domingo, 15 de junio de 2008

A la noche


Noche, fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista

Quién no se ha parado a soñar alguna noche. Soñar en soledad o en compañía y dejarse llevar por una voz que habla despacio para embelesarte y te guía por caminos que, en el fondo, tú le has mostrado. Si los acontecimientos de la jornada nacen con más esclavitud que independencia, la noche en la ventana y en tus sueños es un espacio en el que se puede gobernar y se puede danzar sobre lo ingobernable. Mezclar la indisciplina y la distancia con el deber cumplido, mezclar la soledad con el amor y cambiar unas caricias por otras. El tiempo más silencioso se habita de razones para seguir aquí, se multiplican los síntomas de nuestros deseos, adormecidos durante muchas horas por la sensatez a la que nos lleva el día y sus cuidados; se multiplican también las soledades y a veces ella es ella, loca, imaginativa, quimerista, la que conocía Lope y nos engaña, la habitadora de cerebros huecos, la que nos regala hermosos momentos de amor, recuerdos de lo que no hemos vivido. Y qué más da, también el amor que vivimos debe ser inventado pues, de lo contrario, no es del todo amor.

Olga Bernad

24 comentarios:

Juan Manuel Macías dijo...

Qué bonito. Me pregunto qué hubiera sido de nosotros si este planeta hubiera girado en torno a dos soles, y siempre fuera de día. El día y la noche son necesarios, aunque nunca se deben tocar, como ya advertían los mitos.
Un texto precioso. Gracias.
Un abrazo noctámbulo (hoy estoy más en mi hora)

Olga Bernad dijo...

Pues yo creo que si el planeta girase en torno a dos soles, no nos quedaría más remedio que encerrarnos de vez en cuando en habitaciones silenciosas y quedarnos muy a oscuras. La noche, como todo lo demás, se puede inventar. No se si es buena solución pero no se me ocurre otra.
Sí, me gusta recuperar antiguos horarios, perdidos por problemas con Internet Dichoso Internet (y qué felices éramos antes de su epifanía:-), aún no resueltos del todo.
Besos, Juan Manuel.

Anónimo dijo...

Una entrada de ensueño para hablar de los sueños, tan humanamente necesarios. El fin de los tiempos sería perderlos en una vigilia inacabable como indica Juan Manuel.
No sé si llegaste a leer esto:
http://arazuaga.blogspot.com/2007/11/fin-del-tiempo.html

Un saludo.

Olga Bernad dijo...

Antonio, debería decir que no pero me temo que me lo he leído todo, lo confieso, es que llegas taaan tarde que ya no me quedan fuerzas para hacerme la interesante. Esto ya más que nocturnidad es alevosía…
Es broma, aquí estamos, en una vigilia no sé si inacabable aunque espero que sin ganas de perder ni uno solo de esos sueños que nuestros trabajos nos cuestan.
Buenas noches, caballero.

Juan Manuel Macías dijo...

Qué bien haberme quedado un rato más por estos lares. Ahora me voy a dormir con la felicidad de tu entrada y la del poema de Antonio, que no conocía. Gracias a ambos. Esperemos que mañana amanezca y al día le suceda la noche, y así por mucho tiempo. Un brindis por tener un sólo sol y dos hemisferios :-)
Besos.

Olga Bernad dijo...

Gracias a ti, Juan Manuel, me encanta brindar por este tipo de cosas, lo secundo. Salud y besos (y lo demás son tonterías).

Caperucito Lorca dijo...

Me encanta el texto, pero sobre todo la perla del final:

El amor si no es inventado no es amor. Uff, qué razón tienes.

Un abrazo de soledad a soledad.

Olga Bernad dijo...

No digo exactamente que no sea amor, sino que no lo es “del todo”; lo que ponemos nosotros, lo que “inventamos” lo termina de construir. Razón no sé si tengo, pero me encanta tenerla.
Objetiva y subjetivamente, la soledad es inevitable (y un poco deseable, creo yo) estés o no estés solo.
Un abrazo sólo para ti, Caperucito Solitario.

Marta dijo...

Qué bonito texto. Bueno, y lo de quimerista me encanta. Además, me da la impresión de que eres muy quimerista tú, vamos, quimerista hasta la médula. Una menda es igual de quimerista, hija. Y ya sabes cómo era la Quimera de montruosa, ay!

Un saludo, Betty.

Olga Bernad dijo...

No sé en qué lo habrás notado, Marta, pero sí, creo que soy un poco quimerista. No sabe una si decirlo con orgullo o con vergüenza: mejor llevarlo con dignidad y punto. Podíamos fundar un club de monstruosas, se me ocurre. Pero yo tengo ratos diurnos bastante sensatos (creo, o lo intento, o, mira, no sé…) y también intento estar lo más guapa posible (creo, o lo intento, etc.). En cualquier caso, encantada de que el texto te haya gustado.
Un saludo.

Anónimo dijo...

La noche es el único momento que me permite soñar. Estoy deseando que termine el día para recrearme imaginando que las cosas son distintas a lo que en realidad son. No podría vivir sin soñar, y como bien dices, si la noche no existiese la inventaríamos. Muy bonita tu entrada y que pases buen día (ya que no puedo desearte felices sueños, no es hora).

Olga Bernad dijo...

Ay, lunes y más lunes, y por la mañana. Ahora mismo la noche del sábado y el momento de escribir la entrada están como en otro mundo, ni siquiera en otro hemisferio; en fin, procuraremos llevar las cosas lo mejor posible y hacer bien todos los deberes (pero tu comentario me recuerda que es tan agradable una noche de junio… yo tampoco podría vivir sin soñar).
Gracias por venir, Iseo, buen día también para ti.

Anónimo dijo...

¿Que sería de nosotros sin la noche?

En la noche se desbordan los sentidos que no son la vista y aceptamos la aventura de lo que venga; confeccionamos elaborados planes sobre lo que por fin nos vamos a atrever a hacer al día siguiente (cantarle las cuarenta al jefe o al compañero, aquella actividad tantas veces postergada, llamar a aquel amigo perdido...) y que se desvanecen al primer rayo de sol.

La noche es mágica porque piensas que nadie te ve, que las normas pertenecen al día y la razón se toma un merecido descanso.

¡Alegrémonos! ya queda menos para que se ponga el sol.

"It was 9:29...
9:29, back street, big city
The sun was going down
There was music all around
It felt so right.

It was one of those nights
One of those nights
When you feel the world stop turning
You were standing there
There was music in the air
I should have been away
But I knew I had to stay"
(E.L.O.-Last train to London"

Anónimo dijo...

My dear Sister, se me fue la noche soñando y llego un poco tarde, en este esclavo “monday afternoon”. Gracias a Dios, tu texto me ha servido la excusa, porque para qué engañarte con la verdad. Como siempre, deleitada leyendo tu hermosa entrada y soñando con más.
Muchos besitos

Olga Bernad dijo...

Sí, es verdad, ya queda menos para que se ponga el sol, alegrémonos (gaudeamus igitur, etc.). Gracias por este último tren y también por estar tan sorprendentemente atento aquel día y mandarme la letra de Life on Mars, fue todo un detalle por tu parte. Ahora ya puedo oír canciones, pero entonces no.
“La noche es mágica porque piensas que nadie te ve”, así es, ninguna persona te ve salvo que tú lo elijas, no estás expuesto como el resto del día a las normas inapelables de los horarios y la jornada laboral. Siento que mi inspiración no esté a la altura de tu comentario, llego mareada.
Un saludo muy agradecido, Blackbird.

Olga Bernad dijo...

No, mujer, no me engañes con la verdad. Qué aliento poético, hermana, me suena a dolor de cabeza; la próxima vez, si es dolor de corazón (que lo dudo), manda un soneto. Esta noche a deleitarse leyendo y a soñar. E incluso a dormir. Besos, cariño, cuídate.

Anónimo dijo...

Hola guapa...
Sé que soy una gusana, debería de haber vencido antes mi miedo a "ensuciar" tu blog...
Me gusta todo lo que has ido escribiendo, pero sobre todo, me alegro de que hayas ido encontrando personas con las que compartir todo eso que llevas dentro, que sientes y sueñas; de que la rutina y la estupidez no se lleven por delante tantas cosas bonitas; de que te mantengas ahí y encuentres la manera de que salgan.
Te echo de menos...

Olga Bernad dijo...

Tú no puedes ensuciar nada ni queriendo, pero haz sólo lo que te apetezca. De las cinco personas a las que les dije lo del blog, ya habéis venido tres y eso me parece muy bien. No siempre tengo tan claro lo que estoy haciendo, ni dónde me mantengo, ni qué es lo que encuentro, aunque sí tenía claro lo que buscaba. Ganas de hablar y de contar (yo creo que es casi lo único que podemos hacer), que no se nos lleven por delante sin más, sí, algo así. Aunque hoy estoy muy poco convencida. Me alegro de que te guste leerlo, Marta, a veces pensaba en ti. También te echo de menos, espero que Madrid ya resulte más acogedor. Nuestra ciudad sigue de obras, ya no sabríamos vivir sin ellas.

Juan Manuel Macías dijo...

Espero que ese injusto "poco convencimiento" que dices profesar hoy pase tan rápido como una tormenta de junio. Besos.

Olga Bernad dijo...

¿Por qué injusto? No quiero ser injusta, precisamente. Pero sí soy dada a tormentas, como a quimeras, es triste.
Besos, Juan Manuel.

fa mayor dijo...

Hola Betty B.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, en esa impresión tuya de la noche. Antes de quedarse dormida, una repasa el día y sueña. Yo a veces, relajada entre las sábanas, quiero recordar hermosos sueños que voy olvidando y los revivo un poco. Sueños de amor, sí. Ese instinto que el intelecto se empeña en razonar, en manejar...
Cuando has amado alguna vez, has desvelado la ilusión del amor. Particularmente cómo me va a sorprender el amor, si vuelve a mi vida. Para empezar, ni siquiera estoy segura de poderlo identificar.
Buenas noches, estimada Betty B.
Besos.
Fa.

Olga Bernad dijo...

No te preocupes, que lo identificarás. Entre las sábanas, no lo sé, buen sitio para confusiones, aunque eso es momentáneo (todos conocemos algún caso crónico, ya, no nos pongamos quisquillosos). Mejor no abusar de las ensoñaciones, que luego cuesta volver, pero hay que ser un loco para no dejarse ir nunca.
“…y bebe alegremente:
que no serás prudente
si necio ser no sabes”
Francisco de Medrano dixit.
Un montón de besos de altura,Fa, vengo de ver tus fotos en la montaña y me entran muchas ganas de volver a dejar de fumar, ¿pero tú aún tienes fuerzas para pensar cuando te vas a la cama? Qué aguante, guapa, qué envidia.

Marta Fernández Olivera dijo...

La noche...maravillosa y traicionera a la vez. Productora de encuentros maravillosos, de sueños inconfesables, de pasiones animales, creadora de caricias de calor, porteadora de silencios rotos, de llantos angustiosos, madre de las ausencias y apariciones...., la noche mágica ,la noche magnética y abismal, infinita..., la noche que nos transforma a nosotros mismos.

Olga Bernad dijo...

Marta, Marta, tu noche te hace hablar:-) Ahora que has empezado a escribir tus cosas, casi tienes un tema y un apunte para un texto...
Saludos, lectora tardía y atenta.