martes, 15 de septiembre de 2009

Nostalgia armada

Ahora, Señor, acuérdate de mí, vuelve tus ojos hacia mí.
Tobías 3,3

Te miro caminar serenamente
por una calle en la que nunca estuve.
Háblame de las cosas que no veo,
vuelve tus ojos hacia mí, y perdona.
Mi corazón no tuvo más remedio:
te inventé porque el mundo me sabe a hambre atrasada,
y porque el tiempo es poco
y hubiese sido absurdo
medirlo con simpleza de usurero,
encerrarlo en relojes,
dilapidar mi esfuerzo y tu cordura
o el dulce remolino que baila con mi espíritu
si alguna vez te pienso y te presiento.
Quiero que algún pequeño
espacio del misterio que nos lleva
dirija el calendario hacia lo incomprensible.
Un día de abril por ti,
el tiempo de la espera en la mirada
y un vals oscuro y lento
(sus violentos cuchillos de ternura
volando en cada vuelta
y mi nostalgia armada hasta los dientes
recostada en la almena de tu alma)
deslizándose a ciegas por mi sueño,
como si muy despacio me fuese desangrando
y la vida escapase entre mis dedos
diciendo adiós, adiós;
diciendo ya me he ido,
diciendo nunca estuve,
nunca estuve contigo en esas calles.

Olga Bernad
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Hace un año: Apuesta, Ejercicio literario nº 29
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58 comentarios:

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Hermosos versos, Olga, de nostalgia de "lo entrevisto", de lo deseable. Chapeau!

Olga Bernad dijo...

Nostalgia de lo que nunca fue y posiblemente nunca será. Nostalgia de lo soñado. Terrible nostalgia.
Muchas gracias, Antonio, me alegra que te gusten.

Ramiro Rosón dijo...

Olga, este poema me ha parecido conmovedor. La cita del libro de Tobías es preciosa; en el fondo, resume lo que es toda oración: una súplica dirigida a alguien para que se acuerde de nosotros. Quizá nos hablas en estos versos de un amor lejano, perdido hace tiempo. Por otro lado, en ellos se advierte la conciencia de la fugacidad de la vida (“porque el tiempo es poco”); el hecho de que el amor es gozo y sufrimiento a la vez (“sus violentos cuchillos de ternura”); la nostalgia que da su título al poema.

Saludos cordiales.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Uf, Olga. Lo mejor que he leído tuyo, se ve que la barrica de roble está magnífica.

Me ha gustado mucho, y el final, cerrado.

Un fuerte abrazo.

María dijo...

Qué dura esa nostalgia de lo que no nunca se ha tenido, de lo que nunca se tendrá... Inventarse momentos para tapar esos agujeros del alma... Inventarse situaciones para rellenar los vacíos del día a día...

Me ha gustado mucho, Olga, mucho.

Besos

José Luis Garrido Peña dijo...

Muy hermoso, querida Olga, encuentro una voz aun más intima y plena que en otras ocasiones, de un peregrinaje con la expresión, no llevan tus versos ningún pensamiento capaz de engañar, y una cosa que me gusta más, se anuncia con buen pulso en su desarrollo la intensidad del desenlace.

Un beso y felicidades.

Ángeles dijo...

Magnífico Olga, mal día llevo para este poema tan triste,tan cierto.
Un beso

Olga Bernad dijo...

Me gusta que el poema te conmueva, Ramiro. Que sacuda un poco, a veces con suavidad y otras no tanto, nuestra consciencia o nuestra inconsciencia, algo, es lo que yo le pido a un poema como lectora.
Parece una oración, sí.
Muchas gracias por tu lectura.
Saludos.

Olga Bernad dijo...

Ese ¡Uf! me dice mucho, Javier. Gracias:-) Ojalá lo mejor esté aún por escribir. La barrica no sabe cómo está. Está.
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Todos los amores son un poco inventados; y algunos, mucho más.
Si eso tapa agujeros del alma o la llena de metralla, yo no lo tengo tan claro.
Pero quizá no haya otra manera de vivir sin tiempos muertos.
Gracias, Rocío.
Me anima mucho que os guste.

Olga Bernad dijo...

Querido Luis, tu comentario es un lujo. Ya te he dicho que tú pareces acariciar lo que lees. Me gusta que veas una cierta evolución en mí. Ni la fuerzo ni la evito. Dejo salir y procuro mantener el pulso, sí.
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Gracias también a ti, Ángeles, aunque siento que la tristeza del poema no te haya ayudado a superar tu mal día.
Ármate... pero no de nostagia, sino de valor.
Un beso y ánimo con tus cosas.

Máster en nubes dijo...

