martes, 31 de marzo de 2009

El fuego que nos mira

Cansada estoy de danzas junto al fuego.
Guardé todo el invierno las llamas insaciables,
las rojas y voraces, y no supe
volverlas luces blancas para el alma.
Me asusta su incansable rezo sordo,
su arrebato de luz que nunca es mía.
Alimenté las lenguas del incendio
por si llegabas antes de que marzo
volviera inútil mi dolor de lumbre.
El invierno se ha ido y tú no vienes.
Quemé el bosque y la casa; suena el río
y el viento contra el fuego de mi hoguera
(todo el maldito invierno junto al fuego).
Los restos de mi cama para el fuego
y las sábanas blancas son del fuego,
en mis ropas prendidas mira el fuego
lo único que queda en torno al fuego:
mi cuerpo ensimismado frente al fuego.

Olga Bernad

75 comentarios:

Fernando dijo...

soy el fuego y en tus ojos ardo....besos

Olga Bernad dijo...

Dios mío.
¿Has visto el humo? Prácticamente aún no lo había colgado:-)
Instinto se llama eso.
Un beso para ti y muchas gracias por la temprana visita.

Máster en nubes dijo...

Felicidades además hoy por partida doble. Por la entrada -vaya fuego- y por tu cumpleaños. Un abrazo.
Aurora

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Un fuego que va "in crescendo" a la par que el desasosiego del alma. Buen poema, Olga. Un beso al filo de la medianoche.

Juan Manuel Macías dijo...

El invierno ha terminado (dicen) pero no sé si la primavera nos acabará salvando. La primavera nunca salva. Es un hermoso poema, Olga, como todos los tuyos.
Felicidades por tu cumpleaños.
Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Me admira la potencia de tus versos, esa tensión creciente que produce el fuego sobre el fuego. Besos rendidos, querida olga.

gbp dijo...

"Alimenté las lenguas del incendio
por si llegabas antes de que marzo
volviera inútil mi dolor de lumbre."

Cariño, yo sí que me he quedado ensimismada leyendo esta obra de arte. Es un placer recibir estos regalos a estas horas de la noche. Aunque la que debería estar recibiendo regalos hoy eres tú.

Muchas felicidades cariño y que pases un buen día.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Estimada Olga, bellísimo poema.
El final es eterno.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Bueno, Aurora, recuperada del sofocón de tu entrada, casi a las dos y media, me pongo a contestar;-)
Muchas gracias, de verdad, por esta felicitación y por lo que has escrito en tu blog. Qué raro es esto de la blogosfera. Yo no sé desligar bien las cosas. La literatura y lo demás, es que no hay muchas reglas, se va haciendo todo sobre la marcha.
Me lo guardo en el corazón.

Olga Bernad dijo...

Antonio, el fuego del poema ha crecido demasiado, pide demasiado. Hay hogueras que uno no sabe si dejar que se apaguen o tirarse dentro. Cuando no hay más madera, no hay más madera (aunque siga siendo la guerra, como decían los hermanos Marx;-). Queda lo que hay. Uno mismo. Material fungible.
Un beso al filo de la hora de las brujas;-)

Olga Bernad dijo...

La primavera, Juan Manuel, es bastante cruel. Viene el mes más cruel. Que al menos sea hermoso, como tú crees que es el poema. Como lo son los tuyos, compañero de pupitre. A ver cómo lo resistimos;-)
Tu felicitación y tu presencia es siempre mi regalo.
Besos.

Olga Bernad dijo...

A mí me admiran las sensaciones que producimos en los otros, Isabel. Potencia, dices tú. Iceberg cálido, recuerda Aurora. Yo lo que tengo casi todo el rato es miedo, pero en fin, me lo aguanto (creo) o se me escapa en frases raras. Esa es la potencia, la tensión creciente.
Muchísimas gracias y un besazo.

Olga Bernad dijo...

Gemuchi, treinta y todos, de éstos ya no hay más, ¿te lo puedes creer? Desensimísmate, que mañana me tienes que consolar, para eso eres joven todavía;-)
Gracias, sister, menos mal que vienes pronto, que lo virtual llega un momento que no consuela bien.

Olga Bernad dijo...

Javier, qué palabras tan simples y contundentes. Como una buena hoguera. Gracias por venir. Yo iré a ese sitio, cuenta conmigo, y llevaré tarta, para que luego digan que no soy dulce;-)
Un fuerte abrazo.

Iseo dijo...

¿Cómo puede ser que a las 8 de la mañana haya tantos comentarios si el poema lo has colgado hoy? Sois aves nocturnas. Bueno, MUUUUUUCHAS FELICIDADES ante todo. Dentro de poco tendremos que felicitar a Caricias Perplejas que hará un añito. Y qué año de éxito. Eres excepcional tanto en poesía como en prosa. El fuego, precioso. A ver cuándo encuentro un rato y me leo Sedeisken que lo he empezado y tiene una pinta... Que cumplas muchos más, pero muchos más, para poder seguir disfrutando de tu arte. Muchos besos. (Ya dirás qué tal un café un día de estos, hoy mismo si quieres pero a partir de las 12)

Juan Antonio González Romano dijo...

Felicidades, Olga, por tu cumpleaños y por tu nuevo poema. Que la fuerza renovadora del viento también sea contigo, como lo es con tus versos. Un abrazo.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Eres dulce, y eso se nota en tus versos, llenos de "hoguera".

Un abrazo y felicidades.

Anónimo dijo...

Que razón tienes. Hay hogueras, que aún no siendo nuestras acaban por consumirnos.
Muchas Felicidades.
Ángeles

s dijo...

Uff..., precioso y potente poema, Olga. Me gusta cada verso, y el final es completamente incendiario... enhorabuena y gracias.

He oído por ahí que cumples años: FELICIDADES.

Abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

De entrada te felicito por tu cumple, que es lo más importante, y cuando tenga más tiempo leeré tu poema con la dedicación que se merece. Te iba a dar un regalo como el de Mery, pero igual te molestabas, aunque tenía tapa y todo. Un fuerte abrazo.

Gemma dijo...

"Alimenté las lenguas del incendio
por si llegabas antes de que marzo
volviera inútil mi dolor de lumbre."

En medio de tanto ardor, no me extraña en absoluto que quiera lanzarse a ese otro fuego que todo lo extingue y devora.

Precioso. Y sentido.
Un abrazo caluroso

Gemma dijo...

¿Es tu cumpleaños? ;-P
Felicidades, Olguísima (y que soples muchas velas más)

Eduardo dijo...

Acabo de escribirte un comentario y no se grabó. Lo intentaré de nuevo. Te sigo desde que encontré tu texto sobre la Lucrezia del pintor Bronzino.
Ahora sé por los comentarios que es tu cumpleaños. Felicidades y que sigas conservando el fuego, sin tener que robárselo a los dioses. Salud.

Olga Bernad dijo...

Por fin un momentito, me moría de ganas de contestar y no he podido hasta ahora;-)
Iseo, colgué el poema sobre las doce porque imaginaba que hoy no podría hacerlo, pero hay mucho noctámbulo como yo, sí. Me encantó ayer por la noche, mira qué sorpresa me dio Aurora: Aquí.
Si que estoy contenta. Sólo quería escribir y ver si a alguien le interesaba. Me sorprende la cantidad de lectores que han venido, comenten o no. Este mes de marzo he pasado las dos mil visitas y eso me parece increíble. Puede que sean más personas de las que han leído cualquier cosa mía durante todo el resto de mi vida. Y no importa nada. Yo hago lo que quiero y viene quien quiere. Ya está.
El café, para mañana, en terreno neutral;-)

Olga Bernad dijo...

Juan Antonio, muchas gracias. Que la fuerza nos acompañe… y que nos traiga un poco de olor de azahar, como en tu entrada;-)
Y que podamos guardarlo en el recuerdo, como se guarda un comentario o una entrada.
Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Javier, sobre mi dulzura hay opiniones, como sobre casi todo. No se me suele considerar dulce y no me importa, aunque yo sé cómo siento. Es difícil hacerla notar sin prostituirla, al menos sé lo que no quiero hacer, pero siempre quiero ser amable. Es complicado. La dulzura desbaratada puede ser tan terrible como la ira. Al menos el fuego siempre es purificador.
Un abrazo y muchas, muchas gracias.

Olga Bernad dijo...

Todas las hogueras que alimentamos son un poco nuestras por derecho propio. Lo malo es que pueden consumirnos. El fuego, si lo miras bien, tiene la misma atracción que los abismos. Misterio, belleza y pureza, y una verdad sin vuelta de hoja. Hay gente que enciende hogueras en mi pensamiento y gente que es como leña húmeda. Miedo, en un momento dado, pueden dar todos. Y todo consume. Al menos los primeros dan alguna luz;-)
Gracias, Ángeles. Me alegro mucho de que hayas vuelto.

Olga Bernad dijo...

