jueves, 5 de enero de 2012

Noche de Reyes

Adrián
Realmente, cuando empecé no quería que el asunto fuese personal.  Solo textos.  Textos solos.  Ni fotos, ni enlaces, ni conocidos avisados ni referencias a mi vida.  Ni mi nombre.  Pero son casi cuatro años y el blog se me ha llenado (como el piso de unos recién casados se llena de cuadros, copas melladas y figuritas de los viajes) de las cosas que soy y de las que me pasan.  No todo es perfecto, no todo es como yo pensaba, no todo es ya nuevo. Tampoco las intenciones.  Hoy me he decidido a poner unas fotos de mis hijos porque quería hablar de los Reyes Magos y no hay Reyes ni magia que valgan sin ellos.  Víctor es ya un adolescente,  tiene trece años y nadie le reconocerá en esta foto.  Adrián cumple ocho pasado mañana.  Fue mi definitivo regalo de Reyes.  No me hace falta más para que esta noche sea siempre especial.  Víctor es poeta, guapísimo y difícil.  Adrián es listo, bueno y dulce.  

Víctor
Víctor ha pasado por primera vez las navidades muy lejos de mí.  Está en el extranjero, aprendiendo inglés y cosas.  Tenía la tentación de ponerme triste, pero he pensado que aún tengo el privilegio de convivir con una personita que cree en los Reyes Magos.  Cuando Adrián ya no lo crea, una pequeña lámpara se apagará sin que él se dé cuenta.  Se le encenderán otras, porque eso es ley de vida y no voy a quejarme, pero ya no ocurrirá, como hoy, que mientras escribo esto él me pregunte con preocupación qué pasará si nuestro gato, León Merlín Poldark, se despierta cuando lleguen.  Si se esconderá, si ellos le acariciarán, si nos despertaremos todos y los Reyes se irán con su magia y sus regalos a otra parte.

Se acabarán yendo, Adrián, pero hoy vendrán porque tú aún los esperas.

A mis hijos.  A Angós.


34 comentarios:

Durell dijo...

Tu luz no se les apagará.
Feliz noche de Reyes, Olga.

Olga Bernad dijo...

Espero que no, espero que nunca;-)
Feliz noche, Durrell.

Anónimo dijo...

Un maravilloso regalo de Reyes para Victor y Adrián. ¡Feliz noche a todos!

Olga Bernad dijo...

Feliz noche también para ti, Sara.
Seguro que te van a poner un montón de cosas!

Angós dijo...

Gracias. No sé decir más.

Olga Bernad dijo...

Ni falta que hace, Angós. Ya he pasado yo bastante pánico a ponerme cursi. Pero es que son dos soles. Tenían que estar;-)

Juan Manuel Macías dijo...

Pues si Adrián los espera, entonces todos aprenderemos a esperarlos de nuevo. Nunca es tarde. Estoy seguro de que Sus Majestades os traerán todo lo mejor de lo mejor.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Aprender a esperar es algo que todos hacemos, tarde o temprano. La noche de Reyes es una espera con final feliz. La cara amable de la esperanza. Recuerdo cuando me contaste que el día que supiste que los Reyes no existían estuvo teñido de una rara melancolía... pero no mucho rato, mientras haya juguetes;-) Pues eso, que siempre tengas juguetes, aunque alguno se rompa. Y que no se rompan las ganas de jugar.
Besos.

Sergio Astorga dijo...

Olga, que maga seras siempre.

Abrazo y mirra.
Sergio Astorga

Elías dijo...

Es lo mejor de los Reyes; creer que existen, esa inocencia que ojalá no perdamos nunca para otras cosas.
Unos chicos preciosos, Olga.
Yo tiré por el lado femenino.

Un beso.

Olga Bernad dijo...

Sergio, a ratos maga y a ratos bruja, qué remedio;-)
Un soplo de incienso para ti, niño!
Y un abrazo.

Olga Bernad dijo...

La verdad, Elías, es que no hay nada como creer (salvo, quizá, recordar que creímos).
Vi en una foto a tus dos bellezones! Hay que compensar los géneros y que el mundo ruede...
Un beso.

Profesor@s dijo...

Niños. Me encanta la magia de su sonrisa...es un lujo tenerlos cerquica, a su lado gozamos esperanza.
Un regalo precioso leer tu ternura una tarde de Reyes.
Pilar

Olga Bernad dijo...

Pues sí: es un lujo. Yo procuro evitar las excesivas ternuras, pero oye, cuando me pongo, me pongo;-)
Regalo es tu lectura, Pilar.
Buen comienzo de trimestre!
Y un fuerte abrazo.

Ernesto Frattarola dijo...

Esa paradoja, tan cierta, de que cuando alguien habla de lo suyo, está hablando de lo de todos. Por un rato, Víctor y Adrián era Mar y Eva... Gracias.

Yo quiero seguir creyendo siempre en los Reyes Magos. Porque existen.

Un abrazo

Ernesto

Olga Bernad dijo...