Nostalgia armada y en la distancia, guapa, abrazada. Pues eso, un abrazo, y un poema redondo, ya te lo han dicho otros, y como que se va yendo y se queda.

Un beso, Olga, y hasta pronto

Aurora

Julio Castelló dijo...

Qué latido tan cercano el de estos versos. Los leo una y otra vez. Perplejo en su perfecto horizonte. Como ante una puesta de sol que nunca hubiera visto y sin embargo pudiera compartir. Así de simple. Así de fuerte.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Aurora. La nostalgia armada pesa mucho más y no hay manera de defenderse, pero es la costumbre de intentarlo, supongo;-)
"Se va yendo y se queda". Un ratito en la memoria y ya está.
Hasta pronto.

Olga Bernad dijo...

ES bueno pensar que alguien siente cercano el latido de estos versos,sí, tan simple y tan fuerte como compartir algo que no se tiene.
Gracias, Julio.
P.S.: No es lo único que tengo que agradecerte, pero eso te lo contaré más despacio:-)

Juan Manuel Macías dijo...

Precioso, Olga. Y subrayo lo que dice Luis: qué bien engarzado el principio con el final, que es memorable, stricto sensu.
Besos

Olga Bernad dijo...

Mil gracias, Juan Manuel, sé cómo estás de trabajo ¿y de monstruos cotidanos?, pero aquí siempre te guardo el sitio.
Ya sabes que pienso que la memoria es el premio, asi que no podrías decirme nada mejor.
Besos.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Que barbaridad,Olga...con este poema lo abarcas todo,sueños,nostalgias,amor....otro a añadir a mi compilación de poemas...

Un beso...

Olga Bernad dijo...

Todo quería cuando empecé, María Teresa; si pudiese partirse ese deseo, cada poema intentaría ser un trocito de lo imposible.
Esa "compilación" a mano de mis poemas me llega al alma, lo sabes;-)
Besazo.

Mery dijo...

Las añoranzas suelen traer consigo unas cuantas bellezas, pura paradoja.Y si encima son añoranzas de lo nunca vivido, ya ni te cuento.
Para muestra, este botón.
Admiro muchísimoo tu ritmo y tu uso de las palabras.
Un beso

Marta María López dijo...

"No hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí...".

Maravillosos tus versos. Me gusta esa idea de inventar por necesidad, para elevarnos por encima de lo que nos rodea, soñar con ese sueño y morir de nostalgia cuando se vuelve a posar una en el suelo. Moirir de nostalgia por lo que nunca fue.

Manuel Arribas dijo...

"Te miro caminar serenamente
por una calle en la que nunca estuve."


Te miro caminar serenamente
por un corazón en el que nunca estuve.

Leo tus versos un no puedo por mas que intentar leer entre líneas. Un gozo para los sentidos del pensamiento.
Un abrazo.

Miguel dijo...

Querida Olga: muchas cosas en el tintero,pero nada que opaque una profunda admiración por lo que escribes. El poema es precioso, y ya ha quedado interiorizado,leido y releido con igual placer que los demás; aunque coincido con tus amigos que te comentan, en que es uno de los mejores poemas que has escrito. Muchas cosas te han dicho. Acepta, si embargo, de mi parte, un comentario escueto y admirado. No puedo dejar de quererte en cada entrega. Aunque, como sabes, también soy poeta, y bien diferente de tu poética, pero me emociona, me gusta e incluso propago la excelencia de tu escritura. Que grande es la generosidad de la vida...
Salud y un abrazo, Olga.

Granito dijo...

Creia que nunca encontraría nada que superara a Serrat en 'Lucía': "No hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí...", pero acabo de encontrarlo, y no me sorprende que sea aquí. Gracias Olga, as always. Besotes.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Mery. Ocurre que a veces piensas tan a menudo en algo que, cuando dejas de hacerlo y lo recuerdas, la sensación es parecida a la de la nostalgia por una época en tu vida, incluso mucho más intensa.
Gracias por esa admiración inmerecida.
Un beso (otra vez supernocturno;-)

Olga Bernad dijo...

El choque contra el suelo es brutal siempre, Marta. Cuando veo a la gente enredada en sus ilusiones y yo sé que no son ciertas, no les envidio la decepción, pero sí el momento. De todas formas, para la vida se necesita realidad, tarde o temprano se reclama. Pero los versos tienen sus propias leyes (aunque nadie se las sabe del todo;-) Gracias por ese “maravillosos”.

Olga Bernad dijo...