Sergio, unos cuantos finales incendiarios no vendrían mal de vez en cuando, ¿no crees? Yo tengo que sacar a pasear un poco mi lado radical, que si no se me desmanda;-) Me encanta que te guste. Siempre lo mismo: preguntas y respuestas. Pruebas. Gracias una vez más, también por tu felicitación de cumple.
Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

José Miguel, no sé cómo te atreves, cuando a la bellísima obra de arte que te trajo Mery, pensando exclusivamente en tus necesidades, le sacaste un montón de pegas;-) A mí me tendrías que regalar una cafetería, que es donde escribo (y a mano, no tengo portátil:-), un poco caro te iba a salir, pero no diría que no;-)
Te lo agradezco como si lo hubieras hecho.
Y tiempo, tiempo.
Vuelve a leer el poema, sí; si no, ese tiempo no tiene sentido;-(
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Mega-Gema, has elegido los mismos versos que mi hermana. Siempre te relaciono con ella: porque sueles estar en el extranjero, por tu nombre, por esa foto que es como era ella, mi hermanita, mi primer bebé. Tú escribes muchísimo mejor, las cosas como son:-)
El poema, al escribirlo, lo sentí con mucha intensidad, lo llevaba sintiendo todo el invierno. Y no era un sentimiento ni alegre ni dulce. Sin embargo, era muy limpio.
Gracias por tus felicitaciones y un besazo.

Olga Bernad dijo...

Eduardo. ¡Desde la Lucrecia de Bronzino! Pero si ésa fue la décima entrada, de principios de junio… Me alegro mucho de que te hayas decidido a comentar y de tener hoy tu felicitación. Yo también entiendo ese reparo y lo siento a veces, se duda por mil cosas, pero ten por seguro que yo sólo siento gratitud ante una persona que lleva leyendo silenciosamente tanto tiempo. Bienvenido y muchísimas gracias. Salud.

Fernando Gonzalez Seral. fgseral dijo...

...precioso poema. Y MUCHAS FELICIDADES.

José Luis Garrido Peña dijo...

Olga, muchas felicidades.

Un beso

José Miguel Ridao dijo...

¡Por fin he tenido un rato para leer con tranquilidad! De nuevo tu sello, Olga, siempre te digo lo mismo... El poema va ganando en intensidad, y culmina de forma espléndida. Es poesía con sentimiento, con mucho sentimiento, pero también con argumento, no sé si sabes lo que quiero decir. Aunque sé que no estás del todo de acuerdo, y un brillante comentarista tuyo tampoco, es poesía con mensaje. En fin, así lo veo yo.

Un fuerte abrazo, y felicidades de nuevo. Que disfrutes de lo que te queda de cumple.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Vivan las primaveras todas si te consiguen arrancar tan bellos versos.Doble felicitación por tu cumple y por este magnifico poema.
Un besito.

Antonio Azuaga dijo...

No podía permitir que el día se me escapara así, tan en silencio: me hubiera remordido eternamente la conciencia. Si hubiera llegado más tarde, habría retirado a los relojes esa hora que nos robaron el domingo. Pero aún estoy, afortunadamente, en la convencionalidad cronológica: son las diez y veinticinco del día 31 de marzo. ¡Felicidades! Por el día. Por el verso –¡qué verso, Dios mío!- Por todo lo que te debe este noveno año del siglo veintiuno… Y por ese placer de encontrarnos con tu palabra en estas “redes”, que es deuda nuestra.
Gracias, y un beso. Hoy fortísimo

Olga Bernad dijo...

Disculpadme hoy por mi manera de contestar, voy como puedo, pero me hace muchísima ilusión.

¡El Seral!
Mil gracias, maestro en cielos.
Buen trabajo, que diría Manuel Arribas, para mí es un buen regalo:-)

Olga Bernad dijo...

Y muchas gracias también a ti, Luis, poeta sevillano y voz que recuerdo.
Un beso muy fuerte.

Olga Bernad dijo...

No, José Miguel, no importa estar de acuerdo; cuando hablamos de poesía, expresamos por aproximación una cuestión que siempre se nos escapa, y cada uno define esa experiencia como puede. Cuando tú lo lees el poema es tuyo. Me acuerdo de un tal Booster que vino al Semper Fidelis o a la Capilla ardiente, no recuerdo, y me dijo. “No porque lo hayas escrito vas a saber de lo que hablas mejor que yo”, y se quedó tan ancho;-) Es que tenía razón.
A veces Juan Manuel dice cosas que yo pensaba y no había conseguido decir así, cuando lo dice, noto esa especie de verdad. Pero no es una cuestión de estar de acuerdo. Y yo aprendo mucho de todo lo que decís.
Un abrazo muy fuerte (otro;-)

Olga Bernad dijo...

