viernes, 24 de abril de 2009

Primera lectura de poemas

Un hombre elige palabras para otros y las dice en voz alta. Elige con cuidado porque siente que no le sirve cualquiera ni de cualquier forma; elige entre miles de palabras y vuelca esa elección sobre el tablero de ajedrez de la sintaxis.

Mucho antes de los libros, los poetas decían a los demás sus versos. Sólo con su voz, la inteligente vibración del aire, debían hacer llegar esa caravana lenta a un corazón ajeno, tal vez también a su entendimiento, y dejar un rastro un poco inexplicable en su memoria.

Yo nunca había dicho mis versos en público. Esa especie de unión inexacta y libre con un lector difuso, lejano a mí y sin rostro, me asusta menos.

Aprendí mucho en la noche blanca de la poesía, el jueves por la noche en La campana de los perdidos; aprendí sobre la propia voz y la de otros intentando ajustar el sonido interior (perfecto y esperándonos) a la verdad de la dicción entre gente que respira y escucha.

Olga Bernad




Nota: el próximo sábado 25 de abril leen Eva Vaz y José Luis Piquero
-La Campana de los perdidos- 22 h. C/ Prudencio, 7 (Zaragoza)
Organiza: Asociación Aragonesa de escritores

62 comentarios:

s dijo...

Gracias por este regalo, Olga, aunque se me ha hecho demasiado corto...

Abrazo.

Fernando dijo...

todo te esper...un beso...

Olga Bernad dijo...

¿Regalo? No lo tengo yo tan claro:-))) Más que nada me apetecía dejar el recuerdo aquí, por ser la primera vez. Madre mía qué rara me sueno, qué difícil es hacer eso delante de gente...
Leí cinco poemas, pero no puedo subir más que dos vídeos cortos, el del poema agosto espera no se deja.
No estará de Dios:-))
Lo pasé genial, eso sí.
Muchas gracias, Sergio.

Gemma dijo...

Quererlo todo y que, además, ese todo no resulte suficiente, es un buen principio. En realidad, el mejor principio que pueda uno imaginar.

Besos

Olga Bernad dijo...

Gracias, Fernando.
Qué bien contar con estas cosas y poder escuchar a los demás y participar.
Nos vemos mañana;-)
Un besazo.

Olga Bernad dijo...

Mega ¿entonces se entiende? Yo es que me lo sé:-)))
Ay, qué difícil es, de verdad.
Recuerdo que cuando escribí ese poema lo quería todo, pero qué todo, no lo sé. Estaba todo lleno de fuerza y de tristeza. Y de ganas. Cómo transmitir eso. No lo sé. Iré aprendiendo.
Besos, Mega, gracias por venir a escuchar:-)

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Felicidades por ese estreno. Lamento estar tan lejos y no haber podido ir a verte. El problema del vídeo es que es muy corto: apenas empiezas y ya termina. Me quedo con ganas. Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

La verdad, Antonio, es que no avisé a nadie conocido, ni siquiera a los más cercanos (yo creo que dudaba si me iba a atrever:-)ni a Black, ni a Iseo ni a nadie. Sólo a Ángeles (tal vez porque es una lectora y no la conocía)y a Teresa muy a última hora.
No he podido subir otros vídeos más largos, pero para muestra un botón.
Sólo quería dejar un recuerdo en el blog, para mí fue muy emocionante.
Un abrazo, escrito laureado:-)

Angós dijo...

Eres genial y estuviste como eres. Hasta cuando te tiembla la voz quedaba bien.
No se aprecia bien en el vídeo pero es un buen recuerdo.
Te aplaudieron mucho y yo vuelvo a aplaudirte.

Olga Bernad dijo...

Yo no sé si tú eres muy objetivo, pero me llegó al alma que no grabaras los aplausos porque tú también querías aplaudir:-)
Ahora, que en tus vídeos improvisados sólo salga yo es pa matarte, rugbilari...

gbp dijo...

¡¡BRAVOOO!!
Cariño, que nos has cortado las ovaciones. Nada, ya las pongo yo y así me hago la ilusión de estar allí.

Un besote, tú eliges las palabras como nadie.

Olga Bernad dijo...

