sus principios poéticos y vitales, que aquí son una y la misma cosa, Olga Bernad apuesta por la pasión. Desde el principio, a partir de una cita de Bukowski: "Encuentra lo que amas y deja que te mate". No podía haber elegido mejor. De eso va este intenso puñado de poemas donde el amor es absoluto protagonista. Dos versos certeros inician el discurso: "Todos los héroes eran hombres solos". "Todos los héroes eran hombres tristes". El primero y el último de "Todos los héroes". Y más adelante, en esa línea de aciertos: "Seguí pensando en ti tan en silencio / que a veces ni yo misma lo sabía".
Consolidando su voz como una de las más importantes hoy de las letras aragonesas, Olga Bernad publica Perros de noviembre, su cuarto libro de poesía. Su dicción clásica, serena, compite con el onirismo desordenado de no pocas de las composiciones. Está bien que así sea: son nupcias que me recuerdan a las que establecen las obras de poetas que ella admira como Julio Martínez Mesanza o Juan Eduardo Cirlot. Del buen hacer de Bernad, y de estas dos características que digo, es el poema que reproduzco como invitación a su jauría otoñal:
ESTA NOCHE
Todas las noches son como esta noche,
todas las noches fueron como ésta;
cuando el mundo nació, ya era de noche.
Y en la excesiva noche de los tiempos
alguien soñó que nada pasaría.
Si te dejas caer hoy por mi sueño,
cuando el mundo nació, ya era de noche.
Y en la excesiva noche de los tiempos
alguien soñó que nada pasaría.
Si te dejas caer hoy por mi sueño,
prometo protegerte de esa nada.
Seguros hacia dentro de la noche,
Seguros hacia dentro de la noche,
arrastraré hasta el fondo tus demonios;
al fondo de la noche, donde el tiempo
se convierte despacio en otra cosa.
al fondo de la noche, donde el tiempo
se convierte despacio en otra cosa.
http://fuegoconnieve.blogspot.com.es/2016/05/perros-de-noviembre.html
. Hoy por la mañana me he encontrado esta reseña en el blog de Álvaro Valverde. He recibido la noticia en medio del tráfico, mientras cruzaba la ciudad camino del trabajo. Por un momento, a caballo de mi corsa azul de 1999, me he sentido una diva o una cantante de jazz. La magia de la palabra. Y me ha hecho mucha gracia. Muy en serio: grazie tante. Por la minuciosa lectura, por la atención:
LA BERNAD
Sí, digo "la Bernad", en tono cordial, porque esta poeta zaragozana tiene algo de diva, y no por su "fama superlativa" (qué necesidad) ni porque vaya de estrella por la vida, sino por ese aire de cantante de ópera o de jazz que uno le encuentra cuando ve alguna fotografía suya, siempre con un aire de misterio, como la que le hizo María Teresa Gómez Puertas y que ilustra una de las primeras páginas de su libro Perros de noviembre (La Isla de Siltolá). Es el cuarto de poesía que publica, tras El mar del otro lado, Nostalgia armada y Caricias perplejas, de 2009. Fiel a sus principios poéticos y vitales, que aquí son una y la misma cosa, Olga Bernad apuesta por la pasión. Desde el principio, a partir de una cita de Bukowski: "Encuentra lo que amas y deja que te mate". No podía haber elegido mejor. De eso va este intenso puñado de poemas donde el amor es absoluto protagonista. Dos versos certeros inician el discurso: "Todos los héroes eran hombres solos". "Todos los héroes eran hombres tristes". El primero y el último de "Todos los héroes". Y más adelante, en esa línea de aciertos: "Seguí pensando en ti tan en silencio / que a veces ni yo misma lo sabía".
De entre los muchos símbolos, la noche. En "Esta noche", por ejemplo.
Noche donde se abisman los sentimientos, siempre encontrados. Sí, hay
algo de oscuro y hasta de maldito en este libro. De amor, ya se dijo, y
de desamor. "Alejarse de alguien es como irse del mar / cuando acaba el
verano", leemos. O: "Dejar de amar a alguien se parece / tanto a perder
la fe". En el filo de la navaja: "asombrado / de que al amor le guste
parecerse / un poco al fin del mundo".
Otra fidelidad: el ritmo, que ella consigue, sobre todo, a base de
endecasílabos, aunque en este libro uno aprecie un cambio en la música,
menos clásico. Como noto una mayor complejidad en el planteamiento de la
obra (entendida en su conjunto) y en la resolución lingüística de cada
poema en particular. La sintaxis ha cambiado. Hay una mayor elaboración y
abundan los sutiles juegos de palabras.
Poemas destinados a un tú cernudiano y a un yo autobiográfico, sin que
por ello estemos ante una poesía confesional o intimista, en su más
rancio sentido.
Y un poema paradigmático y logrado: "La vida extrema": "Soñé que un
animal me perseguía", un verso de once sílabas que me recuerda a otros
de nuestro acervo literario, aunque en clave contemporánea. De Martínez
Mesanza, pongo por caso.