Queda todo lo bueno por delante, todo ese buen tiempo. No nos salvará, la primera no salva, pero pone en marcha. La sangre lo sabe y se mueve, también se desorienta, y a lo mejor acabamos algo chamuscadas pero, bueno, haremos poemas y fotos;-)
Gracias, compa.
Un besito muy agradecido.

Olga Bernad dijo...

Antonio, cuánto me alegro. Yo te contesto pasadas las doce pero da igual, con todo el tiempo que llevamos hablando y es la primera vez que me felicitas por mi cumple. El año pasado estaba enfadada o algo, pero rondando el tuyo empecé aquel poema oval (qué valor;-). Y qué emoción. Ya no he podido dejar de hacerlo. Me alegro mucho de que este fuego tan insistente te haya gustado, a mí me hipnotizó.
Gracias siempre. Un beso muy fuerte para ti.

Maria Luisa dijo...

Delicioso poema.

Con tu permiso me quedo con un trocito:
"El invierno se ha ido y tú no vienes"

¡FELICIDADES OLGA!.
Recibe todo mi cariño y mi admiración.
¡Que suerte haberte encontrado!

Muchos besos.

Mery dijo...

FELICIDADES.
Sé que llego con retraso pero hoy no he tenido ni un momento para entrar a leeros.
Espero que hayas tenido un muy buen día. ¿Así que eres una Aries en toda regla? Seguro que no paras, sois gente muy inquieta, llena de energía.

Tu poema lo he leído a todo correr y así no vale, he de pararme serena a saborearlo. Es poderoso, si se puede emplear esa palabra cuando hay tanta delicadeza.

Un beso y varios tirones de oreja.

P.S.: ni caso a José Miguel, debe hacer varios dias que no usa mi regalo y eso le afecta las neuronas, jajajaja.

Juan Manuel Macías dijo...

Y a Don Antonio Azuaga, por cierto, debemos que te animara a abrir estas caricias perplejas, nuestra casa. Qué acierto el suyo. Ayer, con la hora que era, se me olvidó traerme el Loch Lomond, pero eso ya está arreglado: que corra el agua de la vida (güisqui, en castizo). Felicidades de nuevo, Olga y, respecto al poema, sigo coincidiendo con todos mis compañeros comentaristas. Enhorabuena y ole.
Besos admirados.

Olga Bernad dijo...

Ay, María Luisa, por qué te me habrás quedado tú con ese verso...
La suerte fue mía de que me encontraras. Sigue cuidándote mucho y dándote caprichos.
Si Seral es un maestro en cielos, tú lo eres en ausencias llevadas con dignidad.
Dime qué merece más admiración, la literatura o la vida.
Muchos besos, de repente tristes.
Reina.

Olga Bernad dijo...

¡Mery! No puedo evitar reírme contigo, morena ensimismada. Así voy yo, con retraso todo el rato. Aquí tienes el sitio ya guardado para cuando quieras. Oye, yo no me creo nada de eso de ser Aries, pero me leo el horóscopo a veces por si me dice algo bueno. No están los tiempos para desperdiciar supersticiones;-) Yo tan pronto estoy llena de energía como completamente vacía. Lo que no estoy casi nunca es normal, normal.
Sí, vuelve a leerlo con calma, que lo importante es siempre el poema.
Pero gracias por venir a felicitarme, me alegra mucho. Anda, no nos ensañemos con José Miguel, angelico. En el fondo, se puso super contento con tu regalo y es bien majo;-) Por cierto, espero que tu madre haya tenido también un buen día de cumple.
Un besazo.

Olga Bernad dijo...

Juan Manuel, tú ya le has cogido el gusto a esto del Loch Lomond y cualquier excusa es buena;-) Inauguramos la costumbre de brindar en el blog precisamente en la entrada de Lucrecia que Eduardo nombra. Cómo disimulabas entonces (pero yo sin Loch Lomond, yo sin Loch Lomond;-))))
Anda, que mis brindis con Laphroaig eran verdaderos y acabé con mis existencias. Menos mal que pronto vuelve Gema, jeje.
Te avisaré.
Me gusta mucho el consenso éste con todos los apañeros; ya, con lo tarde que es, quién se aclara con los acuerdos y los desacuerdos, no me digas...
Gracias (sobre todo por ese soberbio poema que has colgado en tu blog. Quién quiere teorías teniendo prácticas:-)y kisses.

