miércoles, 17 de febrero de 2010

Amanecer de la muchacha muerta


El arcángel borracho de los sueños esconde
un país de cartón debajo de las alas.
Al levantarlas veo una muchacha muerta.
Y no quiero mirarla.  A tientas busco algo
-quizá el interruptor que ilumine mi almohada-
pero una brusca oscuridad se enciende.
La irrealidad se lleva sus secretos.

Yo de nuevo.
Soy yo.
Estamos yo y la vida.

Lentamente amanece y, lentamente,
arrastrando cadenas de su noche,
mareas y resacas de otro mundo,
(su inevitable aliento a despedida)
nace con luz de fatigado símbolo
el día por delante, la pregunta
que hoy volveremos a dejar en blanco.

Olga Bernad

Nota: La fotografía es de Brooke Shaden y está tomada de aquí 
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Hace un año Andábata XIX: Mens sana
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18 de febreroDiego, hombre de palabra, se leyó Caricias perplejas por fin entero.-)  Eligió una noche de otoño para su errante fugacidad.  Gracias, mesié, por la bonita sorpresa.

72 comentarios:

Durrell dijo...

Precioso tránsito.
Misterio y lucidez.
Es muy bueno.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Durrell.

Juan Manuel Macías dijo...

La respuesta a "la pregunta/que hoy volveremos a dejar en blanco" nadies está en condición de emitirla, desde luego, pero ese poema la lleva guardada entre sus dos pliegues, tan delicadamente doblado por su centro. Así de simple (y de difícil) es la magia, cuando es verdad. Y vaya si es verdad!!
Sólo por poemas como éste uno prefiere que no acabe este invierno tan longevo de días blancos y símbolos cansados. Mi enhorabuena desombrerada. Bellísimo y verdadero.
Besos

Olga Bernad dijo...

Qué gracia, sí, puede doblarse por su centro;-) Doblalo, guárdalo en tu bolsillo y a ver si un día empezamos a responder cosas.
Es raro amanecer y volver a estar con uno mismo. Es un momento de soledad, como el de inmediatamente antes de dormirte, de "tránsito", como ha dicho Durrell.
Este largo invierno me está trayendo poemas sin amor. No es que lo considere tema fundamental, pero es extraño;-)
A ver dónde nos lleva.
Gracias, Juan Manuel, tu enhorabuena es un premio y tu comentario, una maravilla.
Besos.

ana dijo...

El viaje del sueño a la vigilia. Ese instante en que al abrir los ojos volvemos a enlazar la consciencia a las cuestiones que ayer tan sólo parecían dormir...

La vida y yo. Y ese blanco...

Un abrazo Olga.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Sublime...como siempre....

Olga Bernad dijo...

Realmente vivimos otra vida en sueños. A mí a veces me asusta, me asusta recordarlos tan claramente, me asusta lo que olvido. Hay un momento en que el hilo se rompe y volvemos. A veces la luz cansa y ese blanco también. Pero ahí, en ese símbolo cansado está la vida. Supongo;-)
Muchas gracias, Ana.
Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Compa... generosa como siempre;-)

Dyhego dijo...

Estoy por ponerme a cantar:
"Angelitos por aquí, angelitos por allá, chin chin chin chin".
En serio, me gusta el poema por esos contrastes de significados y esas imágenes que no entiendo, verbigracia; cartones bajo las alas.
Pero me gusta.
Salu2.

Olga Bernad dijo...

¡Eran pajaritos, Diego;-))))
Pues si te gusta, te gusta, no le des más vueltas. Que el misterio se nos mancha con nada.
Salu2.

Elsa dijo...

Muy hermoso, Olga. Permíteme,

¿Eres tú quien habita el sueño
o es la muerte de este tú al otro lado…?
En cualquier caso, sí, amanece,
anochece también en cualquier caso.
Y tú y ella,
y ella y tú
dentro
fuera
círculo
SUEÑO
espera.

Que sí Olga, que me sigues inspirando.

Un fuerte abrazo.

Dyhego dijo...

¡Qué fuerte, OLGA! Acaba de venírseme a la cabeza una imagen relacionada con ese verso.
(Y ahora no voy de coña mariñena, no).
Salu2.

Olga Bernad dijo...

Muchísimas gracias, Elsa. Buena pregunta (e inquietante). "Anochece también en cualquier caso"... me gusta ese verso, mucho.
Finalizar con la espera es no haber perdido la esperanza. Tal vez se irá contestando esa pregunta.
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

¿Qué habrás visto, tú, Diego?
Es lo malo de ponerse a mirar como hacia dentro. Usted empiece en broma y verá cómo acaba;-) Tal vez es una especie de hipnosis a distancia...
Salu2

Dyhego dijo...

