jueves, 1 de octubre de 2009

Enciérrame en el sótano

Un hombre sopla vidrio. Es un sótano oscuro y, muy al fondo, un fuego rojo tiñe de alguna luz la estancia. El hombre sopla a través de un formidable tubo que acaba en una gárgola grisácea; en su punta se enciende una burbuja de cristal brillador que se dilata y pronto se endurece, fraguándose contra la rozadura invisible del aire. Él alarga su gran mano de hombre, recoge con atenta firmeza una esfera perfecta y me la entrega, concediéndole al gesto la naturalidad y la importancia de una vieja liturgia, la pureza de un culto recobrado donde prodigio y lógica amparan un enigma: nuestra necesidad de obedecer y un temor muy profundo a someterse; y un placer que esperaba, inevitable, tan paciente como una profecía. Me sonríe. Le amo. Tomo la esfera nueva en mis dos manos. La coloco en el suelo con cuidado. El suelo brilla y brilla, estoy llenando el suelo de burbujas. No queda espacio en blanco hacia la puerta. No nos iremos nunca. Me sonríe.

Olga Bernad

7 de octubre : el simpar Juan Manuel Macías recuerda en sus Diosas y sus nubes el evento de mañana en la Biblioteca Publica de Sevilla, la presentación de la Colección Siltolá de poesía y mis Caricias Perplejas formando parte de ella.
Gracias, hermano;-)
Pasaremos unos días por Sevilla, asi que aprovecho para despedirme hasta la vuelta. ¡Al Sur!
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Hace un año:
Lo que tardamos en olvidar un nombre
De la tristeza
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68 comentarios:

Alfaraz dijo...

En cada esfera, hermética, me parece ver un instante vivido que se mantiene ya ajeno al tiempo.
Contra el suelo brillante no todos son iguales, hay algunos oscuros como un pomo de ambar. Dicen que son los momentos vividos en la noche.


.

Jesús Cotta Lobato dijo...

En un sueño como ese deberían entregársenos todos los dones.

Fernando dijo...

en Venecia vi soplar vidrio...es algo hermoso...besos

Olga Bernad dijo...

Puede ser, Alfaraz, no lo recuerdo;-)
Tal vez el sueño es la memoria, una oscura habitación donde guardar momentos al amparo de un fuego vivo y lejano. No lo había pensado, pero si es así, algunos momentos vividos en la noche tendrían un brillo más ambarino y dulce, seguro.
Si vuelvo al sueño, me fijaré mejor;-)

Olga Bernad dijo...

Jesús, todos los dones y para siempre... no hay que ser pobre en sueños;-)

Olga Bernad dijo...

En Venecia, nada menos.
Qué ataque de belleza...
Un beso, Fernando.

Antonio Rivero Taravillo dijo...

Qué belleza, Olga. Qué poder de sugerir y crear una atmósfera a través de la palabra. Gran prosa que se puede escandir como poesía. Está lleno de endecasílabos y heptasílabos que pasan de incógnito para acrecentar el misterio. Enhorabuena.

Ángeles dijo...

No es mal plan, estar siempre con el Amado, rodeados de burbujas.
Me alegra que despúes del estrés del libro no te hayas tomado un descanso.
Un besazo

Máster en nubes dijo...

Más cercana en mi caso, en el Castillo de Vimianzo en Galicia- El vidrio tiene algo, no sé, ese calor tan fuerte que da miedo, todo rojo al principio o luego la dureza y la forma que queda. ¿No te gustaría soplar un poco, que te dejaran probar un ratito?

Un beso.

Aurora

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Antonio, viniendo de ti es una alegría. Precisamente, una de mis preocupaciones en este texto era situar al lector en la "luz" de ese sueño. No era exactamente "contar" lo que más me importaba. En cuanto me dejo llevar aparece la métrica. Creo que pienso en endecasílabos y heptasílabos, y muchas veces, en las prosas, los rompo intencionadamente. Después, cuando he acabado.

Olga Bernad dijo...

No es mal plan, Ángeles;-)
Me desperté con una sensación maravillosa, una agradable variación, de un erotismo un poco fantasmal pero muy "real". Aunque la aceptación del encierro le daba a todo una intimidad un poco inquietante...
No paro, sólo llevo el ritmo lento de los últimos tiempos;-)
Besazo.

Olga Bernad dijo...

Me gustaría que me dejaran soplar, Aurora, es una especie de juego de pompas de jabón para adultos. En el sueño ni se me ocurrió. Soplaba él, pero todas las bolitas eran para mí (qué encanto de hombre;-)
Abrazos, Duquesa.

ana dijo...

"... concediéndole al gesto la naturalidad y la importancia de una vieja liturgia, la pureza de un culto recobrado donde prodigio y lógica amparan un enigma: nuestra necesidad de obedecer y un temor muy profundo a someterse".

Quizá una obra de arte lo sea por eso, porque en ella está latente cada vez que la miras, la sabiduría de tus palabras.

Y es cierto... entonces no quisieras salir de esa latencia... quisieras permanecer para siempre en ese sótano... donde habita el anhelo y la belleza de un gesto, el gesto que más fielmente nos define. Prodigio y lógica. Y te quedas mirando infinitamente esa burbuja, tan brillante.

Es preciosa.
Gracias.

Araceli Esteves dijo...

Qué hermoso texto, Olga, "fraguándose contra la rozadura invisible del aire" me parece simplemente brillate.

Unknown dijo...

Hola, Olga. En tus textos, poesía o prosa,siempre me sorprende con placer una prodigiosa precisión de lenguaje dentro de la sencillez y la escrupulosa sobriedad (hay quien le llama "economía de medios"), pero en este texto me parece muy destacada esa capacidad habitualmente tuya. Un placer leerte.

Ramiro Rosón dijo...

Qué bella prosa (aunque en realidad debería decir “qué bellos versos”, pues la gran mayoría del texto está formado por versos escondidos en la prosa, como ya bien advirtió Antonio Rivero Taravillo). Quizás el sótano donde el vidriero crea esferas de cristal y tú las depositas en el suelo con cuidado sea una metáfora de la poesía; al igual que ese vidriero que trabaja en la penumbra de un sótano, la poesía aletea en el fondo del espíritu humano, como una sustancia inasible, y el poeta–vidriero la saca a la luz en forma de poemas. Y, como las esferas de cristal, cada poema es un mundo. Ojalá uno tuviera sueños tan hermosos como éste.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Ana, gracias a ti. Qué comentario tan bonito.
Es cierto que no quisiéramos salir de esa latencia, proteger esa especie de liturgia, guardarla, seguir así. Había un poco de miedo, algo que me inquietaba cuando vi que al depositar las burbujas estaba ocupando el camino a la puerta.
“No nos iremos nunca. Me sonríe.”

Olga Bernad dijo...

Gracias, Araceli, había que transmitir la luz y el brillo en medio de esa oscuridad. Me encanta que os parezca que lo he conseguido.

Olga Bernad dijo...

Uf, qué alegría me das con esas conclusiones, Eduardo. Puedo ser dicharachera en la conversación (no siempre) pero las palabras de más, las palabras huecas, me desesperan como lectora y escritora. “Prodigiosa precisión de lenguaje dentro de la sencillez y la escrupulosa sobriedad”. Mil gracias, de verdad.

Olga Bernad dijo...

Me gusta mucho, Ramiro, que cada uno pueda encontrarle al sueño un significado: colección de vivencias, metáfora de la poesía y su extraño proceso interior… Todas me gustan, sois geniales;-) Quizá eso sólo es posible si no diriges demasiado los ojos del lector hacia una intención determinada, sino que simplemente, con economía de medios y precisión, te lo llevas contigo hacia ese sótano, para que luego él piense lo que quiera (si lo que quiere es pensar).
Yo también busqué mi propia interpretación, aunque no me importaba demasiado;-) Pero el sueño fue hermoso, eso es cierto. Te deseo también felices sueños…
Un fuerte abrazo.

Juan Manuel Macías dijo...