Iseo dijo...

Me he permitido el lujo de perderme un rato en tus comentarios y especialmente en el regalo que te ha hecho Aurora. Qué bonito Olga, que alguien te dedique algo así. Estoy completamente de acuerdo con ella, MUJER PROHIBIDA. Quizás internet sea una manera más fácil de encontrarlas, en la vida real, más complicado, pero yo, al menos, conozco una, de carne y hueso. La pena es que ya no compartimos las tonterías del día a día, que son las que unen. Muchos besicos.

Olga Bernad dijo...

Pues sí, tuvo un detallazo que para qué, la verdad. Hasta yo me siento un poco prohibida:-)
Buenos días, Iseo. Qué alegría encontrarte al llegar. Así me gusta, con los deberes hechos y todos los comentarios leídos Hoy sí que sí. Compartimos tonterías a las ¿12 o,clock?
Dime algo si no es posible. De lo contrario, nos vemos allí.
Besicos.

Modestino dijo...

Más vale tarde: muchas felicidades¿, y excelente la poesía...

Olga Bernad dijo...

No es tarde, Modestino, que la entrada es de ayer.
Gracias por la felicitación y por reincidir:-) Me alegro mucho de que te guste el poema.
Saludos.

Lola Torres Bañuls dijo...

Hola

Por casualidad he llegado a tu blog, y me ha gustado mucho este poema. Resalto estos versos:
""Alimenté las lenguas del incendio
por si llegabas antes de que marzo
volviera inútil mi dolor de lumbre."" Esta genial.

Un saludo.

Olga Bernad dijo...

Pues muchas gracias, Lola, bienvenida por aquí. Coincides con las dos Gemas en la elección de versos.
Me pasaré a conocer tu blog.
Un saludo.

Angós dijo...

A mi me gustan todos los versos. Me gustan tus poemas de fuego.
Felicidades, "fogata".

Olga Bernad dijo...

Gracias, Angós. No sé si es un piropo o es literal, he caído en la cuenta de que hay tres o cuatro con su fogata en el centro: el no volver, la miliciana, éste...
A ver si mantenemos el fuego para que nos alumbre y nos caliente y no sólo para que nos consuma:-)
Propósito de madurez, jeje:

Mery dijo...

Bueno, ya estoy aquí de nuevo para leer por dos veces tu poema. Mi primera impresión de ayer, a la ligera, ha perdurado porque sigo viendo en él un poema poderoso.

Ese "Quemé el bosque y la casa" me ha llegado al alma. El fuego arrasando cuerpos y almas, como hace la pasión mas desesperada.
Un aplauso; es una maravilla.

Y un abrazo, doña Aries.

Blackbird dijo...

Ahora que s’ha feito de nuei me inundo de tu poema, y me lo bebo todo calentito. Mmmmh ¡delicioso!
¡Cuanta pasión hay en ti! Pero ¡ojo! que lo fuego acaba por cremar. (es broma)
A modo de lema, podrías poner un cartel marcial encima de la puerta de tu blog:
“Todo por el fuego”, pero en lugar de fondo rojo y gualda, simplemente rojo, rojo intenso.

Aunque ya te he felicitado por tu cumple fuera de este blog, creo que brindaría contigo y con Juan Manuel con ese güisqui de la tierra de los escocidos, perdón, escoceses. Bueno más bien haría como mi padre, me lo echaría sobre un helado o una tarta, que es la única forma en que me derrite el paladar; porque eso de tomarlo a palo seco me hace el efecto de sentirme una termita maderera.

Besicos admirados Olga.

PD. Una crema irlandesa valdría también.
PD-2. Puedo prometer y prometo que esta noche no he bebido nada.

Olga Bernad dijo...

Mery. Mira lo que me ha recordado alguien hoy:“La poesía no es más que un sistema luminoso de señales. Hogueras que encendemos aquí abajo, entre tinieblas encontradas, para que alguien nos vea... para que no nos olviden…”
Gracias.

Olga Bernad dijo...