¡Que yo no las he cortado, fue el cámara improvisado, que quería aplaudir, el angelico!
Ay, cómo me hubiese gustado tenerte aquí, sister, con tu experiencia sobre las tablas. Si al final leo en Barcelona, llamo a nuestros amigos catalanes y te vienes, digo yo que ya no me dará tanto miedo:-))))
Kisses and truly, como dicen unos amigos.

Andrei Rublev dijo...

OOOhhhh, pero quién iba a imaginar esto!!! No sólo la voz de la poeta, que ya conocíamos, sino también su viva imagen!!! ¿Quién me lo iba a decir?
Gracias por tu presencia (breve, todo hay que decirlo, pues para pedirlo todo pocas palabras bastan; mucho me temo que el todo habita en el silencio).
GGGGracias, más que nunca, por tan grata sorpresa.

Olga Bernad dijo...

Ay, Arsenio, el sitio es perfecto para leer poemas, es un sótano de un café con mucha historia. Cómo dejar pasar la oportunidad y la compañía.
El "todo" para mí, tiene algo de buque insignia. Fue uno de los que eligió Juan Manuel Macías para la reseña que hizo sobre mi bitácora en la página de DVD Ediciones(una de las primeras sopresas que me llevé con esto del blog) y desde entonces lo llevo de talismán:-)
Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Tengo que conseguir que suenen como los pienso. A ver.
Un beso y muchísimas gracias.

Luisamiñana dijo...

Un abrazo, guapa. Y a disfrutar, que como ya te he dicho hace un ratito en otro sitio virtual, eso es lo que importa: que entre todos encontremos la forma de estar bien.

entrenomadas dijo...

Pero bueno...
pedazo de voz y de estilo.
Y aunque el vídeo es corto se siente el texto profundamente.

Un besazo y felicidades,

Marta

Olga Bernad dijo...

¡Luisa! Te iba a contar una cosa porque estoy muy contenta y estoy sola en el trabajo sin poder compartirlo con nadie y ¡no tienes mail en tu blog!
Bueno, mañana te lo cuento.
Si es por disfrutar, yo me lo estoy pasando como una enana:-))))
Tú leíste de maravilla ese Cántico Espiritual y tus poemas propios.
Y hay algún rapsoda por ahí... inalcanzable.

Olga Bernad dijo...

Marta, qué pena que no estuvieras, te perdiste mi parón en el primer poema:-))) Es que éste fue el quinto y hay que aprender rápido, que estaba el nivel muy alto.
Muchas gracias, guapa, oírse es muy bueno, yo nunca lo había hecho. Y sé muy bien cómo oigo los poemas cuando los escribo.
Iremos afinando.
Un besazo.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Perfecto. Adelante..."ladran, luego cabalgas". Y piensa en cuántos amigos tienes que te queremos. Besos, poeta.

Juan Manuel Macías dijo...

Pues uno de esos pequeños momentos memorables para que alguien lo recuerde, cuando estemos todos calvos, si quedan ordenadores. Debería ser así. Y pensar que hace apenas un año firmabas como Betty B. :-)
No sólo no me arrepiento de aquella lectura de verano, sino que creo que el tiempo me va dando la razón, y a mí me encanta que me den la razón. Decir un poema es una declaración de principios frente al silencio. La poesía no tiene nada que ver con el silencio, desde luego. La poesía es voz antes que logos, como digo siempre. Y ahora, tu voz.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Miguel Ángel.
Qué fácil es todo con algunas personas.
De alguna manera, eso también es una lección.
Seguiremos aprendiendo;-)

Olga Bernad dijo...

Juan Manuel, la mañana que pasamos Iseo y yo con aquella lectura de verano impresa, lo que la comentamos, no tiene precio. Para mí fue como si me hubiesen dado un premio. Y es que estas cosas me apetece siempre disfrutarlas. Ya me entristezco cuando toca, ya me enfado cuando me tengo que enfadar.
La poesía viene de un silencio previo del que hemos hablado tantas veces, y una especie de libertad que uno se da para romperlo. Incluso en la soledad más absoluta es así. Cuando hablas para otros, lo es mucho más. Yo creo que el sentimiento de pudor es lo más normal del mundo. De alguna manera, aunque sea infinitamente libre y codificada, dices algo de una parte muy profunda de ti, y eso nunca será gratis.
Besos y mil gracias por tu apoyo y tu ayuda, siempre.

