jueves, 30 de abril de 2009

Terco mayo

Terco mayo de soles repetidos,
olvidaré el invierno entre tus brazos.
Porque vuelves, y no para salvarme:
vuelves para robarme el pulso oscuro
que ha sabido dormir entre mis venas.
El saludo de mayo es la intemperie,
el corazón temblando en la explanada,
desnudo y expectante. Será hermoso
encontrarte en el llano mientras siento
un río antiguo y un temblor de tierra
en el circuito ciego de la sangre.

Olga Bernad


Actualización del 12 de mayo de 2009: Este mayo a la intemperie nos lleva a otro de la mano de Alfaraz, en una preciosa entrada. Gracias.

64 comentarios:

s dijo...

Preciosa la música de tus endecasílabos, Olga. Qué maravilla, de verdad. Luz cierta sin falsos excesos, no para salvarte pero sí con el torrente del momento, del instante.

Abrazo.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Sergio. No hay salvación, pero hay poema:-)
"Luz cierta sin falsos excesos". Ojalá.
Un fuerte abrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Me ha gustado mucho la tercera estrofa, el sol no viene para salvarnos, a veces nos roba, y, como dices, es la intemperie. Me identifico con esa visión de mayo en la explanada, un poco desolada. Te lo digo mientras contemplo la sierra desde mi ventana, todavía de abril, con nubes, un poco de invierno...

Un abrazo, Olga.

Granito dijo...

Conmovedor y bello mayo nos propones, así da gusto empezar un mes.

Anónimo dijo...

Entre unos buenos brazos (los de mayo lo son, qué duda cabe), es posible olvidarlo todo... menos versos como estos. Un beso, Olga.

Ángeles dijo...

Si, que tiemble el corazón, pero no de frío, sino al leer tus bellos versos. Y la prosa, que también me gusta la prosa.
Un beso

Olga Bernad dijo...

Ya lo creo, José Miguel, el sol nos desnuda, nos quitamos la ropa y salimos a la calle, la sangre se calienta en nuestras venas y eso nos hace, a la vez, poderosos y vulnerables. El exterior nos llama. A mí me gusta, lo reconozco, pero tras el primer tirón está también el peligro. Un día tienes para contemplar la sierra desde la ventana, mañana deja de reflexionar y échate al monte, que no será mayo otra vez hasta el año que viene:-)
Abrazos.

Olga Bernad dijo...

Ay, Granito, pues que de gusto empezar algo… no es poco.
Muchísimas gracias.

Olga Bernad dijo...

Octavio, es verdad, entre unos buenos brazos es posible olvidarlo todo:-) Fíjate que ahora han inventado un medicamento para eso, para borrar inviernos y tristezas. Imagínate cuánto bien has repartido por el mundo, y sin receta médica. Eso se te tendrá en cuenta al final, no lo dudes.
Te deseo un mayo lleno de buenas obras.
Un beso.

Olga Bernad dijo...

Ángeles, pensaba colgar algo en prosa, pero me ha dado el arrebato éste a las once de la mañana y, oye, como aquí hago lo que quiero, he levantado un mayo:-)))
Estoy contenta, vienen días de vacaciones y buen tiempo. La vida es bella, laralá.
Que lo pases muy bien es este larguísimo fin de semana, guapa.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Muy bueno, Olga, de lo mejor que te he leído (entre lo mucho bueno) últimamente. Al comienzo hay un eco catuliano, cuando en su célebre poema de los besos (5) escribe aquello de "los soles pueden morir y renacer..." Coincido con Ridao en que el final cierra con broche de oro el poema. Sobre todo en ese "circuito ciego de la sangre", que parece estar a punto de estallar al final como una sutil bomba en mitad de la explanada. Debes hacer un libro con tus mejores poemas y buscar editor. Sé por experiencia que no es fácil, pero me rebela leer tanta poesía impresa (incluso en editoriales de prestigio) que me deja frío, que pasa sobre mí sin dejar más huella que el tiempo perdido. Un beso.

Juan Manuel Macías dijo...

Anda, uno viene de Barcelona más contento que una minipimer, de conocer a Juan, Álex, el pianista, grandísimos tipos; meto la nariz a ver qué se cuece por aquí, y me encuentro esta joya entre las joyas. la poesía que sucede y punto. La poesía, cuando es de verdad, no nos salva, pero se nos queda en la memoria sin saber por qué. Y el poema es memorable de principio a fin. Es como si ya estuviera escrito hace mil años. Es como si ya fuera un clásico. Viene mayo y me permito ser enfático, porque tratándose de poesía como ésta, es un sinónimo de ser sincero.
Besos, Olga.

Juan Manuel Macías dijo...

Postdata: Y suscribo lo que dice A. Serrano Cueto, que tiene más razón que un santo.
Más besos

Ángeles dijo...

Y yo, que necesito oler y tocar las palabras, que mis manos están cansadas de ratón, por muy ergonómico que sea.
Si buen puente, pero por favor sol.
Un beso

Gemma dijo...

El terco mayo da gusto encararlo siempre que los versos se revelen tan tercos como los tuyos.

Un tesoro tu poema
Besos

Olga Bernad dijo...

Antonio, en noviembre hice una criba importante y di por terminado un poemario de 35 poemas (de los cuales creo que por aquí he colgado unos quince) y ahora estoy emocionada con la confección del segundo. Estoy empezando a buscar editor, pero supongo que las cosas son verdaderamente difíciles para alguien como yo, y posiblemente para cualquiera, salvo casos muy puntuales.
Pero hoy he escrito el poema, lo he colgado y me he sentido superfeliz.
"soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel occidit breuis lux,
nox est perpetua una dormienda. "
Tal vez estos poemas sólo tengan este breve día, el de la entrada del blog. Muchas veces pienso que cuelgo demasiadas cosas que tal vez debería reservarme; pero también, si no se publican y ni siquiera los muestro aquí, será como si nunca los hubiese escrito.
Un beso, Antonio. Has hecho un precioso comentario.

Olga Bernad dijo...

Ay, Juan Manuel. Felicidades por tu lectura en La Cigal. Me ha encantado leer la reseña de Álex Chico y la del pianista (y esperando estoy la de Juan S.-Vico).
No nos salva la poesía, pero qué más da. Mañana es mayo, con todo lo mejor del año por delante, mayo que siempre vuelve y siempre es nuevo, como algo escrito hace mil años. Tal vez por eso el poema te suene a clásico, porque nada más adecuado en su ritmo que el devenir terco y pausado de las estaciones.
Gracias siempre por tu sinceridad y tu generosidad, repetida como esos soles de mayo e igualmente querida para mí.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Ángeles, yo también prefiero tocar las palabras que este maldito roedor...
A ver si el sol se porta estos tres días y no nos deja plantadas:-)
Ya nos contaremos.

Olga Bernad dijo...

Mega-tesoro, no das más que alegrías:-)
Un fogonazo de media mañana ha sido este poema, ayer no existía;-(, jeje.
Besos y muy buen finde.

Selena dijo...

Pienso que la sangre sabe siempre muy bien lo que hace.Nosotros simplemente nos dejamos llevar,más que nada porque nos apetece la agradable sensación de vértigo.Perfecto mayo Olga.Yo me quedaría a vivir en el.BESOS.

Isabel Barceló Chico dijo...

Me dejas sin palabras, olga. Tu poesía es siempre tan redonda, que no se me ocurre nada que decir, más que expresarte mi admiración. A ese mayo ladrón lo quiero encontrar yo también...Un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Olga: ¡¡¡Que bien escribes!!.
Te leo y te imagino sentada en la mesa de enfrente, con tu cálida voz repitiendo en voz alta todas estas palabras y me lamento por haber desconocido mientras estuvimos juntas esta faceta tuya, que, sin duda, es la que más me gusta.
Un besazo

Miguel Estrada Pérez-Carasa dijo...

Te leo, Olga, como si se tratara de un sueño recurrente, de un trance que la poesía permite incluso en mayo, permisivo a su vez con la inclemencia del verano que tantas veces se anticipa.
El poema es precioso.
Cuesta creer, además,que se trate de una sucesión de endecasílabos tan bien logrados. Te felicito.

Araceli Esteves dijo...

Con esta hermosa bienvenida, mayo no se debería quejar. Los versos son muy bellos y es cierto que mayo no llega para salvarnos. Aunque para removernos sí.

Antonio Azuaga dijo...

Firmo con Sergio, con Antonio (Serrano Cueto), con Juan Manuel… Firmo lo que certeramente dicen. Fíjate qué poco aporto.
Son de los mejores endecasílabos que te he leído… Para que veas, hoy voy a “mojarme”, hoy voy a seleccionar entre tu habitual maravilla esta particular excelencia. En tanto andamos por estos pagos mundanos, la poesía de verdad debe entrar por los sentidos. Este mayo, Olga, este “terco mayo”, suena a caricia tibia sobre la piel, roza el olfato con su aire libre, con su “intemperie”, como un jardín con once rosas que tú nos vuelves música y palabra. Cuestión de corazón al fin y al cabo, indefenso ante el latido que no puede controlar. O no sabe. O no quiere. Mayo, mayo… Qué bello así, como tú lo escribes.
Un beso.

Mery dijo...

Este guiño a Mayo me parece sublime, alegre, cómplice.
Manejas los endecasílabos con una soltura y una lindeza que me parece envidiable, de verdad.
Leyéndote casi parece que versar es fácil y yo sé bien que no. Sólo unos pocos tenéis el privilegio.

Un fuerte abrazo

Blackbird dijo...

Tanto tiempo añorando el tibio sol en nuestra piel y ya estamos prestos a huir de él, a escondernos bajo cualquier platanero, bajo un fresco chopo, a aguantar el espantoso bochorno que aterrona los secanos.

Nos deshiela la sangre pero pronto, en un exceso eternamente repetido, se le va de las manos y nos la evapora gota a gota, y nos quedamos aplatanados bajo el platanero, secos en el gran secano que es la ciudad de los acampos; a recordar nuestros veranos de pipas y golosinas heladas sentados en el bordillo, mientras el asfalto, ya derretido, ha encolado a la calle nuestras deportivas.

Besos por tus versos tan vividos.


PD. Recuerda “Arremojate la tripa que ya viene la calor…”

Andrei Rublev dijo...

La primavera, como la vida, o el amor, se empeña siempre en despuntar, salir de la dura y oscura tierra con una intención sin intención, presurosa siempre, como sofocada por llegar ni se sabe adonde. En fin, la vida, la sangre renovada, el amor pasional, esta primavera que se abre como siempre. Una vez más en el mismo punto que el año pasado. Y que el anterior... hasta un infinito con los días contados.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Selena, me alegra verte de nuevo por aquí; sí, yo también creo que la sangre sabe lo que hace, y que el vértigo es agradable, como el principio de una borrachera, pero… con su peligro. Hay que controlar un poco, ¿o no?
Gracias, me encanta que te guste; y un beso.

Olga Bernad dijo...

Vaya, Isabel, dejarte sin palabras a ti es mucho. “Redonda”. Ojalá.
Y te animo a salir al paso de ese “mayo ladrón” al que quieres encontrar;-)
Un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

Anónimo, creo que te he calado, sé quién eres. Mesa de enfrente, antiguo trabajo… jeje. Nunca he hablado de esta manía de escribir con casi nadie. Un amigo, Fernando, me dio un consejo: “No te avergüences”. Supongo que mezclaba las dudas (honestas y necesarias) con la vergüenza, y por aquí me he quedado a cuadros de la poquísima que tienen otros, así que no más vergüenza.
Gracias. Bienvenida;-)

Olga Bernad dijo...

Miguel, me gusta cómo me lees;-) Me gusta tu felicitación, y lo que leo entre líneas en ti es una búsqueda muy sincera e intensa de tu propia manera de entender y expresar. Eso es apasionante, es lo único que verdaderamente compensa: encontrarlo un ratito, en once versos. Y compartirlo, que también es preguntar.
Gracias por responder.

Olga Bernad dijo...

Bienvenida, Araceli. Mayo no nos salva pero nos remueve, la sangre y un poco la vida, o lo intenta, la naturaleza pone de su parte;-) A mayo le va como un guante ser “el pasado que nos espera”;-)
Me alegro de que te haya gustado.

Olga Bernad dijo...

Antonio Azuaga. Firmas con Sergio, con A. Serrano, con Juan Manuel… qué sería de estas caricias sin vosotros.
Me sorprende que te mojes;-) Qué bonito que te suene a caricia tibia sobre la piel, y que esa intemperie te traiga olor a rosa. Once versos de once sílabas que forman una B. Soy yo, o quería serlo. Cuestión de corazón, como tú dices, “indefenso ante el latido que no puede controlar. O no sabe. O no quiere.”
Cómo me alegro de haberlo colgado nada más escribirlo. Enseñarlo en su momento y ya está.
Un beso y mil gracias.
P.S.: Y por Dios, que vuelva el caballero… y, si no vuelve, no te vayas con él, que me haces mucha falta.

Olga Bernad dijo...

Mery, tú siempre tienes aire de cancioncilla, sigue tu aire y no te preocupes. Me gusta que parezca fácil, nada más horrible que notar que incluso el autor está forzado, o disimulando cosas, o intentando no sé qué. Eso produce la sensación de pérdida de tiempo de que hablaba A. Serrano.
Gracias, morena oficial de las caricias, y un fuerte abrazo.

Olga Bernad dijo...

¡Black! Es verdad, en esta Zaragoza cruel no hay primavera, me olvido de la que nos espera, ese sol implacable que tortura la hierba y los motores de los coches, el gran secano de la ciudad de los Alcampos, los jubilados habitando los centros comerciales donde hay aire acondicionado y pocos, cada vez menos niños, sentados en los bordillos y chupando flash de fresa con olor a asfalto derretido. Pero vamos a hacer como que no, que no es tan duro, ahora que aún no pica… Me sigue gustando el sol, quiero que venga;-) A la sombra de plataneros y algarrobos todavía se aguanta,-)
Un besazo.

Olga Bernad dijo...

Pues sí, Arsenio, la vida y el amor son una espiral que siempre apunta hacia el infinito, “presurosa siempre, como sofocada por llegar ni se sabe adonde”. La sangre se renueva aun a pesar nuestro, no somos lo importante; la primavera es un deber y se cumple a sí misma, y nos arrastrará mientras estemos en el torbellino.
Que sea muchas veces, que queden muchos versos por contar.
Un beso.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Para Eliot abril era el mes más cruel, pero mayo, es mayo Olga.

Y es mágico en tus versos.

Un abrazo con mi admiración.

Meus Cumprimentos.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Javier.
Con las lluvias de abril y el sol de mayo, hasta los olmos centenarios renacen un poco, como supo inmortalizar nuestro Machado. ¿Vamos a ser menos? La cuestión es dejarse, hay que saber dejarse.
Un fuerte abrazo.

entrenomadas dijo...

"un temblor de tierra
en el circuito ciego de la sangre".

Estos últimos versos me parecen bellísimos, todo el poema, pero los últimos son...


Un beso,

Marta

Olga Bernad dijo...

Ay, Marta, es que lo del temblor es lo mío, yo tiemblo mucho (si me hubieses visto leyendo, lo sabrías:-)
Aunque Fernando dice que soy una cobarde, yo sé que es una de las muchas formas de mi extraño valor, jeje.
Me alegro tanto de que te guste...
Gracias y un beso.

Angós dijo...

Yo no se decirte cosas tan bonitas pero también puede que sea el que más me gusta.
Joder, ¿cómo lo haces?
Es perfecto.

Olga Bernad dijo...

Eso que dices es lo suficientemente bonito, Angós, te lo aseguro.
Me salió tan fácil que desconfiaba, pero estoy cansada de tirar poemas por mis dudas.
Gracias, tu opinión me sirve de mucho.

Blackbird dijo...

Algarrobos no he visto ninguno, Alcampos creo que tres y me parecen demasiados, pero acampos hay bastantes en torno a Zaragoza. Y en ellos las hormigas están dejando paso al hormigón que, como está más evolucionado que aquellas, suele incorporar en sus construcciones aire acondicionado para soportar la que se nos viene encima (y con cristal doble el canto de las cigarras y los grillos ni se siente).

Saludos con un güisqui virtual y disculpa toda esta acumulación de tonterías (tu bello poema no se lo merece), al menos podré echarle la culpa al trago que no me he tomado.

Olga Bernad dijo...

Jeje, pues yo me voy a tomar uno a tu salud;-) Algarrobos tienes muchos por la parte final de Miguel Servet, en la acera que lleva a la Facultad de Veterinaria, muy cerca de uno de los tres Alcampos y no lejos de algunos acampos, a los que se llega siguiendo la carretera de Castellón y cogiendo la de Valmadrid, con esas extensiones que te llevan, por ejemplo, al monte del Sedero. Y qué hermosura esos campos de cereal aún verdes ahora en mayo, como un mar de olas de hierba cuando sopla el cierzo… Pásate a mirar (pero no hay sombras;-)
Salud, mi Blackbird.

enrique dijo...

Eso necesito yo; soles repetidos.
O tus versos...

Olga Bernad dijo...

Pues no te preocupes, que lo primero lo tendrás seguro este mayo; y lo segundo, se intentará:-)
A mandar, Enrique.

camaradeniebla dijo...

Es un buen poema.Felicidades.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Ana.
Me encanta que te guste:-)
Un saludo.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Que mayo, pues, nos condene, si es con ríos antiguos y temblores de tierra. