domingo, 14 de marzo de 2010

Nuevos libros, viejos amantes y un sexteto lira



Hace unos meses, Álex Chico me incluyó en su lista de autores para formar parte de una nueva e interesante iniciativa de Sergio Sastre que cuajó en esta estupenda página: Las afinidades narrativas.  Hace justo un año de mi participación en Las afinidades electivas y, como entonces, -como siempre- no tengo ninguna prisa por echar a volar los textos propios.  Llevo varias noches releyendo antiguos relatos, esos cuentos que escribí durante años para nadie y que son un síntoma de mi manera de ser.   Ahora que todo el mundo duerme, la soledad, el silencio, la noche, las canciones me han hecho pensar que los viejos relatos tienen algo de viejos amantes esperando a no se sabe qué amada -la que posiblemente se les escapó entre los dedos del tiempo y la vida cotidiana-, aquellos viejos amantes a los que cantaba Brel sin sospechar nunca cuánto iba a quererle yo en el futuro.  Mientras me decido por uno de ellos o por algo nuevo, pienso que ojalá no hayan perdido el gusto del agua (ni yo el de la conquista).

Les dejo con mi Brel y con un pequeño poemita, un sexteto lira, un capricho de aire antiguo.  Tan antiguo como el tema del amor y el tiempo, como nuestra impotencia para mantener a salvo amores, cuentos y poemas, como la hoguera bruja que todo se lo traga: relatos, amor, rimas...  y a mi Brel comprendiéndome, prendido por las  llamas de lo que quema el tiempo.

Esta es mi letra (para Eduardo González Ascanio)
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Nota: Hoy, a las cinco de la tarde, hora taurina, tiene lugar en Leciñena la presentación de un libro magnífico y raro: las fotografías de Fernando González Seral, su mirada sobre ese desierto nuestro y algunas otras cosas . Y ya ha llegado a las librerías el poemario de Antón Castro "Vivir del aire", publicado por Olifante. Dos excelentes noticias en forma de libros nuevos.


51 comentarios:

Juanma dijo...

Yo, querida Olga, no salvo mis textos antiguos de la quema. Se ve que aprendo ahora a escribir y sólo me va gustando lo que aún no puede llamarse un viejo escrito. Será que me gusta lo que soy y algo menos lo que era.

Ayer sábado me leí de un tirón más de la mitad de "Andábata", libro colmado de sentido del humor y que, sin embargo, deja momentos desgarradores al final de, prácticamente, cada uno de sus capítulos. Ya te contaré, tiene uno el privilegio de poder contactar con la autora. No creo que lo vaya a concluir hoy: ha amanecido en Sevilla un sol radiante y me parece que me está diciendo "Juanmita, amigo, sal a la calle todo el día, te emborrachas un pelín y juega con tus niños".

Besos.

Olga Bernad dijo...

Yo quemo también todo lo que me parece merecedor de la hoguera, no quiero ser de esas personas que se perdonan todo lo propio con la torpe excusa de que se han dejado el corazón. Y además hay otra hoguera, la del tiempo, que es mucho más implacable.
Andábata también es implacable, la pobre, procura no dramatizar porque sus tragedias son comunes pero la verdad es que sufre sin parar:-) Gracias por leerla, que es un poco como acompañarla. (Pero te prohibo que la leas hoy, habiendo amanecido un sol radiante en Sevilla y teniendo por delante unas cañas para beber y tus niños para jugar: eso sería pecado:-)
Yo también voy a procurar vivir sin literatura todo este domingo nuevo.
Un beso, Juanma.

Durrell dijo...

Tu forma de ser es un misterio, no la quemes.
Y qué hermosísimo sexteto-lira para este "domingo nuevo".
Gracias Olga, tiene algo de audacia y atrevimiento y mucho de demostración de maestría, pero no tanto de aire antiguo, a pesar del papiro.

Olga Bernad dijo...

Je, je, Durrell, qué atento. Pues me ha costado mucho darle ese aspecto papiro, que lo sepa;-) Ha sido una de las aventuras de esta noche casi sin dormir.
El sexteto fue un ejercicio de agosto, mi primer poema con rima.
Bien pensado, sí que es atrevimiento, sí;-) Lo que no tengo tan claro es lo de la maestría, pero tengo que ir conociéndome. Espero que eso no sea quemar misterios.
Gracias, Durrell, eres muy amable.

Durrell dijo...

No soy amable. El poema es muy bueno en conjunto, el cuarto verso es espléndido.

Olga Bernad dijo...

Bueno, Durrell, pues si no eres amable aún te lo agradezco más, de verdad;-)

Fernando Gonzalez Seral. fgseral dijo...

...pero bueno Olga, tu cuando descansas?, se supone que yo soy el que no duerme esta noche, pero la verdad, no se si por las valerianas, tilas o la copica de orujo, he dormido como un crío recién comido.
Gracias por tu referencia a los nuevos libros, y ese poema que será antiguo como el amor y el tiempo, pero como el amor y el tiempo siguen aquí, con nosotros, pues tu poema, igual, no pasan años, siempre será del momento en se escuche o se lea, siempre será bonito.
Un beso, y os espero esta tarde. (Si puedo aguantar)

Olga Bernad dijo...

Yo descanso a salto de mata, como los montaraces;-) No, en serio, alguna vez me quedo por las noches, sí, ya es público y notorio. Y luego, o hay trabajo o hay críos. Dormir ya no está permitido. Gracias por tus palabras sobre el poema, son ejercicios a los que me entrego de vez en cuando. Tengo por ahí unas estrofas sáficas que cualquier día las saco a pasear;-) La métrica tiene algo de música olvidada, me pregunto si cuando se elige el verso libre se está eligiendo siempre o ,a veces, se está mostrando como virtud una carencia. De todo habrá.
Esta tarde estaremos allí en Leciñena como clavos, acompañándote y celebrándolo. Por cierto, le he enseñado tu libro a mi padre y le ha encantado, y él entiende de fotos;-) Tranquilidad y a disfrutar.
Besazo.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

ha sido una noche de desvelos en ambos continenetes. Ahora pienso en mis labios.

Olga Bernad dijo...

¡Qué bueno compartir desvelos, Gonzalo! Parece que pesen menos, o al menos que calmen/ la hoguera en la que los segundos arden. Como dice mi Brel en "Ces gens-là"...Et que si c'est pas sûr/C'est quand même peut-être.

Unknown dijo...

Pues vaya dos regalos, los amantes de Brel y tu letra. Me ha hecho pensar en cuánta gente conocemos ya "editada", con esa capacidad que dan las tecnologías de hacernos nuestra propia imprenta, pero nada sabemos "grafológicamente" de la misma gente que leemos, su rareza o su regularidad y todo eso. Mi letra no es muy presentable pero me ha gustado descubrir la tuya.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

¡No! No es la mía;-)
No tenía cámara a mano para fotografíar un texto mío; es una letra muy mona que tiene mi ordenador. He hecho un dibujo sin dibujo, le he puesto texto, lo he abierto con el editor de fotografía, le he hecho parecer un papiro y lo he envejecido un poquito... ya ves cuánta artesanía, jeje. Me das una idea. Si esta tarde compro pilas, fotografiaré el poema con mi letra (que es muuuuucho más bonita, pero quizá menos inteligible;-) y la colgaré por la noche. Prometido.
Aunque quizá sea desvelar muchos secretos...

Gemma dijo...

Tal vez las voces calmen
la hoguera en que los segundos arden.

Desde luego, qué buen conjuro... ;-)
Un beso grande

Dyhego dijo...

OLGA:
¡Muchas gracias por estos dos regalos que nos ofreces!
Salu2.

Olga Bernad dijo...

¡Bueno, pues ya lo he hecho, Eduardo! Mal, pero ya mejoraré la técnica del fotografiado. Y luego, lo que me cuesta hacer una letra legible;-) Pero esa es mi letra si escribo un poco despacio, jeje. Gracias por la idea, he abierto etiqueta de "textos autógrafos".
Saludos.

Olga Bernad dijo...

Así vamos, sister, de conjuro en conjuro, venga a inventarnos cosas...
No siempre funcionan, pero algunos son bonitos;-)
Un besazo y muchas gracias, Gemma.

Olga Bernad dijo...

El regalo es usted, mesié Diego.
Lo mío ha sido una agradable parada en una noche de lectura y trabajo. Ha sido un poco como sentirme acompañada. A veces basta con pensar en alguien para que esté. Y sí, yo pienso en quien me lee (y hasta en quien no me lee;-)
Salu2.

Dyhego dijo...

OLGA:
Letra bonita y estilosa.
¿Hay algo que no sepas hacer bien?
Salu2.

Olga Bernad dijo...

Sí, jeje, a usted se lo voy a contar!
Gracias, Diego, eres un sol;-)

Juan Manuel Macías dijo...

Me gusta mucho esa metáfora de los viejos amantes para los textos viejos. En mi caso, ay, lo que uno tiene guardado en el cajón simbólico del disco duro, o en algún cuaderno delincuente, se parece más a los parientes pobres o a los hijos ilegítimos. Tengo un zéjel (¡Qué habría bebido!) que me acongoja con su extraña forma de decir "papá".

Pero tu sexteto lira es una alhaja. Como dice Durrell, el 4º verso es espléndido, con esos dos monosílabos tónicos tan provocadoramente contiguos. Provocación rímica, sí, de quien sabe muy bien lo que hace. Muy bien resuelto, sí señora, con esa tercera "voz" de eco. Un endecasílabo como un repique enfeberecido y gongorino de campanas. Pero qué decir del contraste con la dulcedumbre del segundo verso, y la serenidad del último. Otra vez la hoguera :-)
Abriré a Brel a ver qué canta o brama,
pero tus versos brillan ya sin Brel.
Bresos.

Anabel dijo...

Ay, cómo te entiendo con eso de los viejos cuentos. A veces, al menos a mí, mis cuentos antiguos me producen pudor, algunos. Cosas raras.

Me ha encantado tu sexteto.

Besos,

Anabel, la Cuentista

Olga Bernad dijo...

Los viejos textos son viejos amantes, Juan Manuel. A veces ya no nos quieren, o ya no los queremos. A veces echamos de menos terriblemente una sensación, o una época, o un sentimiento que ya no podrá ser nunca así. Leyendo textos viejos, vemos que el tiempo ha pasado por nuestra conciencia como por nuestro cuerpo, haciendo sus dibujos. Y, sin embargo, cuando lo resisten, tienen un no sé qué de invencibles.
Pero un zéjel diciendo “papá”;-), eso es precioso, precioso…
Ese cuarto verso me gusta mucho más, no me había yo dado cuenta de todas esas cosas (al menos conscientemente, aunque sí de algunas;-), bastante tuve con pensarlo y dejarlo salir. Lo escribí en Teruel, una noche de agosto, delante de una ventana que da a un paisaje de estrellas y tejas viejas, con la gata de mi madre en el alfeizar, mirándome como si me comprendiera. Ella (supongo) puso la “dulcedumbre” del segundo verso, yo la hoguera del último y su deseo de arder en calma. Ay.
Y no me digas que mi Brel brama, que me pongo violenta;-)))
Besos, Juan Manuel, y muchas, muchas gracias por ese maravilloso escolio a un simple sexteto lira.

Olga Bernad dijo...

Sí, también pudor, Anabel. Veo que te pasa algo parecido. Aunque a veces también me lo producen los nuevos. Si no dejas algo muy hondo, aunque otros no lo noten, no es lo mismo. Cosas raras, sí;-)
¿Sabes de donde vengo? De la presentación del libro de Fernando. Ha sido un E-X-I-T-A-Z-O. Una pena que no hayas podido venir, se te ha echado de menos.
Gracias, cuentista, por venirte de tus relatos hasta un poema corto y raro y un poco antiguo;-)
Me alegro de que te haya gustado.
Un beso.