No, mi respetada OLGA, ha sido una asociación de imágenes. De pronto su imagen me llevó a otra, personal, que no tiene nada que ver con su poema. Digamos que las palabras "ángel", "cartón" y "brazos" me han llevado a otra situación que viví. Se me han humedecido los ojos y todo. Yo, que en mi segunda juventud me jactaba de no llorar, ahora que estoy en la tercera juventud (jajaja jejeje) se me saltan las lágrimas más pronto de lo que me gustaría reconocer.
Rollos aparte. Salu2 sorpresivos...

Gonzalo Villar Bordones dijo...

hay países que caben en billeteras.

Miguel dijo...

Un poco más amargo, abatido también por la creatividad y modernidad de la blogosfera, atrapado en la forma precisa del haikú, una palabras y una asunción de ellas que me disgusta...

Haikú

primera luz
amanece una herida
otra promesa

No sé por qué lo escribi.

Me encantaría glosar "la luz de fatigado símbolo"; en cuanto a la respuesta que se deja en blanco no es cuestión de ignorancia o sabiduría, sino la falta de aquella luz "más cierta que la luz del mediodía, la que en el corazón ardía" Y para ti, Olga, el hecho de lo cierto es tan atractivo, como para mí la incertidumbre.

Y hablando de haikús, si estos versos conservaran la métrica exigida, ¿no sería uno de ellos?

Yo de nuevo.
Soy yo.
Estamos yo y la vida.

Sin embargo, los dos últimos versos de la pimera estrofa me han llevado a la aurora de lo pensado y lo sentido, es decir, a la función de la poesía que más admiro; y, como tales, son preciosos.

Muchas gracias, Olga. No sé que me depara la noche todavía, aunque la madrugada comenzó con buen pie.

Que tengas un feliz día.
Un beso.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Mi aplauso, Olga, una vez más.

Ángeles dijo...

Precioso Olga, hay días en que yo me quedaría en el país de cartón, pero claro me perdería poemas como este.
Un beso

Olga Bernad dijo...

Diego, lo que te pasa a ti ya le pasó al poeta:
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.


Algunos versos catalizan la vuelta de imágenes medio olvidadas. A mí me ha pasado.
Besiños.

Olga Bernad dijo...

Sí, Gonzalo, países que pueden doblarse y guardarse en el bolsillo;-)

Olga Bernad dijo...

Miguel, creo que tu haiku participa del mismo tránsito, promesa y herida, un día más y aquí estamos. ¿Con algún propósito? ¿Con cuál? ¿Cuál es el verdadero? No pierdo la esperanza de las certezas, pero las incertidumbres a veces nos salvan. Por si, al final, casi todo es mentira.
Espero que tu madrugada haya sido feliz.
Besazo, angelito;-)

Olga Bernad dijo...

Antonio, muchísimas gracias, una vez más.

Olga Bernad dijo...

Ángeles, yo a veces me quedo por un momento en esa tierra de nadie, ni quiero estar en los sueños ni en la realidad. Por un segundo flotas no sé dónde...
Gracias, guapa, me encanta que te el poema te guste.
Un beso.

Izarbe dijo...

Como que me ha dado "escalofríos" al leerlo, y la fotografía perfecta para el tema. Sigues sorprendiendo...
Me han dicho que estás muuuuuuy contenta, a ver si nos vemos y cuentas.
Un abrazo

Olga Bernad dijo...

Sí, esta mañana estoy especialmente contenta. A ver si el lunes me acerco por la Uni.
Hasta el amanecer del poema me parece menos desangelado, lo pienso y le veo cierta dulzura, chica; ya ves, son ratos que se tienen;-))
Abrazos.

s dijo...

Vengo ahora mismito de asombrarme en "cuestiones naturales", para asombrarme con tus caricias. De verdad...asombrado me quedo con estas virtualidades tan reales.

Abrazo.

Olga Bernad dijo...

Pues compartimos asombro, Sergio, te lo aseguro. Después de venir de allí, me dan ganas de guardarme a esta pobre muchacha. O de escribir (algún día) otro, otro distinto que sí sea el que quiero leer. ¡Tan satisfecha que estaba yo con mi poema! Pero eso es muy bueno. Es bueno para mí.
Un abrazo y gracias, gracias;-)

Angós dijo...

Bueno para ti y para los demás, que te leeremos otro poema, pero este es una maravilla. Es precioso. No seas así.

Olga Bernad dijo...

