jueves, 7 de abril de 2011

Inescrutables itinerarios del odio

Han coincidido esta semana dos hechos que me llegaron casi como regalos de cumpleaños.  El domingo se publicó el número 21 de la revista NARRATIVAS (podéis ver el índice con sólo hacer clic AQUÍ)Carlos Manzano me pidió hace tiempo una colaboración y, con permiso de la editorial, cedí el relato Inescrutables itinerarios del odio con el que había participado en ese estupendo libro editado por Nuevos RumbosSuegras. Retratos breves sobre el gran enemigo.  El libro, una apuesta personal del editor José María Pérez Collados, ha estado doce semanas consecutivas entre los libros aragoneses más vendidos según  la lista publicada en el Heraldo.  También con permiso de la editorial, traigo un escaneo de mi relato al blog por si alguien quiere leerlo.  Aconsejo vivamente el libro, los once relatos restantes no tienen desperdicio.

               
El segundo "regalo" me lo encontré el martes en el blog de Juan Vico: una pequeña bienvenida a Nostalgia armada con la publicación de un poema que aprovecho para traer a casa :


NO SABER

En un solo suicidio, mil gaviotas
se estrellarán mañana contra el suelo.
Todos caminarán sobre el asfalto
sembrado de alas lentas
como si no las viesen.
Necesito dormir para no verlas
en su suelo futuro de mañana.
Esta noche no saben que están muertas.

11 de abril:  Álvaro Valverde publica hoy en su estupendo blog una breve nota sobre su lectura de Nostalgia armada.  Muchísimas gracias por la atención.


28 comentarios:

Alejandro Muñoz dijo...

Felicidades de nuevo, Olga, y pongo tu relato en cola y buena compañía: detrás de otros dos de nuestra amiga Aurora que tengo pendientes de leer cuando cuente con tiempo... si es que eso llega a suceder.

Respecto a NO SABER... ¡QUÉ DECIR! si me ha vuelto a impactar tanto como lo hizo la semana pasada su versión impresa en papel.

Un abrazo.

Durrell dijo...

Espléndido relato y espléndido poema, querida Olga. Te honra que quieras traerlos a "casa" pero su casa es también el libro que yo tengo en la mesilla.

Tus relatos son sorprendentes, poéticos, mágicos; tanto este como los "Seis leones hambrientos ocultos en el bosque" comparten el tono irónico de "Andábata" y la visión poética que roza todo lo que escribes, incluidas las prosas.
"No saber" es demoledor. Pero a eso ya nos tienes acostumbrados. Mis acostumbradas felicitaciones, por tanto.

Olga Bernad dijo...

Alejandro, don't worry, sé que los relatos no son lo más adecuado para una entrada, pero me gusta, ya lo he dicho, traer a casa todo aquello que pueda y me dejen, tal vez pensando en que no todo el mundo puede (o desea) adquirir los libros. Los Inescrutables te esperaran muy a gusto en tan buena compañía;-)
Y cómo me alegro de que te haya impactado este NO SABER, tan suicida y tan triste. Hay que cuidarlo.
Un fuerte abrazo para ti y tu Sevilla, que debe estar preciosa ahora (ay, cómo me acuerdo;-)

Olga Bernad dijo...

Querido Durrell, claro que su casa es también tu mesilla. Y lo es sobre todo tu lectura, vuestras lecturas. Yo solo procuro usar lo que tengo para que sea más fácil. Aunque ya he dicho mil veces que me gustan los libros hasta para tocarlos, también me gusta la pantalla, y este blog es una parte de mí.
Es curioso que lo que menos haya dejado por aquí sean relatos, pues es con diferencia lo que más he escrito. Quizá porque la extensión no es muy aconsejable para una entrada, aunque lo aconsejable tampoco hay que seguirlo a rajatabla. También los leones acabaron impresos en la revista Rolde. Tu comentario me hace pensar que quizá busque alguno más breve para futuras entradas...
Muchas gracias por tus palabras.

Dyhego dijo...

OLGA:
Te renuevo mis felicitaciones.
Salu2.

Olga Bernad dijo...

Y yo mi agradecimiento, Diego!
Me encantó ver la portada de los niños en tan hermosa foto;-)
Salu2.

enrique dijo...

Tu huella literaria cada vez es más amplia, cosa que agradece la arena literaria hispana.

Yo tengo suerte con la suegra. Y con la hija.

Abrazos.

Olga Bernad dijo...

Yo también he tenido suerte con mi suegra, la verdad, pero suele ser un personaje problemático... aquí se repasan doce versiones del hecho.
Me gusta eso de la arena, le hubiese encantado a Marta;-)
Gracias, Enrique, un fuerte abrazo.

Raúl dijo...

Pues enhorabuena por tan completo aguinaldo, Olga.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Raúl, me gusta el concepto de "aguinaldo". Y me gusta tomarme cada cosa como un regalo, lo contrario es considerar que algo se nos debe, y no...

Iseo dijo...

Por fin llego a tu blog, por fin este ritmo de vida que no me deja libre ni un segundo me ha concedido unos minutos para darle mi enhorabuena a mi querida Olguita. Me acabo de leer el relato del libro de Suegras. Tenías muchas ganas de leerlo. Me ha gustado mucho. En tu línea.
Besos

Olga Bernad dijo...

