lunes, 8 de junio de 2009

King George



No quería decirte cualquier cosa
ni de cualquier manera.
Quería disparar sobre tu frente
para lavar de golpe mi memoria
con un simple y sencillo asesinato.
Ahora muerdo
el polvo de la pólvora quemada
pegado al paladar y a mi saliva.
Yo no te maté apenas, sin embargo
tu frente se ha tragado mis preguntas.
Toda la noche estuve dando vueltas
al rastro de los besos que inventaba
con inquieta nostalgia de novicia
-esa brutal nostalgia de todo lo no sido-
y recuerdo
que al despertar tenía ya en la boca
cobrado mi salario:
el sinsabor exacto de tu nada.

Olga Bernad
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Hace un año:
Distinto amor
Porque quiero
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60 comentarios:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Olga, te has superado, con creces.

Está perfecto, redondo diría.

Muchas gracias por escribir estas cosas.

Un fuerte abrazo Olga.

Máster en nubes dijo...

Olga, me ha encantado, me ha dejado un poco ko, no sé si es la intención ;-) o es la hora en la que vuelvo de la jornada electoral, todo puede ser.

Y el vídeo y la canción de Dover, acompañan al 100 % a tu poema, uf, qué gusto cuando al placer de la lectura se le une el musical.

Ay, Olga, qué acabado te sale siempre´.

Un beso
aurora

Olga Bernad dijo...

Gracias a ti, Javier, por acercarte a leerlas.
Redondo, perfecto, ojalá. Pues "no quería decirte cualquier cosa /ni de cualquier manera" y no siempre es fácil abrirte un hueco en la frente de alguien, salvo a punta de pistola:-)
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Pues sí, Aurora, siempre es la intención. Ese K.O. lo sentí un poco con aquel disco de Dover -para mí el primero aunque era ya el cuarto- se llamaba "I was died for seven weeks in the city of angels" y tenía algo de largo disparo. Este King George es mío y es for me;-) For ever. Con él me limpio el pensamiento de bellezas varias que no lo son, cuando el poso de su sabor empieza a molestar. Necesito actividades compensatorias. Sin llegar al asesinato(estoy, como Sabina, hasta en contra de la muerte natural) no me digas que a veces no se agradece un poco de contundencia;-)
Pero me guardo la dulzura, no te creas, para las amigas.
Besos.

Manuel Arribas dijo...

La lectura de tus versos me llevan, en el recuerdo, a los ejercicios de análisis que alguna vez me tocó hacer. Me doy cuenta de cuan número de significados en cierran tus palabras. Leerte rápido imposible, leerte y pensar, terrible para el gozo de los sentidos. Me gusta intentar vislumbrar lo oculto tras le cerradura de tus palabras.

Olga Bernad dijo...

Vislumbrar lo oculto tras la cerradura de unas palabras es una actividad muy, muy sugerente;-) Y una imagen muy bonita, Manuel. Supongo que todos somos un poco “peeping Tom” tras las palabras que nos atrapan y suelen estár, curiosamente, como en otra habitación que no vemos del todo.
Gracias mil por tu comentario. Me ha gustado mucho.

Olga Bernad dijo...

Por cierto, Manuel, felicidades por ese accésit por el cartel que presentaste para las Fiestas del Pilar 2009. Me hubiera encantado ver nuestra ciudad, esa Z inmortal, empapelada con tu imagen:-)
Es muy bueno.

s dijo...

Buen disparo, Olga. Conciso, certero.

Gracias, me ha encantado. Abrazo.

Olga Bernad dijo...

Gracias a vos, Sergio;-)
Besazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ese asesinato interior deja un vacío, pero también libertad. Al menos así yo lo he entendido. Qué lástima que la libertad cueste tan cara. Me gusta el poema. Un beso.

Olga Bernad dijo...

Quizá se busque eso, una cierta libertad, una sorpresa en el otro que nos libere de su influencia, de su embrujo o algo así. No lo sé. Pero la libertad sale siempre cara, incluso cuando no es posible:-)
Me encanta que te guste, Jesús.
Un beso y muchísimas gracias.

Juan Antonio González Romano dijo...

Muy bueno, y el final, redondo. Me encantó esa "nostalgia de todo lo no sido": llevo días rondando esaq misma idea para un poema.