Lo importante de los sueños es la luz. Yo no sé quién fue el listillo que dijo que soñamos en blanco y negro ni en qué pruebas se sustenta esa tesis. Si es así, entonces será que la luz está en nuestro deseo. Al fin y al cabo, todo es una desesperada manía por regresar a ese sótano y volver a tener el precario tesoro de la nitidez de las cosas, y no querer despertar, ni sentir en los labios ese sabor repentinamente viejo de un nombre a medio costruir. Qué decirte. Tu texto es un tesoro, pero me deja triste por lo pronto que se termina :-) Mejor así, de todas formas. Palabra a palabra has compuesto una luz que yo nunca había visto, o que habré perdido por ahí, irremediablemente. Ya lo decía una canción de Melina Kaná:

κάθε μέρα χάνω, χάνω το όνειρό μου
και το ξαναβρίσκω όταν τραγουδώ.

(día a día un sueño se me pierde
y lo encuentro de nuevo cuando canto).

La poesía está enferma de tiempo, pero también encierra, inocente, el secreto del tiempo. Gracias por el viaje a ese sótano de iluminaciones, Olga.
Besos admirados.

María dijo...

!Qué precioso sueño, Olga, y qué maravillosa y delicada forma de narrarlo!

Curioso... porque a mí me fascinan las esferas de cristal, tengo varias en casa... El feng-shui dice que armonizan la energía al suavizar la agresividad de esquinas y rincones...

Besos!

Olga Bernad dijo...

Ay, Juan Manuel, esa luz de los sueños. Siempre viene algún especialista contándonos qué y cómo son nuestros propios sueños. Si yo recuerdo el fuego rojo, o lo revivo en rojo, o lo entiendo en rojo o lo vi realmente rojo, qué importancia tendrá. Mi construcción (y la literatura es construcción, sí) ha traído un fuego rojo al que me encanta que te acerques. Igual que el nombre a medio construir de tu ciudad perdida, el encierro en mi sótano intuye una verdad que existe en algún sitio, aunque la perdamos cada día por el mapa de la realidad.
Menos mal que la realidad nos deja a veces noticias tan gratas de leer como la reciente traducción de tus poemas al inglés. Felicidades y gracias, por esa entrada, por todas, y por tu comentario.
Besos.

Olga Bernad dijo...

A mí también me gustan mucho las esferas de cristal, Rocío, hace tiempo que pido un bola de bruja y nadie me la regala; a cambio, a veces lleno una pecera de agua y me quedo mirándola tan feliz;-) Manías.
En asuntos orientales estoy poco puesta, pero, en este caso, coincido totalmente con los del feng-shui. Yo no lo diría así, pero es un poco eso...
Encantada de que hayas disfrutado con mi sueño.
Un besazo, guapa.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Yo soy más simple, un fuerte abrazo Olga.

Bien dicho.

Olga Bernad dijo...

¿Simple tú? No creo. Pero me parece que las mujeres les damos más importancia a los sueños. Hay una especie de voluntad de recordarlos.
Gracias, Javier.
Un fuerte abrazo.
(Y espero noticias tuyas, mañana;-)

Alejandro Muñoz dijo...

Precioso el bosque de burbujas.
Si no queda sitio para otra, que no sople más y la abrace ante el resplandor del fuego.

Bienvenida al otoño, Olga.

Olga Bernad dijo...

Desde luego, Alejandro, se le disculpa porque es un sueño, pero a este hombre todo hay que decírselo;-)
(Bosque de burbujas, me gusta).
Y bienvenido siempre tú por aquí, en cualquier estación.

Alfonso Carlos dijo...

En mis escasos dos meses de bloguero, he conocido a gente tan interesante que estoy como en una continua hipnosis.
Gracias a vosotros estoy aprendiendo a expresarme...yo me entiendo.
Te leo y me encanta. Seguire leyendo y comentando, porque los blogs se alimentan de eso...de comentarios.

un abrazo fuerte

Olga Bernad dijo...

Hay de todo, como en botica, pero es un espacio vivo, qué duda cabe, y considerablemente libre (si hay servidumbres, son voluntarias y, por tanto, merecidas;-)
Creo que se puede aprender mucho.
Me alegro de que te guste asomarte por aquí.
Bienvenido, Alfonso.