Marta Fernández Olivera dijo...

Olga, ahora ya te podemos poner voz en cada lectura tuya, esto de escuchar nuestra voz, es lo mas raro del mundo, porque no es lo mismo la voz que sale hacia afuera, que la que nosotros escuchamos desde dentro, y normalmente no nos gusta, leer tu poesia en publico supongo que te hara viajar a la epoca de la Uni. o la EGB, donde al menos yo pasaba unos sofocos si me hacian leer en publico...menos mal que esto ya no es para tanto, ¿sera por la edad?
Un petó.

Ángeles dijo...

Olga, gracias por dejarme compartir tu bautismo, sólo diré que no a todos los poetas es agradable oirlos recitar, pero tu voz cálida y dulce acompaña a la perfección el ritmo de tus palabras.

Olga Bernad dijo...

Yo nunca he sido muy amiga de hablar en público, pero tampoco tenía ningún problema. Recuerdo algunas ocasiones en el Instituto o en la Universidad en las que disfruté mucho. Pero los poemas es otra cosa, otro pudor, enseñas algo muy tuyo. No puedo hacer como que me da igual y tampoco quiero darle más importancia, pero me gusta dejarlo de recuerdo.
Dudé en colgar el vídeo, no te creas, pero a mí me gusta reconocer la voz de la gente que leo.
En fin, fue una gratísima experiencia.
Un petó, guapa.

Olga Bernad dijo...

Ángeles, ME ENCANTÓ, me encantó conocerte, sabía que iba a estar más cómoda con alguien que aún era desconocido que con amigos más cercanos, qué curioso:-)
Tú sabes que me daba vergüenza de la de verdad. Eres un sol.
Gracias también a tu amiga.

Miguel Estrada Pérez-Carasa dijo...

Qué deseo tan inquietante para un alma insatisfecha, cuya plenitud es una quimera. Con pocas palabras, nada altisonantes, has escrito un hermoso poema. Y con razón es talismán entre los tuyos. El video, tan cortito, es una bonita muestra ajustada a los versos, pero uno se queda con ganas de muchísimo más. De todas formas, para mí ya tienes voz y figura en adelante.
Lo has hecho muy bien, Olga. Enhorabuena.Precioso.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Miguel. Me gusta mucho lo que dices del poema, se acerca bastante a la sensación que yo tenía al escribirlo. Y no quiero ni tonos ni palabras altisonantes, pero no quiero traicionar "todo" con una naturalidad de andar por casa que no es la suya. ¿Encontraré el tono?
Yo lo oigo tan bien cuando escribo.
En público es difícil, y supongo que la primera vez más. Me pedí un martini nada más llegar y otro al poco rato;-)
Eres muy generoso, Miguel.

Antonio Azuaga dijo...

¡Bendito sea Dios, Olga! ¿En qué habré estado enredado yo para llegar tan tarde…? Y digo tan tarde porque yo tenía que haber sido el primero en abrir los aplausos. ¿O no?... Ni se te ocurra decir que no, porque… “Te lo dije. Y me alegro de haberlo hecho: no hay que privar a ningún silencio propio de la palabra. Dale palabra y aire a ese silencio tuyo…” Allá por mayo, “cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor…” Te lo dije allá por mayo. Ya sé, ya sé que por entonces se trataba sólo de arrancar. Y arrancaste y... ¡menuda trayectoria!

Qué bien Olga, qué bien sienta tu voz a la palabra. ¿Y dudabas? ¿Y no te atrevías…? Aunque también lo entiendo, porque hay temores morales que nacen de la exigencia de uno y del profundo respeto a los demás. No son temores con razón ni motivo, son temores de una elevada honradez. Pero ya ves (también te lo dije, aunque aquí sólo lo intuía), absolutamente infundados. Lógico es temer; necesario, vencerse. Y después de esa victoria, en casos como el tuyo, lo que llega es la justicia del aplauso y de la admiración.

Pero no todo es perfecto; hay algo que está mal, muy mal: ¡me ha sabido a poco!