Un abrazo, Olga.

Olga Bernad dijo...

No hay nostalgia más terrible, no se trata de lo que no volverá, sino de lo que no será nunca y nunca ha sido. Lo que sólo existió en el territorio del deseo.
Los temas son tres o cuatro, Juan Antonio, cada día estoy más convencida. La originalidad es una superstición muy adolescente. Lo distinto es para mí algo personal, anclado y fiel a una historia particular y, tal vez, por qué no, a una tradición. Es algo muy difícil de explicar (sobre todo para mí, que no soy nada partidaria de las teorías poéticas:-).
Espero tu poema.
Un abrazo.

Gemma dijo...

A mí me ha ocurrido algo curioso con tu poema. Después de leerlo y releerlo, y quedarme padaleando algunas de sus imágenes, he tenido la sensación de que eran perfectamente convertibles (al menos en parte) a la forma prosística... Lo onírico es muy propenso a este tipo de trasvases, ¿no te parece? Por, ejemplo:
"No quería decirte cualquier cosa ni de cualquier manera. Quería disparar sobre tu frente para lavar de golpe mi memoria con un simple y sencillo asesinato.
Ahora muerdo el polvo de la pólvora quemada pegado al paladar y a mi saliva". Y es que tu poema me hizo pensar en las imágenes contundentes de los Crímenes ejemplares, de Max Aub...
Un abrazo

Olga Bernad dijo...

Sí, perfectamente de acuerdo. El huir además de un tono excesivamente "poético" facilitaría la conversión en una prosa un tanto musical. Finalmente lo que busco es la expresión de la poesía en un sentido bien amplio. En otra entrada (Muerta en combate a golpe de extrañeza) pasó lo contrario: la mostré en prosa y algún comentarista hubiera preferido su disposición en versos.
Max Aub, qué fuerte;-) Lujo de comentaristas, que me hacéis ver asociaciones y muchas más cosas de las que yo pensaba.
Un fuerte abrazo, Mega.

colorprimario dijo...

Ya precognizaba Rimbaud que había que estar preparado para el tiempo de los asesinos. Hay mucho aquí que huele y sabe a crimen, desde el amor en forma de desesperanza, a las preguntas que fuerzan a pensar en todo lo que no queremos pensar.

Lo leí anoche, y lo he releído hoy. Mentiría si no dijera que esta última lectura me ha resultado una buena forma de arrancar el día con poesía.

Salud.

D.

Olga Bernad dijo...

Yo creo que las preguntas de verdad no tienen en cuenta lo que nos complace, ni tampoco lo que complace a los demás. ¿No te gustaría, a veces casi literalmente, ver de verdad lo que una persona tiene en la cabeza, lo que guarda dentro? Tal vez poseer a alguien tenga que ver con eso, con entenderlo. Pero el intento abre un oscuro túnel que puede no responder ni una sola pregunta y, sin embargo, puede tragárselas todas y dejarte sin nada, sin ni siquiera las ganas de volver a preguntar.
En fin, divagaciones:-)
Me alegro de que hayas comenzado con poesía, D.
Abrazos y gracias por tus lecturas y relecturas;-)

enrique dijo...

En efecto, la nostalgia de lo no sido es brutal.

Miguel dijo...

Apenas tengo experiencia de vida en pareja, aunque haya amado como todos; en fin, que no es mi terreno, y bien que lo siento; de todas maneras, claro, que aprecio el poema. Me encanta la metáfora del asesinato, como la frente que se ha tragado tus preguntas, el salario cobrado como un tesoro ilusorio. Yo suelo recomendar: tomar aliento, que es el disco duro de la conciencia, para que nada se desvanezca. No tengo, sin embargo, tal bagaje de experiencias como para comentar algo más, salvo que he disfrutado de buena poesía, la tuya, como siempre. Muchas gracias por compartirla.
Salud, Olga.

Mery dijo...

Leo los comentarios anteriores y muchos hablan de lo que yo te diría ahora mismo.
Esa nostalgia de lo no sido, como una novicia sin recuerdos, pero llena de sueños...Ese salario amargo en la boca...
Creo también que este poema te salió redondo, Olga. Cuando uno maneja las palabras con la maestría con que tu lo haces, todo parece fácil. Tengo la impresión de habértelo dicho ya antes, pero no importa, es la pura verdad.

Un beso

Olga Bernad dijo...

Enrique, sí, la nostalgia de lo no sido es la más salvaje, no tiene remedio. No nos queda ni el consuelo triste de la decepción, sino la sed del deseo no saciado, con su profundo e inagotable sabor a nada.

Olga Bernad dijo...

Pues si has amado, o te has obsesionado o has caído a los pies de alguien, tal vez puedas compartir la sensación. No es un poema a la vida de pareja (aunque ya he dicho alguna vez que para mí la intención del que escribe no acaba siendo lo más importante; al menos como lectora yo no suelo pedir “permiso” a ningún autor para sentir lo que siento al leerle;-) La metáfora del asesinato parecía la única capaz de traer, no lo sé, descanso, tal vez un poco de libertad como apuntaba Jesús. El asesinato como liberación, la sorpresa como vía para descubrir al otro, para abrir un camino, poder mirar y vislumbrar lo oculto tras la cerradura de otras palabras, como decía más arriba Manuel. Los comentarios me dan nuevas perspectivas. Si te ha gustado, ya forma parte de tu experiencia. Y eso es un honor para mí.
Salud, querido Miguel.

Olga Bernad dijo...

Mery, es uno de los motivos fundamentales del poema, la nostalgia de lo no sido. Y el verso que la nombra pretendía ser contundente en su sencillez y estaba enmarcado por los dos guiones. También estaba subrayado, si te fijas, por la colocación en el poema. Es el último de la parte central, la delimitada entre los dos versos cortos del poema. Esos dos versos cortos entre endecasílabos funcionan también como guiones. Todo eso no estaba planeado (al menos conscientemente), pero una vez acabado se ve el dibujo con bastante claridad.
Mil gracias, morena. Siempre generosa y elegante.

Fernando Gonzalez Seral. fgseral dijo...

...también me ha gustado.
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Pues ya está, eso es lo importante;-)
Un beso, maestro.

Juan Manuel Macías dijo...

Bueno, ya sabes que huyo de la escolástica (uno de los peores males de occidente) como de la peste. Así que no hablaré de ideas sino de placer. El poema es una maravilla, creo que tendría que aprender de los comentarios de González Seral para decir las cosas claras y lo que de verdad importa, con su precisa mirada fotográfica.
Por cierto. Respecto a lo que alguien comenta por aquí sobre las conversiones en prosa. Sólo un apunte. Estoy del lado de Gerardo Diego: la poesía de verdad es intraducible a prosa. Aunque habría que añadir que yo no distingo en absoluto entre prosa y verso (esas nimiedades de forma y fondo las dejaremos para los manuales y los temarios de oposición), sino entre lo poético y lo prosaico. Reivindiquemos a Mallarmé tantas veces como sea necesario. La poesía se hace con palabras, no con ideas. Y tus palabras están, como de costumbre, perfectamente elegidas y asentadas. Lo invisible (la magia) lo pones tú.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Yo comparto que la verdad de la poesía no es solucionable como una ecuación en la que el valor final depende de la nota “media” entre forma y fondo. La forma es el fondo y el fondo es la forma y el valor final un misterio de imposible y tal vez innecesaria solución. Pero nadie ha hablado de “traducir”, sino de “colocar” en una disposición o en otra las mismas palabras, y eso es exactamente no distinguir entre prosa y verso, sino entre lo poético y lo prosaico, distinción que compartimos incluso cuando considero que no hay nada más prosaico que un lenguaje poético que no alcanza su no sé qué, aquel que siempre, siempre sabe de qué habla hasta el final, como un libro de texto.
Yo estoy dispuesta a reivindicar a Mallarmé a pesar de no haberlo leído;-) Todavía soy joven para leer. Además, me hiciste notar que coincidí con él en una entrada antigua y eso es un honor. Como tus visitas y tus comentarios que, además de un honor, son una alegría.
Se te echa de menos, capitán.
Besos.

Juan Manuel Macías dijo...

En efecto, el fondo es la forma y viceversa. Es algo que siempre te he dicho. O tal vez sea absurdo hablar de forma y fondo en poesía. Un poema se puede leer de mil formas. Recordemos aquellos poemas arcaicos en papiro donde el escriba de turno no respetaba el verso. Ni siquiera había puntuación. Los límites entre prosa y verso siempre son imprecisos. Es una cuestión sobre todo de escritura, no de habla. Y en última instancia, es una cuestión de capricho.
Besos.