Pero si yo me muero de ganas de admirar algo; lo que pasa es que, honestamente, no siempre encuentro. Eso es lo malo. Pocas cosas me causan tanto placer como leer, ya lo sabes.
Pero gracias por esa fe, Angós (y por el esfuerzo que haces para comentar y, por tanto, para acompañarme también en esto, con lo poco que te gusta la cosa de los blogs:-). Aunque me temo que tú me tienes "enchufada". Y me parece normal, la verdad;-)))

Fernando Gonzalez Seral. fgseral dijo...

...me gusta !. Y la fotografía, de lujo.
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Sabía que te gustaría la foto, Fernando, pero me alegra mucho más que te guste el poema:-)
Un beso, maestro en cielos.

elpiyayo dijo...

A mi me pasa algo parecido, mi almohada retorcida entre mis brazos, como queriendo aferrarme a mi sueño, con temor a levantarme medio muerto, andar medio muerto, ir medio muerto al trabajo, incluso medio muerto trabajar y vuelvo a revivir y a nacer en la cama, bendita cama, bendita compañia y benditos sueños, pero "los sueños sueños son",.
Pienso que los sueños son vivencias que una persona tiene en el útero de su madre, El Paraiso, nacer:expulsados del Paraiso, soñar: recoradr El Paraiso, morir.........algunos vuelven al Paraiso, la cama los que no queremos irnos de nuestro "paraiso"

Olga Bernad dijo...

"Temor a levantarme medio muerto".
Medio muerto. Hay días que vivimos medio muertos. Quizá esa es la premonición de la chica del sueño, la de un día con el que no podemos. Tal vez por eso el amanecer se ve como un cansado símbolo sobre el que volcamos nuestro propio cansancio, una especie de ganas de volver a casa, algo así.
De una manera algo confusa, has sido muy exacto transmitiendo la sensación.
Y sí, a mí también me pasa;-)
Gracias por identificarte con algo del poema y hacerlo tuyo.

Gemma dijo...

Me resulta curiosa esa imagen del sueño como irrealidad en tanto que representación teatral (y hasta cinematográfica, podríamos decir) frente a esa desnudez de la vida al amanecer, no menos deslumbrante y reveladora, supongo. Pero lo más gracioso es que al leerlo la primera vez lo entendí como yo quise entenderlo: y entonces esa irrealidad pasaba a ser la de la vida. Luego seguí leyendo, y me gustó tanto la estrofa final, descubrir que, efectivamente, la vida se nos rellena de teatro lo mismo... Un poema capicúa, y como tal, perfecto.
Un besazo

enrique dijo...

Esta vez los versos no son platerescos.
Son de negra noche.
Y metafísicos.

Máster en nubes dijo...

Yo pensaba que te había dejado un comentario, pero en fin, parece que no, lo repito, a ver si esta vez (misterios de la tecnología o de yo qué sé...)

Decía que mientras que estés tú y la vida pues que adelante. Al final es lo que se tiene.

Desde la fiebre hoy te mando un abrazo.
Airora

Olga Bernad dijo...

Gema, yo también lo entendí así en una primera escritura, porque a veces, al despertar, nosotro buscamos la luz " pero una brusca oscuridad se enciende". Luego ya no sé lo que entiendo y, además, me da igual. Hoy lo leo de otra manera.
Ojalá fuera perfecto. Algún día, Gemma. Pero mil gracias, sister;-)))
Besazo.

Olga Bernad dijo...

De negra noche, aunque amanezca, sí.
Metafísicos unos, platerescos otros. De todo nos toca sentir;-)
Buen finde, Enrique. Y gracias.

Olga Bernad dijo...

No había recibido comentario tuyo, Aurora, pero ya sabes que alguna vez no me llegan, no sé por qué.
Adelante, desde luego, el cansancio da igual. Y la vida es lo que toca.
Cuídate esa fiebre. Es una respuesta de tu organismo sano ante el exterior, mujer. Es una lucha necesaria;-)
Abrazos curativos.

Selene dijo...

Precioso,como siempre,la foto también.Siempre te leo,aunque casi siempre,no creo estar a la altura de los comentarios.Un beso reina.

Olga Bernad dijo...

Selene, esta es mi casa, aquí la altura la decido yo. Y escribo para quien me lee. Me alegro mucho de saber de ti.
Gracias por esa lectura y un beso.

Anónimo dijo...

a veces la mejor respuesta es el silencio

Olga Bernad dijo...

Pues sí, tal vez ni el amanecer ni la vida dan ni buscan respuestas. Si uno está cansado, se aprietan los dientes, se calla y se sigue. Punto.
Bienvenido.

