jueves, 17 de julio de 2008

No me dejes caer


Soy presa fácil de las tentaciones
y no sé si soy totalmente mala
o el placer me sostiene y me condena
al país triste de los arrepentidos.
Dentro de eso, soy de claros límites,
piadosa cumplidora de algunos mandamientos,
devota y mendicante de muy pocos deseos:
ni traicionar la gracia por un poco de amor
ni tan siquiera
traicionar el amor por cobardía.

No caer en la conspiración de la prudencia
ni aceptar nunca el calor de la vergüenza,
polvo heredado de miradas de otros,
que me llene de arena los bolsillos
y me empuje hacia abajo,
hacia la nada,
que ensucie de ceniza mi casa, mis vestidos,
las sábanas que guardo y acaricio,
como si fueran prendas de ellos,
los que saben decir una y mil veces
“estaba escrito, todo es así y tú eres como todos”.
“Y él también, también es como todos”,
nadie es mucho mejor y no me importa,
no me importa ahora mismo no me importa,
ayúdame a quedarme levantada
leyendo oscuros mapas, levantada,
mirando tercamente las murallas,
porque la verdad es que ya sé
que tienen la razón y que si alguien
me viera con cuidado no podría
seguir disimulando el desencanto
que acabará con lo que siento mío,
ni las ganas de darles su razón
con el gesto preciso del que entrega
las llaves tras rendir la ciudadela
inexistente y sola, hermosa y sola,
y, tenebrosa y sola, se encamina
hacia la plaza gris llena de gente
para sentarse en el bordillo
y charlar otra vez de cualquier cosa
como si le importara
(no me importa ahora mismo no me importa)
y nunca me importó, eso es lo cierto.
Pero he ido y he vuelto varias veces,
vacía de alegría y de entusiasmo,
también vacía de rencor u odio
pues de nadie es la culpa de que nunca
estuvieras entre ellos.

Y he vuelto sola, sola, sola,
y sola aguantaré si tengo fuerzas,
sola llorando o sola imaginando,
sola rezando, sola resistiendo,
pensando que tal vez te complacía,
suplicándole a Dios que se moleste,
que sea verdad que existe y cuando muera
no esté sola otra vez
y para siempre.

Olga Bernad

21 comentarios:

Carlos dijo...

Bello.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Loky. Y también por esa Carolina final encontrada casualmente. Bienvenido.

Juan Manuel Macías dijo...

Con lo difícil que es mantener la tensión y la atención en un poema largo, y qué fácil lo haces. Se le olvida a uno hasta de respirar leyendo este poema. Nunca lo dejas caer, ni nos dejas caer. Qué versos y qué precisión. Y qué intensidad. Inconfundible sello de la casa. Cómo se te reconoce tu voz poética. Belleza y emoción. Si tuviera un sombrero me lo quitaba ahora mismo. Admiración y besos, Olga.

Anónimo dijo...

Cariño, mucha soledad y fortaleza, que me emociona, en tu precioso poema.

Muchos besitos.

Olga Bernad dijo...

Muchísimas gracias, eres muy amable. Me gustaría que la precisión, la intensidad, la belleza y la emoción estuvieran siempre en los poemas. Ojalá. A mí me encantan, como lectora, los poemas largos. Soy poco de haikus, aunque los hay muy hermosos, es verdad. A la hora de escribir no tengo planes, salen como toca. Pero, Juan Manuel, nada de dejar de respirar, que da muy mal resultado.-)
Besos.

Olga Bernad dijo...

Sí, suena un poco a Fuerza y Honor, hermana, como el Gladiator.-)...Soledad y fortaleza, nada menos, lo has resumido muy bien.
Muchos besitos, que la fuerza te acompañe, etc.

Antonio Azuaga dijo...

Gran poema, Olga, que tiene tras de sí un corazón grande. Prescindo de las alabanzas formales (que desde luego las merece en grado sumo) y me quedo con la veta más rica, (y a veces, más escasa) de la autenticidad. Eso es la poesía “de verdad”, sobre todo cuando surge con una fluidez tan extraordinaria.
Otra vez mis felicitaciones.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Antonio. Yo no sé muy bien lo que es la poesía "de verdad", pero esto es lo que ha salido. Sí, esta vez de un tirón y con menos dudas, pero es que en el fondo yo sabía lo que quería decir y eso siempre ayuda un poco:-)
Yo te felicito a ti por tus sonetos (ya no me he atrevido con otro, a lo mejor es el único).
Un beso.

Antonio Azuaga dijo...

Pues haces mal en no atreverte. Hay que ser "valiente"; ya sabes, el valor "nos vuelve excesivos, etc."
¿Qué es eso de que no sabes lo que es la poesía "de verdad"? Una broma ¿verdad? Ya decía yo.
Besos.

Anónimo dijo...

Coincido con los comentarios que te han hecho, desde el privilegio de conocer a la autora, y puedo confirmarles a todos que esos versos salen de ti a borbotones. Que los escribes todavía a la antigua, con papel y lápiz, en las madrugadas de niños acostados o en el rincón más escondido de una cafetería solitaria; únicos ratos en los que, con la excusa de un café, puedo espiar algún garabato antes que se transforme en poema.