José Miguel Ridao dijo...

Son versos contundentes, como disparos. En prosa o en verso, tus escritos tienen mucha fuerza. Me ha vuelto a gustar, vaya por Dios;-)

Olga Bernad dijo...

Sí, exacto. Eso me hace pensar en aquella foto que me mandaste del pariro encontrado con un poema de Safo. Ni huecos entre palabras. Entonces el sentido común estaba protegido por la falta de papel y la frivolité que suponía dejar huecos en blanco. El poema estaba ahí, en su ritmo, bailaba en su música, respiraba en la palabra o en el pensamiento.
Qué olor a brento, por Dios, qué bonito:-)
Más besos, va.

Olga Bernad dijo...

¡Ridao! Vaya por Dios;-) Como hablamos de lo mismo, prosas y versos, aprovecho para mandarte también besos,oye,(pero uno para Lola, que conste:-)
En serio, me llama mucho la atención lo de la fuerza, como lo de la serenidad. Son cosas que me repetís mucho y que no las noto yo en mi vida, no te creas. No sé cómo me las arreglo para transmitir algo que yo no veo que acabe de poseer... misterios.
Mil gracias, José Miguel.

Andrei Rublev dijo...

Te veo nihilista, Olga. Y nostálgica, con la primera época cañera de los Dover (sus seguidores aún no les han perdonado su evolución. Cosas). Ningún verso podría definir mejor mi vida que esa "brutal nostalgia de todo lo no sido" (seguro que lo he estropeado, pero el sentido es lo que cuenta, sin que en mi vida, afortunadamente, haya habido algo calificado como "brutal"). Poema a ritmo de rock, cual si fuera un disparo rabioso, para echar en cara lo no vivido, o lo vivido sin expectativas, sin "chicha", vaya.
Creo no ser un buen exégeta. Será que estoy ensordecido por la ráfaga con la que nos has sorprendido.
Besos (con sabor a granos de pólvora enfusada por un cañón)

Olga Bernad dijo...

Sí, Arsenio, ya sabe usted que me dan periódicos ataques nihilistas a pesar de que la consigna de mi vida es mantener la fe. Suelo disimularlos porque estoy muy bien educada, sin embargo, a veces no lo puedo evitar, se me desliza un poco en lo que escribo. ¿Recuerda aquel “No hay más ángel que yo, no vendrá ni el demonio” de los Malos sueños en el que vio tanto desconsuelo? Pues esto es parecido.
Esa chica de los Dover se ha vuelto rubia y delgada, como su música. Del “Devil came to me” a la revista “Elle” hay un recorrido demasiado nihilista incluso para mí. Sólo le pido a Dios que no me deje llegar hasta esos límites y creo que no lleva intención (no adelgazo nada, otro año sin bikini: por algo será:-)
Creo que el verso de la nostalgia puede definir la vida de cualquiera que tenga memoria y recuerde todo lo que no hará jamás. Es usted buen exegeta, ha oído la ráfaga. Ya quisiera yo pensar en espadas y caballeros, pero últimamente sólo me calma los nervios soñar con metralletas.
Un beso.

Spender dijo...

"Esa brutal nostalgia de todo lo no sido"

Qué verso, Olga...

Olga Bernad dijo...

Esta vez coincidís casi todos.
Gracias, Spender.
Abrazos para ese norte hacia el que miro tanto.

Izarbe dijo...

Por fin consigo escribirte, lo estuve intentando ayer noche en un descuido familiar, pero el máldito ADSL no me dejó ni siquiera terminar de descargar todo. Me ha encantado, simplemente eso...
Un abrazo

Maria Luisa dijo...

Querida Olga:

"No querría decirte cualquier cosa
ni de cualquier manera"

(Como siempre me he apropiado de un trocito de tu poema)
Olga, querría ser original, decirte palabras que sonaran nuevas, ¡No sé!
Te digo: ¡GRACIAS!
Por acompañarme, comprenderme y dedicarme un ratito de tu valioso tiempo.

¡GRACIAS!
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Izarbe, mi ADSL también va como quiere, qué me vas a contar... Me alegro muchísimo de que te haya gustado, guapa, al final no se pretende otra cosa.
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

No necesitas palabras nuevas, María Luisa, las tuyas están bien, te traen a ti.
Yo soy la que te agradezo tu compañía, tu sencillez, tu entusiasmo y tu cariño.
Un besazo, Reina.

Isabel Barceló Chico dijo...

Mientras te leía iba sintiendo lo que has escrito en uno de los últimos versos, "la brutal nostalgia de lo no sido". Y me doy cuenta de que ese es el efecto que consiguen tus versos y tu prosa en mí: la sensación de una herida que nunca me han inflingido y, sin embargo, conozco muy bien. Magnífico, olga. Un abrazo muy fuerte.

gbp dijo...

Pues sí, cariño, de vez en cuando no hay nada como la contundencia y la de tus versos es admirable.

Precioso.

Besitos

Olga Bernad dijo...

Es precioso lo que dices, Isabel. Puede que sea algo parecido a lo que siento yo como lectora. Lo has expresado de una forma perfecta: sencilla, imaginativa, breve y exacta.
"La sensación de una herida que nunca me han infligido y, sin embargo, conozco muy bien".
Gracias.

Olga Bernad dijo...

¡Gema! Has llegado por partida doble (eso no compensa tus larguísimas ausencias, que lo sepas;-)
Muchas gracias, sister, un poco de contundencia, un poco de Dover y, por favor, que exista King George o algo parecido. En serio, una melodía continuada, sobre todo si no es brillante, puede ser una tortura. Se me atragantan la melodías. Tú lo sabes.
Besos, sister.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

...Poeta creciente....magnífico ese final. Besos.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Miguel Ángel, ojalá sea así. Me importan mucho los finales; no los planeo, pero cuando llego al final lo noto mucho;-)
Un beso.

Angós dijo...

Yo me espero mucho porque no se cómo decirte pero quiero decírtelo. Me gusta muchísimo. Las cosas que escribes son distintas, como tú.

Olga Bernad dijo...

Creo que lo dices muy bien, Angós, porque me llega de una manera muy especial.
Mil gracias.

Blackbird dijo...

Buff, espero que nunca nadie me tenga que dedicar palabras parecidas, me dejarían en la miseria moral más absoluta, (casi me ha dolido).
Las palabras disparadas duelen más que las balas.
Un abrazo Olga.

P.D. Por si acaso me he refugiado debajo de la almohada.

Olga Bernad dijo...

Muy pendientes de complacer no están estas palabras, pero tampoco de hacer daño (lo del sencillo y simple asesinato no es más que un detallito, hombre:-)
Yo creo que son palabras de amor o algo así. Aunque, bien pensado, qué más da.
Besitos, Black, sal de debajo de la almohada, venga, que hoy no me has traído ni canción;-)

Blackbird dijo...

Siento no haber “entendido” lo que querías transmitir. Quizás (y sin quizás) tengo la sensibilidad y el sentido poético de una lechuga, aunque desde luego pretender “entender” un poema es asesinarlo (y bastantes destrozos hago ya en este blog). O también me puedo permitir la misma licencia de nuestra antigua bloguera Booster2051 y considerar que el poema es de quién lo lee no de quién lo escribe.

Me sigue pareciendo duro y lo siento, lo único que me inspira ahora es esta horterada “revival”
¿por qué te vas?

Después de esto estás autorizada a echarme del blog.
Besos y perdón Olga.

Olga Bernad dijo...

Black, Dios, estaba perdiendo el tiempo tontamente cabreándome con los comentaristas de otro blog, y estabas tú aquí con la trémula Jeanette.
El poema es de quien lo lee, desde Booster (o incluso antes;-) no caigo en la tentación de tener la última palabra con respecto a lo que escribo ni a ninguna otra cosa. Simplemente, digo lo que hay: el poema era de amor. Un amor raro, si quieres... pero no sé qué amor no lo será.
Está muy bien eso de que entender un poema es también asesinarlo. Could be.
No me voy a otro sitio que no sea la cama, que ya vale por hoy.
Besos y gracias.
Al final, canciones tristes...

Antonio Azuaga dijo...