Un beso fuerte y una enorme enhorabuena.

Isabel Barceló Chico dijo...

Me hubiera gustado mucho compartir contigo ese momento. También a mí me ha sabido poco, me he quedado con ganas de escuchar más poemas tuyos, salidos de tu propia voz. Espero que en sucesivas lecturas (porque seguro que harás más) tengas en cuenta a quienes no podemos acudir y nos alegres vitualmente. Enhorabuena y un abrazo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Bravo por Olga. Discreta e intensa.

Juan Antonio González Romano dijo...

Yo tamnién me he quedado con ganas de más. Escuchar a los poetas en su voz es siempre algo sensacional. Porque la poesía tiene algo de confidencias íntimas que el poeta te cuenta, y si lo hace con su propia voz, con su propia caricia, mejor que mejor.
Un abrazo, Olga.

Olga Bernad dijo...

Bueno, mis problemas de conexión siguen así que, ahora que parece que funciona, voy a intentar contestar, aunque sea dividiendo los comentarios, ya que los largos me cuesta mucho subirlos a la red:

Antonio, tú puedes venir el primero o el último, lo único que sentiría es que no vinieras. Me acordaba de ti, ya lo creo, “dale palabra y aire a ese silencio tuyo”;-) Eso era hace un año, cuando, como bien dices, se trataba de arrancar. Pero siempre se trata de arrancar, cada vez es una cosa distinta, y siempre es necesaria la palabra justa en el momento justo.
Pero te cuento. Leí cinco poemas: Otra vuelta de página y derrota y Desde el puerto en mi primera intervención. En la segunda: Agosto espera, Miliciana y Todo.

Olga Bernad dijo...

Fallos: llevé una hoja mal fotocopiada con la letra pequeñísima. No veía ni torta, y eso distrae. Además, los martinis animan pero pueden confundir. Me temblaban las manos, eso daría igual si no fuese porque también temblaba el folio, menos mal que me los sé; en el primero, cuando digo eso de “noto un temblor de vida entre mis dedos”, me hizo hasta gracia. Tuve que parar, pero retomé. El público, educadísimo:-), aplaudió igual.
Aciertos: no me confundí (incrédibol), no farfullé, y me salió una voz y un tono parecido al que pienso y quiero para mis poemas. Aprendí de los demás y disfruté. Fue bonito.
Ojalá hubieses estado conmigo.
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Isabel, tenía un video más largo que no se dejó colgar. Al final, de los dos cortitos decidí poner este “Todo” que, como he dicho, tiene algo de talismán para mí, y porque sólo se trataba de dejar un recuerdo. Habrá más ocasiones, claro que sí. Y ojalá en alguna pueda contar contigo. Sería un honor y una alegría.
Un abrazo y muchísimas gracias.

Olga Bernad dijo...

Oh. Jesús, qué buena idea. Así quiero ser de mayor;-)
Me estoy preparando para Canora, que los demás pensáis ir sin ensayar pero yo soy muy responsable;-)

Olga Bernad dijo...

Juan Antonio, yo también creo que es muy interesante escuchar a los poetas en su voz; sin embargo, también estoy de acuerdo con Ángeles cuando ha dicho que a veces no le gusta. Quizá la voz del poeta traiciona la nuestra, la interior, la que oímos cuando les leemos. Depende de muchas cosas. Yo quisiera mostrar mi versión del poema, por eso me importa decirlo como lo oigo.
A ver si hay alguna ocasión futura de escucharnos;-)
Juan Manuel lee en Barcelona el lunes, desde el sur pilla lejos, pero a lo mejor a alguien cercano le guste saberlo. Hay información en su blog y en la página de Els dilluns de la Cigale. Ahora no puedo enlazar, pero están en mi barra de la derecha.
Un abrazo, Juan Antonio.

Maria Luisa dijo...

Querida Olga.

TODO.
Todo, lo quiero todo y no sería suficiente...
Olga nosotros queremos todo tu cariño, tu afecto,tu sonrisa.
¡TODO! ¡GENIAL!

