
Hace unas cuantas semanas, concretamente la noche en la que presentamos en Zaragoza “Caricias perplejas”,
Miguel Ángel Yusta me propuso algo que me sonó primero a broma y luego a reto: me pidió una copla para su
Rincón en el Heraldo de Aragón. Él lleva años dedicado, entre otras muchas inquietudes poéticas, a la recuperación, el estudio y la nueva creación de una estrofa que el uso ha querido ir olvidando mientras la memoria sigue empeñada en acariciarla. Me descubrí sintiendo lo fácilmente que recuerdo ahora coplas oídas en mi infancia. Me descubrí también, días después, en una complaciente mañana de domingo y viento, pensando por coplas en uno de esos cafés zaragozanos de mis amores. Y me gustó escuchar por un momento ese ritmo de siempre.
Tal vez hubo un tiempo en que el hombre hablaba en octosílabos, qué importa si fue así, lo cierto es que ese verso, su medida y el amable asilo que nuestra memoria le otorga, tiene historias que contar. Nunca se hacen las cosas como ya se hicieron, pero la denostada sumisión a la norma trae un eco tradicional que, aquella mañana, a mí me sonó deliciosamente cierto. La brutal intemperie de la ausencia de reglas, tan inmensa de posibilidades para el talento, tan dura y difícil en el fondo pero tan propicia en la superficie para enmascarar carencias, desaparece ante el reto de una copla; la aceptación del canon, la aventura de su rima, nos deja el eco de una voz que, de rebato, reconocemos con toda naturalidad. La benevolencia de Miguel Ángel ha querido que yo viese publicada mi respuesta este pasado domingo en el Heraldo, y espero de la vuestra una sonrisa ante el gesto del cierzo.
Ahora, yo también tengo un cuaderno de coplas. Es pequeño y azul y me hace compañía.
Gracias, Mayusta.
Revoloteas las faldas,
-cierzo fuerte, cierzo cierto-
pensabas limpiar el aire
y manchas los pensamientos.
*
Concédeme tu sonido,
campana que latió donde
la senda se había cansado
de los pasos de los hombres.
*
Encadenada a la vida,
nunca lloro por mi suerte:
si no sientes sus grilletes,
se te llevará la muerte.
Olga Bernad __________________________________________________________________
Hace un año:
Perfección sentimental____________________________________________________________________
NOTICIERO
21/01/10: Ayer, el poeta, amigo y profesor Mariano Ibeas se llevó el puro azar a su desván. Gracias, Mariano.23/01/10: Varias cosas interesantes que no me resisto a compartir.Los chicos del Círculo me mandan invitación para su nueva exposición. No os la perdáis.
Los cuadernos de la Cigale crecen. Para mí son un asunto literario-sentimental. En su número 2 vi por primera vez publicados mis poemas. Juan S.-Vico los lleva a su Improntuario.
También hay nuevo número de la Revista Kafka, Álex Chico da cuenta de ello en su Isla de Elca. Disfrutadla, merece la pena.