Es difícil que ningún niño te sea ajeno después de ser padre. Todos se parecen a los tuyos. Y la verdad es que todos, cada cual a su manera, provocan ternura. La especie o lo que sea nos debió colocar un chip humanizante para proteger a los cachorros propios y ajenos de nuestra insensiblidad (que es mucha). Les pasa incluso a ellos, que tienen una especie de "conciencia de gremio" muy clara, aunque les guste tanto pelearse.
Mar y Eva (qué nombres más bonitos, por cierto;-) son muy afortunadas: es normal tener hijos que crean por un tiempo en los Reyes, pero tener padres que aún lo hagan es simplemente un lujo!
Un abrazo y gracias a ti por tu lectura y tu comentario.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Con este texto tuyo Olga dan ganas de tener hijos....que bonito lo de creer creo que como con mis sobrinos ya se ha perdido esa magia me he visto todas las peliculas navideñas que he podido....

Olga Bernad dijo...

Tere, qué maja, te imagino pañuelo en mano ante todos los dramones navideños;-) Tú eres una cazadora de momentos y sabrás encontrar la magia allí donde esté, sean navidades o carnaval. Verás.

Miguel Baquero dijo...

Yo tengo una niña de la misma edad y me da miedo, bueno, no, pena... o sí, qué coño, me da miedo el día, seguramente para el año que viene, que se rompa toda la magia

Olga Bernad dijo...

Pues sí. Como mucho, otro año. Pero toda la magia no se rompe nunca. Deja un rastro de verdad.

gbp dijo...

Olga, esto si que no me lo esperaba. Cómo no me iba a gustar esta entrada!. Qué ricos, qué guapos y qué especiales son mis sobrinos, se me saltan las lágrimas. Mañana les enseño las fotos a Malena y Janis que echan muchisimo de menos a Víctor y se mueren de ganas por ver su Adrian.
Besos, cariño. Un texto precioso.

Olga Bernad dijo...

Tenemos mucha suerte, me parece. Unos sobrinos especiales (Lizer también; un día, si me dejan, los saco a todos;-) Aunque mejor no abusar de estas cosas y volver pronto a la normalidad. Pero bueno, lo importante acaba apareciendo, merece su momento.
Kisses y nada de lágrimas.
Nos veremos pronto.

Maria Luisa dijo...

Olga querida-
Como me recuerda tus entrada a mi vida...
Olga todos se podrán ir, tiene que ser así... pero nosotras seguiremos creyendo en sus Majestades.

Muchos abrazos de esos tan fuertes que (rompen)

Olga Bernad dijo...

Que ellos no se vayan nunca, yo puedo vivir sin que los Reyes Magos vuelvan. Nunca me ha hecho falta ver para creer.

Un beso, María Luisa, y muy, muy feliz año, Reina,-)

veridiana dijo...

Qué preciosidad de hijos tienes,son guapísimos,Adrián se parece a tí?
Es el mejor regalo,los niños es lo que verdaderamente merece la pena.

Disfrutalos Olga,y que este año sea pleno.

Besos

Olga Bernad dijo...

Los dos tienen algo de mi, pero se parecen sobre todo a su padre (y yo encantada;-) Son lo mejor que he hecho y haré. Procuro disfrutarlos, cuidarlos, quererlos y educarlos lo mejor que puedo y sé. Son mi vida.

Y que este año te traiga lo mejor, Circe.

Muaks!

enrique dijo...

Por la foto, Víctor debe de estar aprendiendo inglés en las Bahamas...
Bravo!!

Olga Bernad dijo...

La foto es antigua, no me deja poner actuales y tengo que respetarlo,y tampoco a mí me gusta sacarlos; de hecho, es la primera vez. Ahora parece un cantante de rock (de los guapos;-)
Me hace sentir muy mayor ser madre de una persona que ya liga. Ay;-( Me consuelo con que el pequeño aún cree en los Reyes Magos. En fin.

ONDA dijo...

Incluso en estos malos momentos tenemos que sobreponernos para no dejar de ilusionarnos en esta preciosa noche, solo recordando nuestra propia infancia lo conseguiremos no hace falta nada mas y darles a ello la ilusión que ponían nuestros padres un fuerte abrazo a ver si con calma te leo

Olga Bernad dijo...

Siento ese mal momento, Ignacio. Pero me alegro de verte de vuelta. Es cierto que la ilusión también se aprende: de los hijos... y de los padres. Uno intenta repetir ese magia y que ellos la transmitan mañana, cuando ya no crean en los Reyes pero sí en los recuerdos.
Un fuerte abrazo y mucho ánimo.

Cristian dijo...

Como la vida misma ...
Me encanto

Mery dijo...

Cuánta ilusión en sus ojos... y en los que ya somos mayores y no creemos en los Reyes. O quizás creamos pero de otra manera.
Por cierto, Adrián es tu vivo retrato, ya te lo habrán dicho.

Seguro que te quieren tanto como tu a ellos.Son una ricura.

Olga Bernad dijo...

Como la vida, esto es una pequeña parcela de mi vida. Y de ellos... qué te voy a decir que no sepas, Cristian:-)
Gracias.

Olga Bernad dijo...

Son mi vida, Mery. Mi vida en tres palabras, mi vida en dos personas que son mías y, a la vez, no lo son. Es terrible y maravilloso tener para siempre el corazón en vilo por alguien.
Y esos ojos limpios me dicen que no lo estoy haciendo del todo mal, que los hacemos felices en la medida de nuestras posibilidades y que son buenos. En fin. Muchas gracias, Mery,es la primera vez que los traigo aquí y me gusta que los hayáis tratado con tanto cariño.