No he podido acceder al enlace, Manuel, pero puedes leer lo que tú quieras, un poema debe tener ese poder, la intensidad de la emoción la hace muy flexible y “adaptable” a mil teorías, propias y ajenas. Pero eso no importa. Es lo que es, gira sobre su mundo.
Un abrazo y muchas gracias. A ver cuándo repetimos velada;-)

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Miguel, como siempre. “No puedo dejar de quererte en cada entrega”. Eso es muy bonito, por muchas cosas que nos digan supongo que notar eso es increíble. Lo mismo que saber que el poema es leído, “interiorizado y releído”. No se puede pedir más.
Salud también para ti y un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Granito, has coincidido con Marta sin haber leído su comentario puesto que no estaba aún publicado. Me alegro mucho de verte de nuevo por aquí, buscando cosas… y encontrándolas.
Gracias a ti.
Besotes.

Antonio Rivero Taravillo dijo...

Lo que yo iba a decir ya lo han hecho otros, pero no me importa repetirlo: gran y rotundo -redondo- poema, Olga. Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Mil gracias, Antonio. Tu opinión me importa mucho, ya lo sabes.
Un abrazo.

Ángeles dijo...

Que he leido lo del libro en el blog de Jesús Cotta
Como no ha de ser el último ya tendremos alguna presentación aquí
Felicidades, muchos besos

Olga Bernad dijo...

Yo hasta que no lo tenga en la mano no me atrevo a decir ni champán;-) Creo que será la próxima semana.
Aquí me quedo, quieta en la mata (así decimos por aquí)con mis poemas; jeje, pero gracias, guapa, mira que estás atenta.
Muchos besos.

ana dijo...

"Te miro caminar serenamente
por una calle en la que nunca estuve ...

...y la vida escapase entre mis dedos
diciendo adiós, adiós;
diciendo ya me he ido,
diciendo nunca estuve,
nunca estuve contigo en esas calles."

Principio y fin de algo que nunca fue, y que por ello mismo, nunca morirá. Por eso, siempre regresarás a esa calle, en la que no estuviste, pero por la que caminas en esos ratos de nostalgia infinita una y otra vez.

Son hermosas tus palabras. Y son vida, aunque sólo sean palabras presentidas. La vida presentida, esa, la del alma.

Saludos.

Olga Bernad dijo...

Qué bonito comentario, Ana.
La vida es lo visible y lo invisible, sí. Hay lugares que forman parte de nuestra vida y nuestra memoria y sólo hemos visto en sueños.

Muchísimas gracias.

gbp dijo...

"Nostalgia armada"

Solamente el título merece un brindis, en el último verso ya es borrachera.

Precioso, cariño.

Besitos

Olga Bernad dijo...

Ya sabes lo que me gustan los títulos, sister.
También tenemos que reconocer que hay cosas y personas en la realidad que te quitan la nostalgia y te desarman. Al final, son los que nos acompañan y brindan con nosotros los que nos hacen la vida más ligera.
Gracias por estar, Gemita:-)
kisses y kisses.

Lola dijo...

Al fin un momento de paz para poder disfrutar de tu poema!

Me ha gustado mucho cómo expresas ese deseo de acaparar y retener el tiempo, la obsesión por medirlo.

El poema me transporta y me deja con ganas de más, de haber estado allí, de soñar,... tal vez sea nostalgia.

Un beso y enhorabuena!!

Iseo dijo...

Tenías razón Olga, precioso, el mejor. "Te miro caminar serenamente" o "Te escucho caminar serenamente" perfeccionando hasta el último minuto, de las dos formas me gusta. Enhorabuena.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Lola, me alegro muchísimo de que te guste. Te cambio tu felicitación por la mía: felicidades por esos diez años;-) Que vengan muchos más para vivirlos y recordarlos.
Un besazo.

Olga Bernad dijo...

Perfeccionando hasta el final, Iseo. Cómo nos lo pasamos en nuestras sesiones de cafetería, no me digas. Lo que lloro y lo que me río. Lo que escribo.
Lo que vivo.
Y que estés no tiene precio.
Gracias, gracias, gracias.

José Miguel Ridao dijo...

"Te inventé porque el mundo me sabe a hambre atrasada". Es el sello de la casa y, al menos para mí, la llave de este profundo poema. Y como dicen que un poema echado a volar pertenece a quien lo lee, con esa llave me quedo.

Enhorabuena, Olga, y por las Caricias impresas en breve también.

Olga Bernad dijo...

Claro que pertenece a quien lo lee, es una de esas pocas cosas que tengo claras. En este caso, además, autor y lector están de acuerdo (aunque eso no es imprescindible y, a lo mejor, ni siquiera importante;-)
Muchas gracias, José Miguel. Estoy bastante nerviosa. A ver si me decido a colgar algo al respecto.
Un abrazo.

Angós dijo...

Tranquila. Lo tienes muy fácil.
Di lo que sientes, te sale bien.
El poema es precioso como todos.

