A Antonio Azuaga, amante de los sonetos y los silencios. Porque el deseo de escribir vuelve y toma sus caprichosas o necesarias formas. Porque la gana es sagrada (Gerardo Diego dixit).
EL DIABLO PURO
Baila en mi corazón un sol helado
-el inocente abril, el diablo puro-
sobre el noviembre de la calle, oscuro
abril sobre mi corazón cansado.
Baila así mi candor, y mi tristeza
cabalga la ceniza del paisaje
lunar de las palabras. Soy un viaje
de vuelta a la alegría y la pureza.
Caminar sobre el mar, cuidar un fuego
de tiempo inmaculado y de deseo.
Llorar sólo al final. Vencerán luego
los deberes hambrientos del presente:
nombrar al pan, nombrar a la Justicia,
nombrar a Dios -en vano- entre la gente.
Nota: Quiero agradecer la atención prestada a Algunos cisnes negros, apenas llegados a las librerías, por parte de Carlos Manzano desde el nº 31 de la revista Narrativas (páginas 133-138) y a Álvaro Valverde desde su estupendo blog. Grazie tante.
19 comentarios:
Certeros versos.
Saludos.
Muchas gracias, Jorge. Me alegro de que te gusten. Es la primera vez que escribo un soneto con su rima y su de todo. Apetencias.
Me maravilla tu espléndida naturalidad barroca y tu amplitud de registros. Mi admiración.
Gracias, Durrell. Una especie de homenaje al deseo de escribir...
Muy bueno, zagala.
Gracias, Jose Ángel, mesache:)))
(¡Y bienvenido!)
Muchas gracias, Olga. Una vez más tu amistad es verbo de generosidad. Verbo y verso –¡ahí es nada!– de doña Olga Bernard. ¿Se puede pedir más?
Un bello soneto –¿hay algo que escribas que no lo sea?– para despertar el deseo de la palabra… ¡Tendré que mandar callar a “los silencios”!
Gracias otra vez y un beso.
Bueno, a ver si esa vuelta tuya al blog es vuelta entera y no sólo media vuelta.
El generoso siempre has sido tú. Me acordé de ti y de tu afición a los sonetos. Siempre que leo al conde de Villamediana lo oigo con tu voz (va en serio;-)
Un beso.
Siempre sorprendido.
Espero que para bien...
Hola Olga. Me encanta volver a leerte y saber que vuelven las ganas de escribir. Siempre sorprendida: qué buen poema y qué buenos esos últimos versos....
Muchas gracias, Sara. A mí tambíén me sorprende (¡y me alegra!) que aún venga alguien por estas Caricias tan abandonadas. Los blogs parecen irremisiblemente dormidos, no está mal despertar alguna vez. Por aquí seguiremos de una manera u otra, no sabemos cómo ni cuándo...
Felicidades por este soneto tan de esta presente época
Un fuerte abrazo!
Muchas gracias, Antonio, de esta es (porque ahora mismo no hay otra:)
Un abrazo.
El hambre del diablo es sibarita. Su llama baila en once silabas.
Abrazo engentado.
Que sorpresa! soneto, rima.... No tanta sorpresa la belleza del poema. En tu línea, como siempre.
Felicidades. ( A mi me encanta noviembre). Besos.
Maravilloso, Olga. Besicos x
¡Qué placer leer a los sabios!
¡Felicidades,Olga!.Veo que sigues imparable,magnífica.¡De lujo!.
Besos.
Perdón por la tardanza en contestar se me habían queddo aquí estos comentarios: Gracias, Sergio, Gema e Iseo... y qué alegría verte de nuevo por aquí, Circe, aunque no tenga nada de sabia, jejejej, pero sí de caminante y eso nos hace un poco imparables. Hasta que se pueda. Besos a todos.
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