Black. Te remito a la cita que acabo de copiarle a Mery. Ay, la pasión, qué hambrienta, que devastadora es a veces, pero cómo brilla en mitad de la noche. Si no la mantenemos viva, si la hoguera se apaga, es como si la mejor parte de nuestro corazón se parase y se convirtiese en una rémora.
“Todo por el fuego”. Acabo de tener una visión de Serrat frunciendo el ceño, fíjate, y tampoco he bebido;-)
Las horas en que nos vemos no son de güisqui, lástima que sólo os haya podido invitar a un cortado por mi cumple. A ver si nos organizamos y salimos a la nuei. Con Iseo, Angós, Juan Manuel y el que se apunte.
Besicos y gracias, mi Blackbird.

enrique dijo...

A mi el fuego me fascina y me embruja...

Olga Bernad dijo...

A mí me gustan los capaces de dejarse embrujar por el fuego;-) Porque es una cuestión de capacidad, estoy convencida.

Andrei Rublev dijo...

Lo importante es no llegar siempre a las cenizas antes de haber probado el calor y la luz que las provocaron.
(Si así fuera, siempre se podría echar mano al rescoldo de la imaginación, ese fuego latente y algo frío hecho para cautivar).

Olga Bernad dijo...

De acuerdo con el primer párrafo. Ojalá algún día merezcamos la luz.
Matizable el segundo: si así no fuese, siempre nos quedará la loca de la casa, sí, ese fuego latente. ¿Algo frío? Depende, Arsenio, ¿no cree?

Anónimo dijo...

Mi dolor de lumbre... Es muy hermoso el poema. Un abrazo. Óscar Santos

Olga Bernad dijo...

Ay, mi dolor de lumbre.
Bueno, una hoguera que se guarda y se alimenta tiene su parte de infierno sostenido, ¿no?
Bienvenido, Óscar. Me alegro mucho de que te guste.

Marta Fernández Olivera dijo...

Olga, desde "los restos de mi cama...hasta el final!
Joeeerr, casi como buena Aries salgo ardiendo de la calor. No te volvere a decir que te he visto junto a tu lumbre, vestida de blanco "isla balear" y en un entorno bastante calido...para variar me he montado mi pelicula
:)
un abrazo

Olga Bernad dijo...

Pues fíjate que tu visión cinematográfica no te engaña; de los versos que eliges, el tercero era al principio "entre enaguas prendidas mira el fuego", y también vislumbré una playa... pero era como vestir la desesperación a la moda lib, y no, un respeto por las cosas:-)
Le di vueltas, me costó esta hoguera, no te creas. Y no es precisamente alegre, aunque el cumple y vuestra participación hayan acabado dándole a la entrada un tono festivo (que agradezco).
Abrazos para ti y ese mare nostrum, querida Marta.

Andrei Rublev dijo...

Muy cierto, Olga, la loca de la casa es más que loca, una ardorosa guerrera que suele jugar malas pasadas. Me refería, más bien, a que la imaginación es sólo un sucedáneo (pero en un mundo de sucedáneos, tampoco se desentonaría tanto, no sé).

"Hay una hoguera dentro de mí a la que nadie se acerca para calentarse" (Vincent van Gogh a su hermano Theo).
Supongo que sólo esa pasión en el cuerpo (y la mente) de un hombre valdría por todos los soles que haya en el universo.

Olga Bernad dijo...

Imaginación y lenguaje son sucedáneos y creadores de realidad, la empujan, la estremecen. La hoguera de van Gogh creó su propio universo, ahora tasado con ojos de comerciante por todos los listos del mundo. Sin hoguera, imposible, no hubiese habido mundo que vender. Con hoguera, imposible también. ¿Consiguió alguna vez lo que quería? Tal vez sentir que alguien se acercaba a su lumbre a calentarse.
Yo lo he sentido un poco.

Andrei Rublev dijo...

Extraordinaria réplica. Chapeau!

Olga Bernad dijo...

Mérito suyo, Arsenio, que siempre me lee bien.

Paco dijo...

el fuego que todo lo limpia...

saludos

Olga Bernad dijo...

Indiscutiblemente, es una forma de purificar. Con sus inconvenientes, eso sí..:-)
Saludos, Paco.

Granito dijo...

Tiene mucho cuerpo tu poema, e hipnotiza como el fuego, pero a la vez me ha dejado helado no se si de pena, es como si transformaras con la hoguera la rabia en tristeza, espero que solo sea en el poema. Eso si, gran poema, no bajas el listón.
Saludos.

Olga Bernad dijo...

No lo sé, Granito. Tendría que pensarlo. Tal vez el amor se haga rabia y la rabia tristeza y la tristeza consuma como una hoguera insaciable que se alimenta de uno mismo, el cuerpo que tú ves en el poema, frente al fuego, sin saber qué hacer.
Gracias mil por tus palabras.
Saludos.