Angós dijo...

Es una maravilla. Leerlo es un placer.
Siempre digo lo mismo, pero qué bien escribes!

Olga Bernad dijo...

Gracias, Angos, a mí no me importa que insistas en tus ideas; siempre me suena bien, las cosas como son;-)
Me gusta contar contigo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Precioso texto, querida amiga. Las burbujas tienen siempre una magia especial, que tu has sabido reflejar magistralmente.
Por si no puedo volver antes de esa fecha, te deseo mucho exito en la presentacion de la coleccion de poesia en Sevilla el dia 8. Espero que luego pongas alguna fotografia... Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Muchísimas gracias, Isabel, por esa lectura tan generosa como siempre.
Pasaré tres días en Sevilla, pero a la vuelta, el domingo 11 o el lunes 12, colgaré una entrada contando la "peripecia", con fotos y todo, Dios mediante (y mi conexión también;-)
Un fuerte abrazo.

Joaquín dijo...

Espero estar,

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

...¿en el sótano? ¡Eras tú el hombre de mi sueño!
Jeje, en serio, me encantaría. Creo que soy la única "norteña", y soy nueva en la plaza, aunque tengo bastantes amigos sevillanos en la red que sé que estarán ahí y es un poco como si les conociera, pero sería un placer saber que hay uno más.
Inténtalo, ¿vale?
Muchas gracias, Joaquín.
Un abrazo.

Antonio Azuaga dijo...

Casi da corte decir nada a estas alturas: creo que esas burbujas de tu extraordinario sótano se han expandido ya por aquí arriba.

No sé si quedará algún rincón en ese sótano esplendente donde quepa decir que el valor de tu palabra es, primero, por sí misma; luego, por ser capaz de provocar el brillo de tantas otras. Cuando estas cosas ocurren no sólo hay literatura grande, hay sobre todo grandeza.

Un beso.

Blackbird dijo...

¡Ay! ¡Qué sueño más bonito!
Y ¡qué sueño de texto para un sueño!

Yo a veces también tengo sueños increíbles, muchos agotadores hasta el momento en que despierto. Cinco minutos más tarde soy incapaz de recordar nada, será que soy un hombre, ¡en fin!

El día 8 presentas tu libro, te deseo que salga de cine. El día 8 viene a Zaragoza una marcha de inmigrantes camino de Madrid, aquí se hará un pequeño homenaje al poeta chileno Rolando Mix que falleció después de componer unos versos para la marcha. Escapó de milagro del golpe de Chile y al cabo del tiempo acabó en Zaragoza. Distribuyendo libros conoció a Juan Rulfo, Pablo Neruda, Salvador Allende, Víctor Jara, Violeta Parra … Pero sobre todo era una gran persona y, con tu permiso, quiero recordarle.

Besicos Olga.

Olga Bernad dijo...

No me digas que te da corte a estas alturas, que estas Caricias sin ti pierden perplejidad. Y sus burbujas, grandeza.
El lunes te mando unas pocas dentro de un sobre, y una es tuya only for you;-)
Mil gracias, querido Antonio.
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Black, qué majo eres. Recordar los sueños es una cuestión de interés y años de disciplina. Yo puedo recordar hasta cinco o seis distintos; a veces consigo volver a meterme en uno si me he despertado, o incluso cambiarlo, en serio. Pero es que yo fui una niña con muchas pesadillas y eso imprime carácter. Ahora son para mí un territorio que me encanta recorrer y recordar.
Mis hijos apenas tienen pesadillas, tampoco suelen recordar los sueños. Muy pocos de mis amigos lo hacen. Pero el texto es un texto, no un sueño, y lo que quiero es que leerlo sea un placer. Gracias por disfrutarlo.
Un beso.

P.S.: No conocía a Rolando Mix, pero estos días he leído referencias a él con motivo de su muerte. Qué vida tan azarosa, y qué lástima. Descanse en paz.

Ángel Sobreviela dijo...

Hay una descripción bellísima de los moldeadores del vidrio de Murano, en Venecia, y que aparece en la novela de Gabriele D'Annunzio IL FUOCO (El Fuego).. Un gran libro sobre una Venecia modernista, por cierto.