Aquí en Monzón también tenemos un Taller de Lectura una vez al mes, escuchamos y oímos nuestro voz leyendo, recitando.
El día 20 de este mes nos visitó Luís García Montero.
Me pareció un hombre con mucha sensibilidad y muy cercano.
Nos recito su poesía, nos contó cosas de su vida con ese gracejo granadino nos encandilo a todos /as.

Un beso Reina

Olga Bernad dijo...

Si es que no paras, María Luisa, se te salen las ganas de vivir por las orejas;-)))
Muchas gracias por tu comentario tan cariñoso; ese taller, contando contigo, será digno de verse.
Y aquí lo de Reina va siempre por ti:-)
Un besazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Felicidades Olga, felicidades, y la próxima vez se avisa, por favor, que estamos a un paso en Ave.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Ay, Javier, si fueron sólo cinco poemas, y no tenía nada claro el asunto:-) Hace una semana, ni siquiera había asistido a una lectura ajena. Yo sólo me he ocupado de escribir.
No avisé a nadie.
Habrá próximas ocasiones, que sí, en esta ciudad o en otras, a ver si entonces podemos vernos. Me encantaría conocerte en persona.
Un abrazo.

enrique dijo...

"No se si sería suficiente..." Pero tu voz lo es casi todo...

Máster en nubes dijo...

Me encanta ese todo... y volver y oírte en tu voz, pero me ha sabido a poco. Aunque a veces es mejor quedarse con ganas ;-)
Un abrazo, guapa,
Aurora

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Enrique, la pobre estaba "sin estrenar", pero está bien oírse en público. Y, como ves, el ambiente era muy cordial.
Al final, me queda un recuerdo muy bueno;-)

Olga Bernad dijo...

¡Aurora!
¿Ya de vuelta?
Ánimo con el retorno. Espero que disfrutaras enormemente de Dublín, aunque por lo que leí me parece que no ibas desencaminada:-)
Yo me fui con los perdidos, que tampoco estuvo mal.
Me alegro de que te guste ese todo, me alegro mucho.
Un abrazo, (y un asunto tengo pendiente contigo, es que no he podido encontrar lo necesario... pero sabrás de mí, como tú dices:-)))

s dijo...

Oye, ahora que lo pienso, ¿has leído el soneto con que cerraba José hierro su libro "Cuaderno de Nueva York"? Es que me lo ha recordado tu poema... Abrazo.

VIDA

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

Iseo dijo...

Cómo me hubiese gustado estar allí. Habría aplaudido más que Angós. Eres genial. Me has sorprendido. El miércoles te aplaudiré en La Librería. Besos.

Mery dijo...

Felicidades, ha debido ser una experiencia muy emocionante para tí.
Nosotros nos conformamos con este brevísimo momento(coincido aquí con otros comentaristas, de hecho lo he oído tres veces).
Ya conozco algo mas tuyo, la voz, serena y dulce. Felicidades de nuevo.
Un beso

Olga Bernad dijo...

Sí, Sergio, yo no lo conocía entonces, pero la primera vez que publiqué este Todo, allá por mayo del año pasado, Samsa me señaló este poema de Hierro, me dijo que se lo había recordado, tal vez por el juego de absolutos. Son de intención muy distinta pero me encanta su final.
Gracias por traerlo entero. Me gusta el poema y también haber vuelto a aquella entrada, una de las primeras.
Estás en todo (nunca mejor dicho;-)
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Iseo, tenía miedo de que te mosqueases al volver al trabajo y leerlo, con lo leal que tú has sido conmigo en esto y en todo. No tenía ninguna confianza, prefería estar entre casi desconocidos, es mejor. Jamás os he leído un poema, si te das cuenta, pero la próxima vez te lo diré. Ahora me encantaría que hubieses estado ahí con nuestro Black. Y más gente. Sorry, de verdad, no fue falta de confianza en ti sino en mí, y tampoco tenía demasiada importancia. Pero sé que hubieras aplaudido como una posesa;-))))
Besos. Hasta el miércoles.

Olga Bernad dijo...