Miguel dijo...

No, no, no. Las cosas tienen que cambiar. La gente que frecuento está cansada, agotada. Las cosas se van a poner mucho peor. No me gustan los manuales de autoayuda, porque se te quema la cena mientras comprendes la receta y luego la casa huele a comida quemada. No, Olga, ese no es el camino. Estrena una respiración, al menos. Propaga su fragancia por la blogosfera. Denuncia (tú, que puedes) el poco tiempo que damos al tiempo tan escaso.Las cosas tienen que cambiar, tienen que cambiar. Basta de resistencia. ¿En manos de quién está la vida? Me encantaría escupirles, combatir a sus dueños.
Si crees que me falta visión, es decir, una visión resignada, mira tu resuello y la poca valía de cada momento, irrepetible en circustancias vanas u obligadas. No sé en que has pensado, ni lo que supone el éxito de tus versos en tu amplitud de miras. Acuérdate de esta madrugada en la que uno de tus humildes lectores revienta amorosamente en su pecho, digno del placer de vivir. Ya no sé de otra cosa. Muchos besos.

P.Son la 4 de la mañana.

Olga Bernad dijo...

Querido Miguel, tu reacción es noble, no nos gusta ver a nuestros amigos cansados, pero lo importante es el poema que, en mi caso, no denuncia, sólo es fiel al momento. Como tu comentario;-) Compartimos alergia por los libros de autoayuda (apenas he ojeado/hojeado alguno y siempre me han parecido de humor). Pero tu invitación abre un camino que no sólo no es el mío, sino que lo siento agotado. Yo tengo algunas alergias más y eso me impide, casi como una cuestión moral, erigirme en “denunciadora”: me da miedo parecerme a los peñazos que pretenden ser literatura comprometida o algo así utilizando para ello, como ejemplo, nombres cuyo mérito no es su compromiso sino su talento -que no se contagia por nombrarlo ni justifica torpezas ajenas-, me dan miedo las admiraciones (buscadas) que no tienen que ver con la poesía, los justicieros injustos a los que nadie ha llamado y son más pesados que una vaca en brazos , las sectas ideológicas, los que se erigen en portavoces de otros y en conocedores de las conciencias -ese misterio- de poetas vivos y hasta muertos. Por eso yo no denunciaré, Miguel, no denunciaré nada. Sentiré y procuraré mover en otros el sentimiento, el suyo propio, como ha ocurrido en ti. Aunque no busco ser efectiva en el aspecto que nombras, tal vez en el fondo lo sea más. Mis opiniones –que las tengo- me las guardo para la conversación, para los comentarios o para los foros que me parezcan adecuados. De momento, no las meto en mis poemas, donde sí dejo lo que soy pero de una manera distinta que no busco explicar. Aunque, sí, comparto mucho de las tuyas. Ése es mi aroma. Quién sabe cuál será en el futuro;-)
Pero me gusta verte pletórico en la madrugada. Me inquieta cada vez más esa vigilia constante. Tú tienes que contarme la próxima vez que vaya a Sevilla…
Un besazo, ángel de la guarda.

Anónimo dijo...

" El ángel de los sueños te ha besado
para dejarte amor sentido y musical..."

Una foto misteriosa, preciosa.
Un delicado poema,precioso.

Un beso

Olga Bernad dijo...

Vaya, muchas gracias, anónimo.
Te animaría a dejar de serlo; lo prefiero, de verdad, y aquí es bien recibido todo el mundo.
Un beso.

veridiana dijo...

soy yo,veridiana, se me fué el dedito...como estoy con una mano ya que sigo en cabestrillo.¡ uh! qué ganas tengo que me quiten esta plasta.

Olga Bernad dijo...

¡Pero si era nuestra Circe! Que te mejores, guapa, y que te quiten muy pronto esa cosa;-)))

Blackbird dijo...

Hoy no estoy inspirado. No es tiempo de grandes preguntas.
Los ojos se me cierran, creo que apagaré la oscuridad y me iré a la cama.

Buenas noches, Olga, y felices sueños.

PD. Alguna vez hay que irse a dormir.

Olga Bernad dijo...

Pues ya somos dos, yo tampoco estoy muy inspirada. Y ni siquiera puedo apagar la oscuridad porque aún tengo deberes (esta Andábata me va a matar;-)
Dejaremos las preguntas, dejaremos las respuestas.
Cuando me vaya a dormir sólo procuraré descansar un poco.
Mañana empieza otra semana y también me suena ahora a símbolo cansado.
Buenas noches, Black.

