martes, 17 de agosto de 2010

Publicación en Rolde de Estudios Aragoneses (Premonición)

Hace unos tres meses recibí un correo que me llamó especialmente la atención. Un desconocido me felicitaba por la publicación de Andábata. Su vecina de arriba le había prestado el libro, acababa de leérselo y estaba encantado. Así de sencillo. Así de maravilloso. Me produjo esa alegría serena que tantas veces he sentido también aquí. Me gusta alegrarme por las cosas pero, sobre todo, soy muy consciente de que el comentario entre lectores es la única posibilidad de quienes no tenemos fácil, por decirlo de alguna manera, el acceso a circuito publicitario alguno pero nos alegra cada lector como si fuese lo que realmente es: un premio.

Tras algunos correos, le hablé de mi poesía. Como se reconoció personalmente poco interesado en el género (qué extraño es eso de los géneros, si se para uno a pensarlo) y yo soy perezosa para argumentar y que me argumenten sobre algunos asuntos, simplemente le regalé Caricias perplejas.

La vecina de arriba resultó ser Paloma, una compañera de trabajo; él, Santiago Gascón, autor, entre otras obras, de Manila -un libro de relatos publicado en Xordica que recomiendo vivamente- e integrante del Consejo de Redacción de Rolde de Estudios Aragoneses. Me propuso una colaboración con la revista y yo empecé a dar saltos. Me cansé enseguida por cuestiones meramente físicas, pero la alegría me dura aún.

Rolde es un proyecto cultural iniciado en 1977 por cinco jóvenes, entonces universitarios, que acaba de recibir precisamente este verano la medalla de Santa Isabel, concedida por la Diputación de Zaragoza. Aquellos cinco jóvenes (Guillermo Bovio, Jorge Cáncer, José Ignacio López Susín, José Luis Melero y Carlos Polite) iniciaron una tarea que treinta y tres años después sigue comprometida con la historia, el arte, la economía, la política y la literatura aragonesa. Además de las 133 entregas de la revista, su labor editorial se acerca a los 150 libros y se acompaña de exposiciones, cursos y seminarios, becas de investigación y un largo etcétera que ha convertido a REA en referente de la cultura aragonesa.

Me recuerdo pasando sus páginas, viendo la portada en el quiosko de la plaza San Francisco, junto a la entrada del Campus Universitario, cuando yo iba camino a la facultad y, ahora, tenerla en las manos y ver entre sus páginas un relato y tres poemas míos me produce, para qué negarlo, un enorme orgullo.

El relato, Seis leones hambrientos ocultos en el bosque, está acompañado de una espléndida lámina de Alberto Calvo, nuestro "Supermaño". Los tres poemas (Peligrosa María, Perros de noviembre y Premonición), que formarán parte de mi próximo poemario, se ilustran con pinturas de Jose Herrera, todas realizadas expresamente para mis textos. Gracias a ambos por haber unido su arte a mis palabras. Muchas gracias también a los reponsables de Rolde, especialmente a Santiago Gascón, Carlos Serrano y José Luis Melero, por su cordialidad.

Con su permiso, he escaneado el índice de la revista y las ocho páginas que guardan mi colaboración en este número 133, para mí ya mágico, por si os apetece verlas. Copio el poema Premonición, uno de los tres publicados, porque aún no lo había colgado en el blog a pesar de ser uno de los que más quiero. Este me parece un momento adecuado. Espero que os guste:

PREMONICIÓN

Se deshace en los labios de algún sueño
como una contraseña incomprensible,
reclamando la voz
que abriría las puertas que se cierran.
El aire se calienta de secretos.
Los muros silabean restos sucios
de oscuras inscripciones.

Lo no olvidado aún, lo que nos roza
con su rara cordura la conciencia
para no despertarnos ni dormirnos.
La lucidez borracha de los sueños
o los presentimientos.
Tocar la claridad para extrañarla.

Claroscuro que agota,
nostalgia de certezas; y cerezas
que un dios dudoso y débil
parece colocar en nuestra lengua
con lujurioso gesto de demonio.

Mi sangre huele el aire
como un animal vivo
-con un instinto comparable al hambre-
y un latido de plomo la sujeta.

Así pesan mis ganas de saber,
así afilan sus garras y sus dientes
la sensibilidad y la paciencia.
La tensa calma y el dolor me dicen
que cazar este invierno será en vano.

Mas no cierres los ojos, una noche
beberás de la copa que te sacie.


(click sobre la imagen para activar el modo pantalla completa y pasar páginas; click sobre las páginas para activar el zoom)

20 de agosto: Antón Castro se hace eco en su blog de la publicación de estos tres poemas en Rolde. Los acompaña con fotografías y una pintura de Rossina Bossio. Merece la pena verlas: aquí.
Muchísimas gracias, Antón, por esa preciosa entrada.