Olga Bernad dijo...

Pues habrá que atender ese fuego que tú has acercado hasta este sueño. No tiene precio lo que aprendo con vosotros;-)
Muchas gracias, Ángel.

Miguel dijo...

Un precioso texto, Olga. Me ha gustado, aún más, después de una segunda lectura.Sin embargo, no sé qué comentar...me parece que el hombre te ofrece la excelencia, la esfera perfeta, y el sótano rebosa de una sutil ovulación; la sonrisa del hombre es un hondísimo dibujo que seguramente continúa después del sueño con la persona querida. El ámbito reconocible del sótano, cuya interpretación puede estar a nuestro alcance,es muy hermoso y paradójicamente poco inquietante, porque es un sueño perfecto y feliz de principio a fin. Precioso.

Y, bueno,Sevila queda cerca. Ya sabes cuánto deseo conocerte, acercándome al menos para felicitarte y aplaudir tu intervención. Y darte un beso, claro. Hasta entonces,un abrazo y mis mejores deseos,protectores de tu serenidad.

Olga Bernad dijo...

Qué bueno, Miguel, eso de que "el sótano rebosa de una sutil ovulación", también la idea de que el hombre me ofrece la excelencia. Hacéis unas interpretaciones geniales;-) Sin embargo, aunque el sueño es feliz, la sensación que recuerdo sí era un poco inquietante, había un poco de miedo, no sé exactamente a qué. Pero eso lo hacía más emocionante.
Desde luego, acércate a saludarme en Sevilla para que pueda conocerte. Voy a estar tres días, a ver si podemos tomar un café tranquilamente en algún momento.
Mil gracias por esos buenos deseos protectores de mi serenidad, eres un sol;-)
Un fuerte abrazo.

gbp dijo...

Cariño, qué paraiso(a mi que me encierren en este sótano y borren la puerta.
Precioso sueño o cuento porque yo me lo quedo de "bed time story".

Besitos

Olga Bernad dijo...

Es un sueño y un cuento y una especie de intento de crear un espacio donde llevar al lector de la mano durante un minuto. "Bed time story". Qué bien suena;-)
Gracias, sister, que borren la puerta...
Muchos besos.

Mery dijo...

Tenía toda la pinta de ser un Aleph borgiano, Olga.
Intenso y único.

Un beso

Olga Bernad dijo...

Oh.
Claro, ese sótano.
Lo que no se os ocurra... qué lujo de comentaristas;-)
Besazo, morena.

Anónimo dijo...

A mí también, me ha traído a la memoria "El Aleph".

Un soplador de vidrio...;tiene tanta magia... Precioso.
Lo he leído varias veces y volveré a hacerlo en otro momento.
Un saludo. R.Castillo.

Olga Bernad dijo...

Es cierto, tenía algo de mago u oficiante de un rito... Pues muchísimas gracias, R. Castillo, por esa lectura atenta y repetida.
Bienvenido por estas Caricias, y espero que vuelvas.

Izarbe dijo...

Me ha encantado, me lo he imaginado, tienes el don de hacer soñar con tus palabras, que no nos falte...
Mucha suerte el día 8, supongo que va a ser inolvidable, como este año entero para ti ¿cuántas cosas vas a tener para hacer el balance a final de año?.
Un fuerte abrazo

José Miguel Ridao dijo...

Supongo que el texto te lo habrá inspirado un sueño, Olga. Es muy gráfico y potente, y con la calidad de siempre.

Casi seguro que te daré en persona la enhorabuena por tu libro el jueves en Sevilla.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Izarbe, sóñar y hacer soñar... no está mal;-)
Ay, yo espero disfrutarlo en la medida de lo posible (siempre un acto es un acto, pero luego nos vamos a cenar, y luego me quedan dos días en Sevilla:-)
Ha sido un buen año, poder publicar este libro es un acontecimiento en mi vida, la verdad.
Besazo.

Olga Bernad dijo...

