domingo, 10 de noviembre de 2013

El diablo puro

A Antonio Azuaga, amante de los sonetos y los silencios. Porque el deseo de escribir vuelve y toma sus caprichosas o necesarias formas.  Porque la gana es sagrada (Gerardo Diego dixit).

EL DIABLO PURO

Baila en mi corazón un sol helado
-el inocente abril, el diablo puro-
sobre el noviembre de la calle, oscuro
abril sobre mi corazón cansado.

Baila así mi candor, y mi tristeza
cabalga la ceniza del paisaje
lunar de las palabras.  Soy un viaje
de vuelta a la alegría y la pureza.

Caminar sobre el mar, cuidar un fuego
de tiempo inmaculado y de deseo.
Llorar sólo al final.  Vencerán luego

los deberes hambrientos del presente:
nombrar al pan, nombrar a la Justicia,
nombrar a Dios -en vano- entre la gente.  


Nota: Quiero agradecer la atención prestada a Algunos cisnes negros, apenas llegados a las librerías, por parte de Carlos Manzano desde el nº 31 de la revista Narrativas (páginas 133-138)  y a Álvaro Valverde desde su estupendo blog.  Grazie tante. 

19 comentarios:

Dylan Forrester dijo...

Certeros versos.

Saludos.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Jorge. Me alegro de que te gusten. Es la primera vez que escribo un soneto con su rima y su de todo. Apetencias.

Durrell dijo...

Me maravilla tu espléndida naturalidad barroca y tu amplitud de registros. Mi admiración.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Durrell. Una especie de homenaje al deseo de escribir...

J. Á. dijo...

Muy bueno, zagala.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Jose Ángel, mesache:)))

(¡Y bienvenido!)

Antonio Azuaga dijo...

Muchas gracias, Olga. Una vez más tu amistad es verbo de generosidad. Verbo y verso –¡ahí es nada!– de doña Olga Bernard. ¿Se puede pedir más?

Un bello soneto –¿hay algo que escribas que no lo sea?– para despertar el deseo de la palabra… ¡Tendré que mandar callar a “los silencios”!

Gracias otra vez y un beso.

Olga Bernad dijo...

Bueno, a ver si esa vuelta tuya al blog es vuelta entera y no sólo media vuelta.
El generoso siempre has sido tú. Me acordé de ti y de tu afición a los sonetos. Siempre que leo al conde de Villamediana lo oigo con tu voz (va en serio;-)
Un beso.

Angós dijo...

Siempre sorprendido.

Olga Bernad dijo...

Espero que para bien...

Anónimo dijo...

Hola Olga. Me encanta volver a leerte y saber que vuelven las ganas de escribir. Siempre sorprendida: qué buen poema y qué buenos esos últimos versos....

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Sara. A mí tambíén me sorprende (¡y me alegra!) que aún venga alguien por estas Caricias tan abandonadas. Los blogs parecen irremisiblemente dormidos, no está mal despertar alguna vez. Por aquí seguiremos de una manera u otra, no sabemos cómo ni cuándo...

antonio dijo...

Felicidades por este soneto tan de esta presente época

Un fuerte abrazo!

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Antonio, de esta es (porque ahora mismo no hay otra:)
Un abrazo.

Sergio Astorga dijo...

El hambre del diablo es sibarita. Su llama baila en once silabas.

Abrazo engentado.

Iseo dijo...

Que sorpresa! soneto, rima.... No tanta sorpresa la belleza del poema. En tu línea, como siempre.
Felicidades. ( A mi me encanta noviembre). Besos.

Gbp dijo...

Maravilloso, Olga. Besicos x

veridiana dijo...

¡Qué placer leer a los sabios!

¡Felicidades,Olga!.Veo que sigues imparable,magnífica.¡De lujo!.

Besos.

Olga Bernad dijo...

Perdón por la tardanza en contestar se me habían queddo aquí estos comentarios: Gracias, Sergio, Gema e Iseo... y qué alegría verte de nuevo por aquí, Circe, aunque no tenga nada de sabia, jejejej, pero sí de caminante y eso nos hace un poco imparables. Hasta que se pueda. Besos a todos.