En "Los perros y la nada" leemos: "La luna y yo, los perros y la nada, /
y la vida cayendo / como una absurda lluvia incomprensible". "Conozco
lo que amo", afirma. Y luego, en "No fear": "No he crecido en
valor sino en misterio, / esa forma poética y absurda / de nombrar lo
escondido / para calmar el mar de la impaciencia".
"Spira Mirabilis" es un poema largo donde Bernad demuestra de
nuevo su solvencia. Como en "Maldito duende", "La tristeza de los
apátridas" o "Escrito para amar".
Como dijo Antón Castro (que acaba de publicar El musgo del bosque),
"Olga Bernad posee una voz personal. Es minuciosa, tiene capacidad para
crear imágenes vigorosas e inesperadas. Su poesía posee clima y
tensión, ritmo y evocación, aspira a la belleza, incluso a la terrible,
se atreve a abordar temas dolorosos o exultantes con libertad. Demuestra
una convicción absoluta en la fuerza de las palabras. Cree en la vida
extrema del lenguaje. Siempre está en el camino, aunque haya estado la
tormenta. Y es ahí, en pleno tránsito, donde la sorprende la
inspiración".
http://mayora.blogspot.com.es/2016/05/la-bernad.html
jueves, 19 de mayo de 2016
Ocho años de Caricias
Ayer este blog cumplió ocho años y yo no me acordé. Quizá ocho años de
caricias sean mucha caricia para un adulto, un claro abuso de los
preliminares, pero no quisiera dejar de recordarlo;
aunque ahora el blog ya no tiene abierta la opción de comentarios y el diálogo se ha trasladado a otras redes, en su momento fue perfecto
para mí: el descubrimiento de un sitio donde
podía ir por libre y la primera ventana hacia los demás. Me trajo
muchas más alegrías de las esperadas. Gracias a los
que estáis ahí desde el principio.
lunes, 16 de mayo de 2016
POST SCRIPTUM
Ahora que es la hora del después, cuando después de publicar un libro
todo empieza a desdibujarse y sólo queda (ay, Dios mío) hablar de él, y
tú no sabes muy bien qué decir ni hacia dónde va lo siguiente, pero
sabes que un proyecto terminado es siempre otro capítulo de la
melancolía, es ayer, es no sé, es qué más da ya lo que sea si lo tuyo ya
lo hiciste; ahora que las circunstancian mantienen el mar tan lejos,
vuelvo al consuelo de las iglesias barrocas, esos muros en los que
aún puedes confiar: la soledad sonora de la columnas salomónicas y los
panes de oro. Aunque viejos profesores nos mostrasen el barroco desde
su miopía (la cual deseaba ser clásica y sólo era torpe), algunos fuimos
cayendo en toda esa verdad, el viaje del manierismo y el escorzo al
sentimiento, la perspectiva rara, la belleza y el horror (vacui). Por
eso nunca (jamais!) nos sentimos a gusto en las habitaciones
minimalistas de nuestros ligues. Mobiliario indigno de personas
adultas, todo como habitaciones para niños tontos que pudieran tal vez
abrirse la cabeza contra alguna esquina. Y sí, podrían. Ese menos es
más tan mentiroso. Esa simpleza, esa desolación. En la sombra barroca
de San Carlos me abanica el talento, la precisión, la angustia y la paz
de unos hombres complicados, atormentados, algo farsantes, tan humanos y
divinos como el hombre del barroco y el de hoy. Esa sociedad sucia. La
impostura del disfraz y esa terca verdad bajo sus muros. Todo junto. Y
revuelto, como mi corazón. No sé qué capítulo nuevo escribirá mi
ansiedad, pero estoy deseando instalarme en el futuro.
sábado, 14 de mayo de 2016
Fotos de la presentación de PERROS DE NOVIEMBRE en FNAC
Bueno, pues al final eso es lo que fue: un montón de amigos, de lectores, de escritores, de amigos lectores, de amigos escritores, de amigos lectores escritores. Y ellas acompañándome: Luisa, María, Carmen. El jueves fui feliz. Perdón por la alegría.
El libro. Escribir. Para que alguien lo lea. De esto se trata. |
La sala llena. |
María Pérez Confussion iniciando el acto con la lectura de "Muerte de un mago en palacio" |
Luisa Miñana comenzando la presentación, que fue más bien charla conmigo y con el público. Soberbia. |
Carmen Aliaga leyendo "Buscadores" |
Carmen leyendo "Duermevela". |
Poco tenía que decir tras las palabras de Luisa y las lecturas de María y Carmen, pero algo dije. |
María cierra el acto leyendo "No fear". |
Comenzando a firmar... |
Dedicándole un libro a Ramiro Gairín. |
Los perros para Eva Antón, una amiga del colegio. |
La mesa muy animada: Marimar Vallés, Luisa Miñana, Mónica Goremberg... |
Otro perro para la guapísima Marta Domínguez |
Una foto de recuerdo con Ana María Alcubierre, que vino desde Girona. |
Con MIguel Carcasona, Fran Picón, Fernando Sarría. |
Muy sonrientes: Fernando Sarría, Miguel Ángel Yusta, Luisa Miñana, Fernando Aínsa. |
Nos vamos. Queda la poesía. |
...Y la invitación de Siltolá de recuerdo. |
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