Máster en nubes dijo...

Uf, los viejos textos ahí escondidos, durmiendo, se corrigen tanto de cada vez que salen. Lo de viejos amantes me encanta, tienen algo así, qué cierto. Y luego la canción de Brel, cómo cantaba el tipo. Curiosidad ¿tú escribías a mano antes? Digo no la poesía, que sé que sí... la novela, la prosa.

Un abrazo fuerte.

Olga Bernad dijo...

Ay, cómo cantaba. Yo estoy muy enamorada, es muy triste;-(
No creas que yo corrijo tanto, tanto. Lo necesario, a veces no es mucho. Hay cosas que es mejor tirar, no creo en la revisión permanente. Pero sí, escribo y, sobre todo, escribía casi siempre a mano. Siempre he escrito a mano, tengo los libros llenos de papeles con esa letra (pero en incomprensible;-); los apuntes que no tomaba (porque si alguna frase del profesor me gustaba empezaba a escribir sobre ella y ya la hemos liado: a veces no sabía si el asunto plasmado era una elucubración oficial o mía, oye); los cajones... hasta los márgenes de algunos libros. Es una tortura como otra cualquiera.
Un fuerte abrazo, duquesa.

enrique dijo...

Me encantan los puentes.
En ellos se confirma el aforismo de Ludwig Wittgenstein de que "la forma es la posibilidad de la estructura".
Y me gustan los puentes hechos poemas, desde aquel "Posesión" de Aleixandre...
Y me gusta tu letra, inteligible.
A mi, que cada vez escribo peor y no soy médico...

Olga Bernad dijo...

Ah, la arquitectura, qué humana es, es una de las ciencia que verdaderamente se ocupan de la vida de los hombres. Los puentes son posibilidades entre dos orillas, hermosas estructuras. Así deberían ser también algunos poemas y, sin embargo, el aforismo de Wittgenstein me lleva a la gregería de Ramón de la Serna: "El otro lado del río siempre estará triste de no estar de este lado. Esa pena es de lo más insubsanable del mundo y no se arregla ni con un puente". Ay.
Mi letra ininteligible hace lo que puede (y eso que ésta es la que hago despacito y bien;-) para ser puente y puerta, pero a veces acaba en precipicio. O ardiendo en esa hoguera insaciable, purificadora y sin memoria sobre la que salto en muchos poemas.
Un saludo especial hoy, hasta más ver;-)

Miguel. dijo...

Querida Olga: Segundo intento fallido de conseguir Andábata. No estaba en ninguna de las librerías que me cogían cerca. Echaré a andar por calles más distantes, probando mi sentido de la orientación, con la dirección en la mano y preguntando, que no me corto un pelo, acerca de estas librerías que desconozco porque no son las habituales.Desde luego, el libro no estaba en aquellas cuya dirección adjuntabas. Me he hecho un lío del cual sólo temo que el libro esté agotado cuando de con alguna.En fin, se me resiste, pero con más ganas aún de leerlo.

El poema, también tan deseado cuando comienza la semana, me ha gustado mucho, tanto que llego a considerarlo perfecto y armonioso, de modo que algo más aprendo de poesía tras mi relectura atenta. Es bellísimo, y no me atrevo a comentarlo. Está ya, en mi memoria, como un trasvase de tus labios a los mios, aunque eres fingidora y el beso resulta una misiva literaria que muchos compartimos, sólo eso.

Muchas gracias, Olga. Y que continues con el éxito que mereces.Tú no eres de los que exponen su alma al fracaso y la desgracia, por más que algunas de tus historias sean atroces.Este comentario parte de mi apego literal a cada verso, nada más. Me gusta así la lectura.
Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Estás imparable, olga. Seguro que encuentras no uno, sino muchos viejos amantes de papel que, a poco que los desempolves, brillarán como nuevos. Besos.

Blackbird dijo...

Añado a lo ya dicho, la belleza gráfica: esas zetas con rabito; las enes con frac; tes, cus y eñe dando sensación de movimiento; la ligera cursiva...