Inspirado en un sueño, efectivamente, señor Ridao, pero sólo inspirado; la literatura es levantar otro edificio con ladrillos raros, no es sólo contar.
Ojalá puedas estar en la presentación de Sevilla el jueves, me encantaría conocerte, y también a Lola.
Un fuerte abrazo.

Gemma dijo...

Llego con retraso después de pasar una semana en Münster, con ganas de decirte sin embargo que tu sueño (aun cuando albergue heptasílabos y endecasílabos), me parece un microrrelato redondo, casi tanto como esas burbujas de vidrio que compones cuando sueñas; misterios cifrados que en realidad no lo son. La pieza brilla de puro acierto. Besos, Olga, y que tengas mucha suerte en Sevilla

Spender dijo...

Qué curioso...últimamente yo también ando muy obsesionado con ciertas burbujas.
Enhorabuena por el libro.

Olga Bernad dijo...

Esto de las etiquetas es complicado, prosa poética, microrrelato... no sé, qué más da. Reconstruir un sueño en palabras a partir de una luz y una sensación. Ay, a ver con qué sueño en Sevilla, te lo cuento a la vuelta;-)
Muchísimas gracias, Gema, y un beso.

Olga Bernad dijo...

Telepatía emocional, Spender. Una esfera de vidrio transparente y brillante es un poco de perfección en este mundo imperfecto, la cuadratura del círculo, esas cosas.
Muchas gracias por lo del libro, lo recibí el sábado, aún no está en las tiendas y huele a nuevo, nuevo.
Duermo con él en la mesilla;-)

Sergio Astorga dijo...

Olga, el misterio insufla inflama, piedra filosofal esfera amor, el espacio se ocupa.
Sólo la salida al interior.

Esplendido texto.
Un abrazo perplejo y burbujeante.
Sergio Astorga

Maria Luisa dijo...

Olga siempre es un placer leerte.

" Me sonríe ". " Le amo"
"No nos iremos nunca"

Preciosa prosa.
Para leerla y releerla.

Un beso.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Perdóname por no haber pasado antes....liada estaba y estoy....pero tampoco me iré nunca estaré siempre aquí alabando tu maestría con las letras.Me emocionas de nuevo.
besos

Olga Bernad dijo...

Vaya, Sergio, pues esas esferas pudieran tener algo de piedra filosofal... Y la única puerta de salida, hacia el interior, como muchas veces en la vida.
Me alegro mucho de que te haya gustado, gracias por el comentario y por el abrazo perplejo y burbujeante;-)
Yo te devuelvo uno redondo, perfecto, cerrado.

Olga Bernad dijo...

Querida María Luisa, esas lecturas y relecturas dan vida a estos sueños.
Un beso para ti, Reina, y gracias siempre.

Olga Bernad dijo...

Compa, una de las cosas buenas de este medio es la libertad de venir a cualquier hora y cualquier día, cuando uno quiera y pueda. Aquí está tu casa y las entradas esperándote, igual que tus magníficas fotos.
Un besote (y quedamos a la vuelta:-)

lolo dijo...

Llena de bolitas estará mañana la Biblioteca de Sevilla. Sonríe.
Pero vuelve a escribirnos...

Olga Bernad dijo...

Pues mañana (ya hoy) me acordaré de ti cuando vea las cabecitas de los asistentes;-) ¿Estarás? Yo procuraré sonreír, pero ahora mismo estoy un poquillo histérica, más de las doce y sin hacer la maleta, y salgo en unas horas... pero en el tren me tranquilizaré mucho, digo yo.
Bueno, me desconecto hasta la vuelta. Traeremos los recuerdos, claro que sí.
Gracias, Lolo;-)

Nodisparenalpianista dijo...

O sea, Olga, que en unos momentos, la puesta de largo definitiva.
¡Muchas felicidades y adelante!!!

Olga Bernad dijo...

Llevo casi tres días desconectada, pianista, sigo en Sevilla. Acabo de subir a la Giralda y estoy derrengada... pero la puesta de largo estuvo genial. Y todo lo demás. En cuanto vuelva a Zaragoza, cuelgo entrada;-)
Gracias, tus buenos deseos me ayudaron, seguro!