Sí que fue emocionante para mí, la verdad, aunque parezca una tontería. Lástima no haber podido subir el otro video, no hay manera, creo que hay que reconvertirlo o no sé qué, y ya se habrá pasado su momento;-(
Lo curioso es que me salga la voz serena. La dulzura no es exactamente dulzura, aunque tal vez lo sea más que si la buscase; pero la serenidad viene de no sé donde, de la propia voz del poema, la que tenía escribiéndolo, no de mí.
Muchas gracias, morena (y un beso, generosa:-)

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

En tus labios tus poemas ya son de otra dimension...yo tampoco tengo suficiente,que pena habermelo perdido porque hubiera aplaudido como una loca.
Un beso artista.

Olga Bernad dijo...

Ay, Tere, qué lástima haberte avisado tan tarde y que lo leyeras cuando ya no había remedio (yo creo que tenía miedo a que vinieras, yo creo que tenía miedo en general:-)
Fue una tontería, tenía que habérselo dicho a Iseo, para que la conocieras; y a Black, al que ya conoces.
Otra vez será. Tengo que contarte, compa.
Un besazo.

Blackbird dijo...

¡¡Que calladito te lo tenías!! Nuestra Olga-Betty, leyendo un poema en la Campana y no nos avisa.

Ya sabes que ese poema me encanta, y leído así tan suave me suena a paradoja, lo cual le da más fuerza.

No, no me enfado por no avisarme, es posible que no hubiera podido ir (tengo la vida muy complicada) y entiendo perfectamente que era tu momento, y preferías una cierta intimidad, no tener testigos conocidos.

Sabes, me apetecería leer tus poemas, pero sin escritores como público.

Besicos

Olga Bernad dijo...

Black, no quería complicarte la vida un poco más para, posiblemente, nada.
Pero no te creas, los escritores que yo conozco lo único que hacen es animarte (igual he tenido suerte:-)
Llevo la hoja en el bolso, el miércoles puedes leernos alguno a Iseo y a mí, ya verás qué corte da, qué te crees.
En fin, me gusta lo que dices, me gusta escribir fuerte y pronunciar suave y firmemente... me gusta llevar alguna vez las teorías a la práctica.
Tengo que mandarte el video largo cuando lo convierta al cristianismo:-)))
Besicos, Black, nos vemos el miércoles.

BB dijo...

Y, yo me asomo aquí, tímida e
imprudente, detrás de tu
palabra, bella, emotiva, dulce.
Escucho tus versos, fugaces,
que me dejaron a la espera...
Saludos cordiales
BB

Olga Bernad dijo...

Hola, BB; tímida sí que pareces, pero imprudente no sé por qué. Muchas gracias, mujer. Y bienvenida:-)

carmen jiménez dijo...

Olga: ¡Enhorabuena por este paso tan necesario como emocionante! Escuchar los versos de la voz del propio autor es casi poder escuchar el latido de su corazón cuando lo escribió. Al menos es la sensación que yo tuve al escuchar a Jaime Sabines declamando "Los amorosos". Sus amorosos. De repente tomaron forma. Una forma diferente. Fue una experiencia maravillosa para mi. Seguro hubiera disfrutado escuchándote recitar tus versos.
Felicidades.
P.D. Lástima que no pude reproducir el video.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Y a mi Olga, y a mi.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Carmen, me llevé una grata sorpresa con tu vuelta. Parece que estos pequeños descansos son a veces muy necesarios y sientan bien. Lo importante es intentar disfrutar con lo que hacemos, como tú en la lectura a la que asististe (ya cumplimos bastantes obligaciones:-)
Lamento que no puedas abrir el vídeo, aunque sólo es un pequeño recuerdo. Seguro que alguna vez podemos escucharnos en persona.
Muchas gracias por tus palabras y un besazo.

Olga Bernad dijo...

Seguro que alguna casualidad nos junta, Javier; y, si no, habrá que inventársela (siempre nos quedará Canora;-)

Olga Bernad dijo...

No, así tampoco, J. Moreno ¿G? de perfil no disponible. Esta es mi casa, compréndalo. Soy así de dictadora.
Sé que no tiene nada que ver con los anónimos anteriores, a ellos no les interesaba la literatura.
Muy amable, por otra parte, pero demasiado puñetero como para publicarlo pudiendo no hacerlo.
Ya que el otro día se permitió usted aconsejarme, déjeme que lo haga yo hoy: mírese esas ganas de hacer daño y diríjalas a causas más importantes.
Saludos.