Olga Bernad dijo...

Lo que siento suele ser difícil de explicar y mucho más difícil de resumir. En un poema es todo mucho más posible.
Gracias, Angós.

MarianGardi dijo...

Olga, bello paisaje nos muestras por el recorrido de tu imaginación.
Muy fino y pulido

Olga Bernad dijo...

Pues muchas gracias, Marian.
Me alegro de que te guste.

Blackbird dijo...

Yo también quise volver a pasar por aquella calle en la que nunca estuve, pero no logré hallarla. Y eso que me llevé mi plano de calles y sentimientos. Quizás, como muchos, me equivoqué al coger el autobús y cuando quise volver atrás ya estaban todos en cocheras.

¿Qué decir Olga? Es uno de tus temas, esos a los que todo escritor vuelve una y otra vez, y sabes que me gusta, y mucho; y que como muchos de tus lectores buceo entre tus líneas buscando algún pedazo de verdad o de mentira verdadera que me diga quién fui yo.

Gracias Olga y besicos.

Olga Bernad dijo...

Sí, es claramente una de mis (pocas;-)obsesiones. Curiosamente la poesía las pone muy de manifiesto, no se puede huír de esas calles en las que no estuvimos.
Me alegro de que te guste y de que volvamos (for ever) al "Retrospectivo existente" de nuestro paisano Miguel Labordeta, un poema buenísimo que un día voy a colgar por aquí.
Es una de esas mentiras verdaderas que, en parte, me dicen quién fui yo.

Besicos, Black, y mil gracias.

Yo dijo...

Maravilloso. No tengo otra palabra.

Y enhorabuena por tu libro, lo compraré.

Olga Bernad dijo...

Vaya, "Yo", pues muchas gracias, quien quiera que seas;-)
Bienvenido por aquí.

Marta Fernández Olivera dijo...

y es verdad que quizás inventemos a ese amor tan perfecto, perverso que nos da la mano, quizas el miedo a sentirnos solos no haga crear en nuestra cabeza algo que no existe, nos haga ver lo irreal, y aunque lo sepamos y nuestro presentimiento nos diga, que vives una mentira...a nosotros nos parecera bien... porque en ese momento vivimos una irrealidad maravillosa.
Como siempre Olga, me fascinas.
Un besico!

Olga Bernad dijo...

Los mapas de la realidad y la verdad son complicados. Hay amores verdaderos que nunca han ocurrido. ¿Irreales? Con la poesía cruzamos caminos imposibles de transitar redactando leyes, no se trata de dotar de contenido preciso a la realidad, sino de moverla. No sé, ya sabes que no soy muy partidaria de teorizar al respecto. El movimiento, nunca mejor dicho, se demuestra andando;-)
Besicos, Marta, que has descansado mucho este verano, guapa, ya era hora de volver.
Muchas gracias por ese "me fascinas". Es muy seductor;-)

Miguel dijo...

Querida Olga, ¿dónde, a qué hora? Sólo sé que la presentación de tu libro en Sevilla es el día 8.¿Nos dirás algunos de tus versos en tal acto?
Espero que aún recibas este nuevo correo y me des noticias; posiblemente, también, en una nueva entrega que llegue a todos los que te seguimos y podemos asistir. salud.

Olga Bernad dijo...

Sí, Miguel, en la entrada en la que presento el libro, al final está el cartel de la propaganda, haciendo click sobre él se lee que la presentación de la colección es el jueves 8 de octubre, a las 20:00 horas en la Biblioteca Pública de Sevilla (Avda. María Luisa, nº 8).
Creí que con eso era suficiente, me daba corte poner más al respecto.
Y sí, haré una pequeña intervención, leyendo cuatro o cinco poemas y hablando un poco sobre el libro.
Ay, estoy muy nerviosa;-)
Espero contar contigo por allí.
Un besazo y hasta pronto.

Miguel dijo...

Muchas gracias, Olga. No te pongas nerviosa. Lo mejor de tu poesía eres tú misma. Mientras alientes, ese don seguirá contigo. Tampoco vaciles en reconocer tu talento. Mereces este reconocimiento y más. Allí estaré. Pero no necesitas ánimos o apoyo... seguro que te ganas, sólo con tu respirar mientras lees, el corazón y la cercanía de todos.Tú no tienes nada que ver con esa inquietud vanidosa de los nervios. Quédate tranquila.
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Miguel. No te imaginas lo que me anima tu comentario. Intentaré recordar esas palabras. Es verdad que el nerviosismo puede tener algo de inquietud vanidosa. Procuraremos desterrar todo eso y, simplemente, ir y contar.
Muchísimas gracias, de verdad, será estupendo saber que estás ahí.
Un beso.