PÁJAROS EN LA CABEZA
Lo que fecundan pájaros estériles
sobre tu centro abierto, disfrazado
de la fruta carnal que al menos sabe
dejarse devorar por otros labios.
Quisiera proteger de lo mezquino
tu malogrado asombro solitario.
No existe dios que lo sostenga, nadie
le rozará los dedos con su nombre.
El ático de los gatos es una revista literaria que sacó a la luz en mayo su primer número. Cuando, allá por febrero, Rosario Troncoso -directora y motor de este proyecto- me pidió algún poema para ese primer número, le entregué dos: Perfecto (que iba a formar parte de El mar del otro lado, entonces a punto de publicarse) y estos Pájaros en la cabeza, inéditos, que ahora traigo también aquí. Enhorabuena a Rosario y a todo el equipo de personas que han puesto en marcha esta iniciativa. Encantada de colaborar.
Antón Castro recogió también, hace unos días, estos pájaros y algún otro en su blog, junto a unas preciosas fotografías de Imogen Cunningham. Y Mariano Ibeas los llevó a su desván. Gracias a ambos.
El ático de los gatos es una revista literaria que sacó a la luz en mayo su primer número. Cuando, allá por febrero, Rosario Troncoso -directora y motor de este proyecto- me pidió algún poema para ese primer número, le entregué dos: Perfecto (que iba a formar parte de El mar del otro lado, entonces a punto de publicarse) y estos Pájaros en la cabeza, inéditos, que ahora traigo también aquí. Enhorabuena a Rosario y a todo el equipo de personas que han puesto en marcha esta iniciativa. Encantada de colaborar.
Antón Castro recogió también, hace unos días, estos pájaros y algún otro en su blog, junto a unas preciosas fotografías de Imogen Cunningham. Y Mariano Ibeas los llevó a su desván. Gracias a ambos.
29 comentarios:
Es maravilloso, Olga.
Muchas gracias, Sara.
"Quisiera proteger de lo mezquino
tu malogrado asombro solitario".
Hermoso. Difícil.
Espléndido poema.
Gracias, Durrell.
De esos dos versos surgió todo el poema.
Un gran Poema.
Aveces son necesarios esos Pájaros.
Abrazo y saludos afectuosos!
Los pies en el suelo y los pájaros... en la cabeza.
En el fondo, qué sería de mí sin los míos.
Un abrazo.
De acuerdo con Durrell: esos dos versos no se olvidan. A mí este poema me ha impactado. Deseando tener en mis manos tu siguiente colección, Olga.
Uf, no veo el próximo poemario acabado para antes de dos años... o yo qué sé, Sara, cualquiera hace planes con estas cosas;-) Voy a mi ritmo; de vez en cuando sale alguno y hasta le gusta a alguien. Eso ya es mucho;-)
Poema extraño y hasta difícil (alguien lo ha dicho ya). No sé si alcanzo a entenderlo: ¿una admonición para adolescentes perplejos? (aunque válida a cualquier edad). Me parece que sus dos estrofas, más que ser consecutivas, o relacionarse a modo de silogismo, se imbrican e incluso prolongan la sintaxis de sus frases, para construir un texto giratorio, y en algo parecido a (precisamente) aquellos dibujos de pájaros dando vueltas sobre una cabeza que algunos autores de tebeos utilizaban para sugerir a veces ingenuidad, a veces dolor (aunque en este segundo caso, siempre había un chichón evidente sobresaliendo de la cocorota). Bueno, me parece que me he ido por los cerros de Úbeda. Será cosa de los pájaros...
La parte mejor de todos estos diálogos es que me hacéis ver cosas que yo no había visto y que tal vez estaban ahí. ¿Entender? yo nunca he podido explicar bien los poemas, pero a veces al leerlos he sentido un inmenso sí. Lo que puedo decirte es que no pensaba en admoniciones, ni para jóvenes ni para maduros (dios me libre.-), pensaba en ese asombro tan hermoso, en cómo protegerlo, en la posibilidad de que ocuparse de él sea ya pecar de ingenuos,tener la cabeza llena de pájaros. No sé. No lo sé, pero quisiera protegerlos porque en ellos hay una buena parte de mí, una que frecuentemente sobrevive escondida.
Ojalá también tú, aunque de forma algo inexplicable, hayas sentido esa especie de sí,-)
Te agradezco mucho tu lectura y la generosidad de tu comentario, Alfredo.
Poema extrañamente perturbador.
Salu2 y enhorabuena, Olga.
Gracias, mesié. Saludos.
Araceli Esteves me deja, parece que por error, un comentario a esta entrada en una anterior. Aquí lo copio por si viene y no lo encuentra:
"Ojalá nunca te abandonen los pájaros que anidan en tu cabeza. Besos"
Que cada cual haga con los suyos lo que sepa, Araceli, porque estos no se compran: se tienen o no (para bien y para mal,-)
Besos, guapa.
Olga, este comentario sólo picotea tu poema, calla y tal vez vuela.
Abrazo y pluma.
Gracias por la lectura, el vuelo y la mezcla de silencio y palabra, Sergio.
Abrazo.
Hola Olga, encantada de encontrarte y la casualidad ha hecho que tus gatos y los míos se encuentren. saludos desde Tenerife y te dejo enlace de mi blog por si quieres maullar conmigo.
http://gofioconmiel.blogspot.com.es/
Gracias, Gloria. Bienvenida.
Coincidimos en el Ático! genial compañía!
Un beso muy fuerte
Agustín
¡Te vi cuando Rosario me envió la revista! Una coincidencia más;-)
Besazo, Agustín. Y lástima no estar más cerquita, me pierdo todo lo vuestro, ay.
Me encanta.
Gracias, sister. Ya contaba con tu objetividad;-) Pero me gusta que te guste...
Muy hermoso Olga.
Somos tan vulnerables,que es imposible no sucumbir.
Un beso.
Vaya, gracias, Veridiana. Me alegro de tu vuelta! Espero que la viajera Circe haya tenido buenos vientos,-)
Un beso.
Este poema desde luego no te deja indiferente. Asombroso. Me ha encantado. No me olvido de tí, espero poder encontrar muy pronto un rato para quedar (me faltan horas en el reloj y me sobran pájaros en la cabeza)
¡Iseo! Esta parece la entrada de los pájaros que vuelven,-) Me alegro de que te guste. Black me llamó hace pocos días, le dije que mandaría un correo a tres bandas para acordar encuentro, je, que ya va haciendo falta. A todos, me temo, nos falta tiempo y nos sobran pájaros en la cabeza. Qué vida esta. Mira por donde, el blog...
Olga, como parte del nombre de tu blog, perplejo me quedo a veces leyendo tus poemas ...
Sin saber, el principio me parece ya para replantear un monton de cosas ... "Lo que fecundan pájaros estériles ..."
Un besazo.
No soplan vientos favorables aquí en Nueva York.
Con temor...
Un beso.
Cristian, en esto nadie sabe del todo ni deja de saber, que un poema nos haga sentir y pensar es suficiente (o no saber qué pensar;-) Yo me quedo con tu perplejidad. Y me alegro un montón de tu visita.
Besazo.
Ostras, Circe, te hacía lejos pero no tanto. Cuídate.
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