Me recuerdas hoy estas preciosas palabras de Neruda, que expresan tu forma de escribir:

“Y el verso cae al alma como al pasto el rocío”

Olga Bernad dijo...

Hay que ser valiente, hay que ser valiente, me dices esas cosas, querido Antonio, luego me las tomo en serio y me temo que yo ya soy bastante excesiva. La contención es otro arte, un arte mayor que también me gusta. No se puede estar dando estocadas todo el rato. No, no era una broma lo de la poesía “de verdad”. ¿Una estocada? Con obligación de acertar. No sé si te gustará la definición. Y que “ser cobarde no valga la pena”, otra vez, vale, aunque ser valiente salga caro.-)
Un beso de buenos días, ayer me rendí. Sorry.

Olga Bernad dijo...

A borbotones, no, pero es que no tengo más tiempo que el café de los recreos o las madrugadas, y entonces no puedo mantener una conversación medianamente normal, ya siento ser tan maleducada a veces. Mucha paciencia es lo que tienen algunos de los que vienen a la cafetería solitaria… Gracias, Blackbird, también por el verso de Neruda.
A mí me gusta “dulce jacinto azul torcido sobre mi alma”, me encanta ese verso, aunque no venga a cuento.
Bueno, y el anterior: "Hoguera de estupor en que mi sed ardía./ Dulce jacinto azul dormido sobre mi alma".

Olga Bernad dijo...

Ay, Dios mio, que le acabo de hacer una "íntima corrección" al pobre Neruda. El jacinto no está dormido, sino torcido.
"Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma". Esa es la versión original.
Es para investigar, esto de las "íntimas correcciones". Debe ser de no dormir:-)

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Una visita fugaz, entre internautas anónimos y playeros, a tu blog y me topo con esta declaración de principios tan poética (y desnuda). Enhorabuena.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Antonio, siempre me acuerdo de ti cuando publico un poema, y de los consejos que no sigo:-). Los escribo para resistir, claro, y entonces qué más da. Me hace gracia que lo hayas leído entre internautas anónimos y playeros, tengo que ir a un sitio de esos.
Gracias por la visita y disfruta mucho de tus vacaciones.

fa mayor dijo...

Betty, para serte sincera y es que no puedo evitarlo, no tengo palabras.
No sé. Creo que pagaría por leer poemas como este. ¡ya ves, qué vileza de sensación se me ocurre mostrarte!
Quisiera poder identificarme en esa fortaleza de mujer que reconoce su alma vulnerable, o mejor dicho, el alma vulnerable y sentida y anhelante.

El otro día terminaba "memorias de Adriano" de esa grandísima escritora que se atrevió a escribir en primera persona sobre la vida de un emperador, y ya ves, me evoca un poco el final de tu poema a esa postura digna que Adriano elige ante la muerte...

Un gusto leerte.
Fa

Olga Bernad dijo...

Para vileza la mía, que casi me alegro de que se te hayan acabado las vacaciones, porque así vuelves por aquí:-) En serio, Fa Mayor, muchas gracias, me encanta que te guste y que disfrutes mis poemas totalmente gratis. La fortaleza es un deseo, la vulnerabilidad una verdad como un templo y la dignidad y sus límites difusos con el orgullo, un tema complicado.
Eres muy generosa, y eso es un síntoma de fuerza, a mí me pareces una hermosura de mujer.
Buen domingo, yo me voy a dar otro baño ahora mismo.

Anónimo dijo...

No me dejes caer. Una entrada preciosa. Otros Cielos, me ha emocionado muchísimo. Olga, qué bien escribes. Mira a ver si dejas las facturas y te dedicas a lo tuyo en serio (el destino se va a encargar de eso inevitablemente). A ver si tengo tiempo de leer las otras entradas que seguro que son igual de buenas. Muchos besos

Olga Bernad dijo...

¡Iseo! Qué alegría (no de que se hayan acabado tus vacaciones, por supuesto, pero es que eres mi única amiguita, etc:-) Necesito tu objetividad y la de mi hermana y, por desgracia para mí, necesito estas facturas para pagar otras, muy en serio te lo digo.
Ay, Otros Cielos me costó lo mío, no te creas, espero que las demás entradas también te gusten. Ánimo con la vuelta al ruedo. Pásate por la cafetería solitaria, no escribiré nada. Besos de bienvenida.

Marta Fernández Olivera dijo...

Solo puedo decir,
buff!!
Me has dejado a cuadritos y me has recordado a mi.
No me dejes caer ... es una carta de auxilio? Todo lo que sube baja..y lo que nos nos mata nos hace mas fuerte, no?, bueno lo que no te mata te enseña a levantarte y seguir..sólo tienes que estar dispuesta a aprender y estar preparada para la prox. caida, porque vendran mas, claro.
Marta

Olga Bernad dijo...

¡Marta! con tu repaso al blog casi me lo estoy repasando hasta yo.
Fue una sincera petición. No siempre nos levantamos de las caídas, y casi nunca nos levantamos igual. Hay renuncias que tienen muy mal remedio. Lo sabemos antes de renunciar.