No; no se puede matar un sueño. Los sueños se suicidan cuando amanece la costumbre de no creer en ellos, de no vivir por ellos. Entonces, nos pagan. Un “salario” naturalmente, que es cosa del mundo; unas monedas de “nada”, que es cuestión de real realidad. Nos pagan molinos de viento a cambio de hazañas gigantes. Todo un “sinsabor”, sin duda. Aunque, en este caso, el sinsabor se permita no serlo porque para decirse elige un gran poema… Tuyo, claro está.

Un beso.

Olga Bernad dijo...

Muchas veces pienso que sólo tú puedes comprender, no exactamente el poema, sino el absurdo mar de fondo que ruge en todos. Tal vez tú y Juan Manuel, por verlo venir de lejos. No lo sé, no creas que me importa.
Cómo cansa el sinsabor a nada. Quisiera ser capaz de soportarlo.

"Aunque todos sabemos que tendré que elegir
entre la risa absurda de esa vieja
y los gestos más tímidos que veo en otros rostros
(pero es la misma triste risa vieja,
la enloquecida venda que salva tantos ojos)
o la certeza mucho más absurda
de saber que no hay nada", etc.

Si ya lo escribí una vez, para qué repetirlo.
Pero gracias por venir. Estaba especialmente triste, como siempre que se me calienta la sangre y discuto para nada.
Un beso, Antonio.

Marta Fernández Olivera dijo...

Brutal en el amplio sentido de la palabra, seco, directo, aspero, duro, incomodo, amargo, es genial Olga.
petons,
;)

Olga Bernad dijo...

Yo es que no puedo con la dulzura permanente, me ahoga, me asquea, me parece falsa.
Necesito echarla de menos.
Bueno, pero luego los momentos (y los versos) dulces se disfrutan mucho;-)
A ver cuando oigo una melodía que me atrape y la sigo...
Petons, guapa.

Ángeles L. Satorre dijo...

Sencillamente genial. Envidio tu gran soltura a la hora de escribir estos versos tan llenos de vida.
Es un fluir de palabras desde el corazón hasta nosotros: un verdadero regalo para el alma.
Un saludo.

Olga Bernad dijo...

Ay, ato mucho la soltura, cada vez más, es un juego raro entre dejarte llevar y sujetarte. Sin embargo, siempre hay algún momento en que escribir tiene algo de cerrar los ojos y dejar fluir, pero hay que tener la cabeza tan limpia que no es fácil encontrar ese momento. Me explico muy mal; ustedes me entendéis, seguro;-)
Un regalo es tu visita.
Saludos, Ángeles.

Anónimo dijo...

No entiendo mucho de poesía y eso que digo de mi mismo ser un ladrón de versos, pero... ¿Esto que escribes es poesía o prosa poética escrita en forma de verso? No sé, intenta aclarármelo, no se si escribes versos libres o blancos.

¡Un saludito!

Olga Bernad dijo...

No sé si quieres un comentario filológico. Tengo la filología un poco olvidada. Escribo lo que quiero, ¿podemos llamarlo por eso versos libres;-)? No lo sé, no me importa. Lo cierto es que todos los versos de este poema son endecasílabos, no sé si todos siguen el ritmo de acentuar 3ª, 6ª, y la obligada décima sílaba (entretente tú, que estás interesado:-); excepto el segundo y penúltimo verso que son heptasílabos y el "Ahora muerdo" "y recuerdo" que son lo que son (quizá pequeños guiones de cuatro sílabas, si hacemos sinalefa en aho-ra) porque de vez en cuando me gusta cortar el ritmo, supongo.
Al escribir sigo la música del pensamiento. Suelen salirme endecasílabos, heptasílabos y alejandrinos. A veces escribo voluntariamente ciñéndome a la métrica, otras no. De colocarse en forma de prosa, sería una prosa un tanto musical en la que encontraríamos catorce endecasílabos. Pero por poder, se puede (a la cárcel no vas, creo).
Yo diría que esto es un poema.
Sobre la distinción entre la poesía y la prosa, por una parte; y la poesía y lo prosaico, por otra, se han dicho cosas muy acertadas más arriba.
Saludos, Ladrón de versos. Bienvenido.

Olga Bernad dijo...

Ah, me olvidaba del verso protagonista, "Esa brutal nostalgia de todo lo no sido", que es un alejandrino;-)