domingo, 2 de septiembre de 2012

¿A dónde se van?


En septiembre el verano comienza a convertirse en una fotografía, un solitario banco en el que apenas ayer aún  nos sentábamos y hoy va quedando lejos, inevitablemente abandonado. Alguna vez nos sentiremos allí y las instantáneas de muchos veranos se mezclarán en algún sueño, asomarán en los poemas cuando no me lo espere, como rachas de viento que rozan o golpean.  Así respiran los recuerdos, así se desvanecen o se aclaran… o se transforman.

Estuve allí.  Recuerdo en qué pensaba.  Pero dónde se queda el tiempo, dime, a dónde se va el alma de todos los paisajes y los rostros después de ser atrapados y de sentarse al borde de algún confuso río en la memoria, de qué nos salva agarrarnos a la terca quietud de las imágenes, las que no cambiarán mientras tú sí lo haces.

Miro fotografías y me ahogo de nostalgia. A veces tengo amoríos con el pasado. Me gusta esta tristeza suave que marea como un vaso de whisky escocés y acaricia como una zambullida en un lago caliente. Pero sé que es un placer envenenado.  Un río detenido es una gran mentira.  La vida estará siempre aquí, en lo que ocurre y no puedes atrapar (pero te atrapa), en dejarse llevar por este río imparable del tiempo que se va.  Y en la bendita incógnita que aún se llama futuro.



Tomé estas fotografías el 15 de agosto en el pueblo de Dunkeld (Escocia).  Desde la catedral, mirando hacia el río Tay, que nace en las Highlands, y hacia el bosque de Birnan, donde Shakespeare quiso imaginar la derrota de Macbeth.

Macbeth seguirá invicto y con ventura
si el gran bosque de Birnam no se mueve...


24 comentarios:

Miguel Cobo dijo...

Quizá la vida misma, en su efímero paso, sea la que transcurra y el río la contemple, eterno, telúrico, dueño del cauce y de su curso. Dices, Olga, que a veces tienes amoríos con el pasado: Yo también amo ríos. Y aquí, en su perplejidad, sentimos su caricias. Melancolía en septiembre.
Bienvenida hallada otra vez. Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Sí, puede que sea el río, como el fuego y el mar, el que nos mira.

Bienhallado, Miguel, volver por aquí es también un poco como volver a casa. A esperar el futuro con la mejor cara posible,-)

Un abrazo.

Durrell dijo...

Vitalismo melancólico pero vitalismo al fin y al cabo. Siento en este espléndido texto más fuerza que nostalgia.
Me alegra que hayas vuelto, me alegra volver a leerte.

Olga Bernad dijo...

Ojalá sea así, Durrell, aunque al final todo pesa. También la fuerza.

Yo me alegro de que te guste el texto y disfrutes leyendo por aquí; por aquí seguiremos este otoño, mientras los bosques se muevan;-)

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Dejando paso a nuevos recuerdos.......creo yo......pero a veces es bueno algo de melancolia.......

Olga Bernad dijo...

Buena o no (depende de su uso o de su abuso) la melancolía se cuela por todas las rendijas en septiembre. De todas formas,los nuevos recuerdos vienen pidiendo paso, unas nostalgias arrastrarán a otras y este septiembre volará también hacia el pasado. Pero aquí estamos, Tere, que no es poco;-)

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Los bancos británicos, de madera a la que le ha llovido mucho, con su placa puesta en memoria de alguien.
Yo también he pasado por las Islas este verano.

Que tenga usted un buen curso. Que septiembre también es mes apacible si se mira bien.

Olga Bernad dijo...

Igual nos hemos sentado en el mismo banco, GdL. Me encanta esa costumbre de dedicar los bancos. Me pregunto cuánto durarían aquí las chapitas con los nombres... aquí siempre parece molestar mucho la memoria ajena (que viene a ser parte de la propia, pero en fin).

Creo que septiembre también tiene su encanto, claro que sí. Y usted que lo disfrute.

Dyhego dijo...

Si te has ido lejor a descansar, Olga.
Espero que te lo hayas pasado bien.
Salu2 septembrinos.

Olga Bernad dijo...

Lejos y por bastante tiempo, Diego, casi un mes. Mi hermana vive en Edimburgo y hacia varios años que siempre era ella la que venía en verano. Este año nos ha tocado movernos a nosotros, y la verdad es que tenía ya muchas ganas de volver a Escocia. Lo he pasado bien y he desconectado de muchas cosas, pero la vuelta se hace un poco cuesta arriba,-)
Salu2 septembrinos y buena vuelta al cole, mesié.

Iseo dijo...

"Así respiran los recuerdos..." Aunque hay recuerdos que mejor que no respiren. Que dejen paso a otros. A mi me encanta septiembre (será por la vuelta al cole). Besos

Olga Bernad dijo...

Pues deja que se ahoguen los que no merezcan respirar. A veces olvidar es hacer una especie de justicia pues la vida es siempre corta, aunque sea larga, y tenemos que elegir en qué gastamos el tiempo. No hay decisión más seria.
Buena vuelta al cole, Iseo. Ya estamos otra vez en el punto de partida;-)

Juan Manuel Macías dijo...

"un río detenido es una gran mentira". Y eso es una gran verdad. Me alegra leerte de nuevo :-)
Besos.

Olga Bernad dijo...

Por bonita que quede la foto, ya Heráclito nos advirtió del asunto. Y nuestros abuelos, tal vez sin leer al insigne, también sabían que "agua pasada no mueve molino".
Yo también me alegro, Juan Manuel. Me gusta volver a casa;-)
Besos.

Anónimo dijo...

Me encanta volverte a ver por aquí, Olga. Tus palabras dejan huella, cada entrada para mí una grata sorpresa. Siempre. Qué hermoso y evocador este texto.. y las fotos! Bienvenida de vuelta.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Sara, por seguir estas huellas. Por aquí iremos dejando de nuevo las que podamos. A ver hacia dónde vamos.
Bienhallada de vuelta;-)

Sergio Astorga dijo...

Olga, la sucesión de instantes hacen memoria. Volvamos a mover el rio con el ancla de las horas.

Abrazos momentáneos.

Olga Bernad dijo...

Lo moveremos, queramos o no.
Y aún así algunas horas se quedarán sentadas a la orilla para que podamos volver momentáneamente.
Controlar bien esas idas y vueltas podrían ser unos buenos deberes para este nuevo curso,-)
Abrazos, Sergio, y gracias siempre.

gbp dijo...

Cariño, ya casi no veo el banco!. Me parece una eternidad y hace tan solo tres semanas que estabais aquí, paseando con nosotros... y subiendo escaleras.
En fin, esperemos que el rio nos lleve lo mas rapidamente posible hasta Octubre que tenemos muchas ganas de veros a todos otra vez.
Besitos fotógrafa!

Olga Bernad dijo...

jejeje, con el tiempo se van quedando borrosas unas fotografías y se aclaran otras. Lo de bajar (y subir) 64 escaleras cada vez que quería fumarme un cigarrillo lo recuerdo perfectamente! También la belleza de Edimburgo y esa especie de falta de cortesía que supone estar tan llena de cuestas,-)) Estas piernas de acero os esperan desde la plana Zaragoza, cámara en ristre.
Octubre está aquí ya, don´t worry!
Besos para todos.

NINGUNO dijo...

"Me acerqué a mirar el río
Por ver el tiempo que pasa
El río pasaba en silencio
Y yo gritaba, y yo gritaba..."

Mariano Ibeas

No te dejes llevar por la melancolía, Olga, acuérdate de las raíces y de la etimología del término: " mal encono> mal enconía= melancolía.

Olga Bernad dijo...

En no dejarse llevar está la clave, Mariano, ni por la melancolía ni por casi nada (claro que, a veces, es taaan tentador;-)

¡Que el "buen encono" que tú siempre transmites se nos contagie un poco!

Gemma dijo...

Qué prosa más bella y cierta, Olga. Una prueba -ella misma- de que no siempre nos engaña la nostalgia.
Besos, sister
(A ver si recupero el tiempo perdido)

Olga Bernad dijo...

Gemma, nos encandila pero no nos engaña, a mí me gusta dejarme acunar un poco... pero no demasiado.
Besos, sister (vas en busca de un clásico: mucha suerte;-))