Tengo que regalártelo, que siempre te compras todos mis libros (varias veces:-) Es una edición muy bonita, cada cuento con su ilustración y todo.
Lo de mi línea, ahora, en pleno régimen estricto, me lo tomaré como una broma, ay.
Besos y buen finde.

Elsa dijo...

Felicidades, Olga.
Me ha encantado tu relato... y el poema. Es una suerte esto del "internete"; te permite poseer, con un clic en un "aquí", publicaciones como la revista que acabo de conocer en tu blog (ya está en "favoritos") y que, inevitablemente, imprimiré, porque la pantalla está bien pero nada como mi sofá, mis cojines y cigarrito ;-) para disfrutar de la lectura.

Un placer, Olga; te sigo.

Olga Bernad dijo...

La revista es muy buena, y sí, la pentalla nos acerca muchas cosas que luego podemos llevarnos a "nuestro terreno".
Muchas gracias por tus palabras, Elsa, me alegro mucho de que te hayan gustado relato y poema. El placer es mío;-)
¡Que disfrutes de la lectura y el fin de semana!

Angós dijo...

Yo también prefiero llevarme los libros al sofá pero como a ti te gusta esto... mi enhorabuena!

Olga Bernad dijo...

Vaaaaa, que sí, ¿pero y si algún lector no puede o no quiere comprarse los libros? En el blog puedes, por una parte, informar acerca de los libros y, por otra, dar lo que tienes. Más no puedo hacer, jo;-)
Además, ya sabes que esta es mi casa virtual, me gusta recoger todo por aquí. !Gracias por sumarte, de todas formas!

Alfaraz dijo...

¡Ah, las suegras! A tu personaje le hace pasar la noche con un cura y a otros nos evita que la pasemos con su hija. Son encantadoras.

Muy bonito, desde luego.


.

Olga Bernad dijo...

Son un filón;-) A mí ese cura me gusta, creo que le voy a poner nombre y lo voy a adoptar literariamente... Los curas también son un filón.
Me alegro mucho de que te guste, Alfaraz, gracias.

gbp dijo...

En dos días voy a poder tocar la Nostalgia, las Suegras, los Niños y Yin! Pero que bien escribes cariño, y recuerdo aquel sueño de hace tantos años, que no tenía nada que ver con las suegras y ahora "asoma" por aquí. Nunca se sabe por donde vas a sacar las cosas. Precioso el poema, ya sabes que me gustan muchísimo tus poemas cortos, me parecen impresionantes y me dejan sorprendida mirando los versos.
Muchos besos y hasta el lunes!

Olga Bernad dijo...

Cuántos libros se han acumulado en pocos meses, sí. Supongo que hay años que toca una cosa y otros la contraria. Todo hay que llevarlo bien. Aunque es cierto que abrir el blog fue un catalizador de todo esto, por eso me gusta traerlos "a casa".
Aquí los tengo esperándote, todos dedicados. Ese sueño se me escapó hacia las Suegras, levemente retocado, pero aún me da que pensar, no te creas, sister;-)
¡Qué ganas de que estéis aquí!
Muchos besos para todos... y hasta el lunes.

Juan Manuel Macías dijo...

Me alegro por ambos acontecimientos. Y bien por Juan al colgar ese poema tan maravilloso. Lo importante es leerlos, estén donde estén. En el papel impreso han encontrado su lugar en justicia. Y de allí ya no los quita nadie. Pero tampoco es malo que los hijos, ya independizados, colocados, con su vida y su porvenir resuelto, visiten de vez en cuando este hogar, tranquilamente. Bien aquí, y estupendamente bien allí. Y nosotros, tus lectores, contentos.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Es verdad, a mí me gustan mucho los libros y publicar en papel me parece todavía un privilegio, o un premio. Me gusta. Pero no desprecio por eso otras vías, ya hemos hablado otras veces de que los soportes no son lo fundamental. Lo fundamental es que los usemos como queramos, sepamos y podamos. Además, si te paras a pensar, los desprecios hacia el formato blog o hacia el libro, suelen llevar detrás otros problemas que me alegro de no tener.
Qué majo Juan;-)
Y qué buena la revista, estoy contenta.
Muchas gracias por la visita nocturna, capitán.
Besos.

Unknown dijo...

Vaya, llego tarde. Bajé el número de Narrativas cuando apareció tu entrada y esperé a hacerle un hueco a tu relato. Pues nada, me ha gustado. Ese final abierto es terrible.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Nada de tarde, aquí vamos a nuestro ritmo... y la entrada tiene para leer, entre la revista, el cuento, el poema, la reseña.

Ah, ese final. Todavía no sé si la muchacha tenía miedo a lo que puediese hacerles el duende o a lo que pudiese hacer ella misma...

Un abrazo y gracias por la lectura!

Mery dijo...

Estás que te desbordas, Olga.
Y es que la genialidad no se puede ocultar.
Un beso

Olga Bernad dijo...

Gracias guapa, yo creo que eso lo dicen del dinero, pero como dinero no tengo... pues no lo sé;-)
Besazo.

Juan Carlos Garrido dijo...

Bonito cuento, aunque confieso que, cuando inicié su lectura, aguardaba un final truculento. Supongo que a un servidor le sale más la vena maliciosa.

Saludos.

Olga Bernad dijo...

Yo también... y vaya usted a saber lo que hubiera pasado esa noche de no ser por el cura. Nos quedaremos sin saberlo.
Saludos y muchas gracias por la lectura (nada maliciosa;-)