Bromeando con una de tus intervenciones, ya me gustaría a mí elaborar con ellas un nuevo tipo de letra para ordenador como han hecho con la Ibarra (con ayuda de Juan Manuel, claro). Nunca será lo mismo que escribir a mano, pero serviría para imprimir libros espléndidos.

Besos, Olga.

Alejandro Muñoz dijo...

Creo que ayer vi una letra distinta.
No la recuerdo bien, esta me gusta.

"cúbreme una vez más con voz los labios" me parece un verso magnífico.

Un abrazo... soleado por fin.

Olga Bernad dijo...

Oh, Miguel, qué rabia me da lo que me dices. Pero Juanma es sevillano y sí pudo comprar Andábata sin problemas, sé que también en otras ciudades estuvo disponible enseguida. ¿Has consultado las librerías de tu ciudad en la página de la editorial? (pincha aquí). Si se te resiste, por favor, mándame tu dirección a mi correo de contacto y yo te remitiré un ejemplar personalmente.
Gracias por tu generos lectura del poema (algo ya habitual). Entre historias atroces y cuentos de hadas, el tiempo se escapa. Y sólo hay palabras para intentar mantener algo a salvo;-)
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Sigo buscando, Isabel. Me metí de lleno en los cuentos antiguos. Entre la poesía, el blog, la novela y la vida, los tenía abandonados. Fue como mirar viejas fotografías, algunas de una hermosura irrecuperable, otras tan ridículamente inocentes…
Un beso y muchas gracias.

Olga Bernad dijo...

“Zetas con rabito, enes con frac”, letras en movimiento… tienes una mirada muy tierna, Black, ¡quién lo diría de un chico tan serio!
Por cierto, ¿sabes que hay una versión del alfabeto griego que se llama Olga? Me lo dijo precisamente Juan Manuel. Es una itálica superbonita. Te la tengo que mandar.
De momento, te mando un besazo;-)

Olga Bernad dijo...

Así es, Alejandro. Colgué la entrada con el poema escrito por una letra de ordenador que imitaba la escritura a mano. Eduardo González creyó que era la mía y, entonces, decidí poner el texto autógrafo. Si van a sacar conclusiones sobre mi letra, al menos que sean ciertas;-) He abierto etiqueta para textos autógrafos. Este blog ha ido creciendo con las ideas que me inspiran los comentaristas, tanto temática como formalmente;-)
Coincides en el verso elegido con Durrell, que es un estricto escoliasta, y también con Juan Manuel, ilustre helenista, poeta y tipógrafo. Al final me va a gustar incluso a mí;-)
Fuerte abrazo.

Miguel dijo...

Muchas gracias por tu generosidad, Olga, pero, al fin, tengo un norte entre las librerías que me propone la editorial. Mañana he quedado con una amiga para nuestro paseo habitual por el parque, y, de camino, compraré dos ejemplares de Andábata para regalarle uno.
Muchísimas gracias.
Ahora me voy a la cama. ¡Qué horarios! No es ilegal, pero roza la indecencia de oscuros privilegios.
¡Mañana, con suerte, comienzo la novela!
Besos.

Olga Bernad dijo...

Madre mía, qué horarios, sí;-)
Oye, que descanses. Mantenme al tando de si has podido comprarla sin problemas o no. Ojalá disfrutéis de su lectura tanto tú como tu amiga, Miguel.
Un fortísimo abrazo (y muy buenas tardes-noches;-)

veridiana dijo...

Hay viejos amantes que no se olvidan nunca...


Y tú, eres genial.

Un beso

Izarbe dijo...

Pues aquí estoy, lo prometido es deuda, y me ha gustado leer un poema tan bonito escrito como los de toda la vida, de tu puño y letra, tan cercana para algunos (todavía me la encuentro en muchos papeles que han pasado por tus manos).
"pero, antes de que olvides,
cúbreme una vez más con voz los labios", me ha gustado mucho.
Y de la Andábata ya sabes mi opinión, qué real, divertido y a veces mordaz, me encanta.
Un abrazo

Iseo dijo...