Juan Vico dijo...

Me ha encantado, Olga. Y rítmicamente es muy interesante. Ese alejandrino roto en tres como transición...

Besos y aplausos.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Juan, me alegro muchísimo de que te guste.
Quería que el alejandrino tripartito doblase el poema separando alejandrinos y endecasílabos, pero no pudo ser, los dos últimos versos de la primera parte se me fueron ya hacia el endecasílabo y no quise forzar el ritmo que había salido naturalmente. Siempre prefiero respetarlo.
Te agradezco los aplausos y te mando besos de vuelta;-)

Ras Ten dijo...

Te invito a mi blog sobre CULTURA INDEPENDIENTE Y NO TAN INDEPENDIENTE. Mi idea es acercar a todas las personas a ciertos grupos, películas, series, libros que no tienen una gran campaña comercial y no podemos conocer tan facilmente: http://culturain-dependiente.blogspot.com espero que lo disfrutes! Un saludoo :)

Olga Bernad dijo...

Gracias, Arantza.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

"Yo de nuevo.
Soy yo.
Estamos yo y la vida."

La parte central de tu poema es la bisagra vital. La única certidumbre de este incierto sueño.

Saludos y gracias.

Olga Bernad dijo...

"Bisagra vital". Lo que necesitamos engrasar a veces (para que las incertidumbres no rechinen más de la cuenta;-)
Gracias a ti, Francisco Javier, por la lectura.

Iseo dijo...

¿Qué te inspira escribir estas cosas? ¿El cansancio? El poema magnífico aunque casi me produce miedo. El interruptor que hay al lado de mi almohada siempre enciende la luz, nunca la apaga. Y no sé qué momento me gusta más si cuando llego al país de cartón o cuando me voy de él. En cualquier caso, nunca se enciende una "brusca oscuridad". Espero que siga así. Besos.

Olga Bernad dijo...

No lo sé exactamente, Iseo, aunque a veces tengo alguna pista;-)
Que todas tus luces se sigan encendiendo...
Besos, bendita.

Sergio Astorga dijo...

Olga, cuanto Alberti entre "los rumbos del cielo".
El ala inmóvil en tu palabra fresca. En blanco quedará la incógnita. Así como cuando conversan las virtudes con las potestades.

Abrazo intangible por inteligible.
Sergio Astorga

Olga Bernad dijo...

Es curioso eso que dices, sin dejar de ser cierto, ya que tú lo has visto, yo pensé más en tu querido Juarroz:
Inventar el regreso del mundo
después de su desaparición
.

Después de todo,
Hay que ponerle pruebas al infinito,
para ver si resiste
.

Un fuerte abrazo.

ONDA dijo...

Muy bien conseguida esa unión entre la imegen y tus serenas y maduras palabras

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Ignacio, qué alegría que te guste esa unión. Hay que reconocer que la foto es preciosa;-)

gbp dijo...

Una maravilla, cariño. Tú y tu mundo de los sueños, siempre me ha fascinado.

Besitos.

Olga Bernad dijo...

A mí siempre me ha costado desconcectar de ese mundo a veces terrible y otras amable, pero siempre misterioso. Como el real;-)
Kisses, sister.

Mery dijo...

Por cierto, has hecho cambio de fachada en tu casa. Muy bonito. Al principio creí haberme equivocado de lugar, jajaja.
Un beso, otra vez nocturno.

Olga Bernad dijo...

Ha sido en honor de la Andábata, Mery, como ella lucha a ciegas yo he decidido tener los ojos bien abiertos. No es que nos sirva de mucho, pero en fin...
Me alegro de que te guste, ha sido un cambio bastante radical.
A dormir me voy, morena, un beso;-)

Pepe López dijo...

Hola Olga, ya hacía mucho que no me pasaba por tu casa, y solo sabía de ti por Miguel (Sevilla).

A veces me entra miedo cuando pienso en qué es la realidad, o si los sueños son nuestra otra realidad.

Me encanta la primera estrofa.

Saludos

Olga Bernad dijo...

Ay, Pepe, estaba buscando tu comentario en la entrada actual y, claro ¡no aparecías!
Oye, me alegro mucho de verte de nuevo por aquí y de que te haya gustado el poema.
La realidad es como un mapa con muchas carreteras. Algunas transcurren en sueños. Tal vez.
Saludos, Pepe, para ti y para nuestro común amigo Miguel.

David Campos dijo...

porque no tiene abogado

Olga Bernad dijo...

Puede ser;-)
Sólo nos faltaba buscarles abogado hasta a los personajes de los poemas.
Bienvenido.