Qué bonito el sexteto lira, Olga, cómo suena cuando lo lees en voz alta. Coincido en lo del 4º verso, pero y el 5º?, y el 6º?, y los demás? si es que ninguno tiene desperdicio. Se lo voy a imprimir al "abuelete". Le va a encantar.
La letra ya sabía que la tienes preciosa, en línea con el contenido. Besos

Olga Bernad dijo...

¡Gracias, Veridiana!
Es verdad que hay viejos amantes, viejos textos, viejos tiempos que no se olvidan nunca. Es curioso lo rápido que se olvidan otros...
Besos, Circe;-)

Olga Bernad dijo...

Izarbe, sabía que, aunque no tienes ni un segundo de sobra, si empezabas esa Andábata, no la dejarías hasta el final;-)
Muchas gracias por ese tiempo que no nos sobra, por gastar un poquito leyendo mis poemas... porque mi letra la conoces de sobra, sí. Hace poco soñé que aún estaba en Contratos, los suministros se me volvían obras, fíjate qué locura;-)
Un fuerte abrazo y muchos recuerdos.

Olga Bernad dijo...

Ay, ese viejo profesor es un encanto (y eso que no le conozco;-) Me gusta mucho que una amiga y lectora me haya acercado a otros. Es muy bonito. Dile que me hace mucha ilusión. La letra la tengo ya estropeada totalmente y sin remedio, para que se me entienda tengo que hacer esfuerzos. Escribiendo esto sacaba la lengua y todo, jeje.
Muchos besos... y buen finde, que el mío va a ser largo;-)))))

Alfaraz dijo...

Olga, será que me estoy preparando para el fin de semana, pero casi me he aprendido de memoria la sexteto. Y además no me ha costado nada.


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Olga Bernad dijo...

Usted, que tiene muy buena memoria;-)
Yo también estoy pensando en mañana, vamos,y en hoy, je. Ahora mismo estoy acabando la maleta.
Voy a hacer un montón de sextetos en Madrid, y todos alegres, que los poetas siempre estamos dando la murga!

enrique dijo...

Heraldos del Reino de Aragón proclaman por las calles de la villa y corte tu llegada...

Olga Bernad dijo...

¡Hala! Con lo que me gustaría estar ahí para oírlos;-))))
Penita de hacer un viaje relámpago, hay muchísima gente a la que me hubiera gustado ver, pero lo voy a aprovechar al máximo.
Hasta mañana, pues;-)

gbp dijo...

Me encantan los dos primeros versos, pero no me atrevería a decir que son mis preferidos porque, como de costumbre, me gustan todos.
Brel y leer tus textos escritos a mano, qué buenos recuerdos.
Disfruta Madrid, cariño.

Un beso.

Olga Bernad dijo...

¡Hombreeeee! La hermana pródiga! Gracias, guapa, menos mal que tengo el blog para que te acuerdes de mí de vez en cuando;-) Ay, de lo que tengo ganas es de volver a disfrutar de Edimburgo y de verte. Ya te he mandado la Andábata! A ver cuándo te llega. Oye, ¡¡¡¡LLAMA A CRISTIAN!!!!
Muchos kisses para todos.

Mery dijo...

Estupendo que este poema manuscrito haya quedado ligado a una especie de síndrome de Diógenes y se haya salvado de la quema.¿Cuántas hojas sueltas quedarán aún por salir a la luz actual? Ya sabes que en este blog tuyo cabe TODO. Esperemos nuevos amantes, pues.
Un beso

Olga Bernad dijo...

Sí, mis libros están llenos de papeles que no quiero tirar, de papeles estrambóticos: una servilleta, un trozo de periódico, el hueco al final de unos apuntes... pero éste lo escribí para la entrada, para que se entendiera un poco;-)
Hay muchas hojas sueltas que no sé si siempre están destinadas a la luz. ¿Qué haremos con TODOS esos amantes?
Buen pensamiento para una noche de primavera, Mery morena, je.
Besazo.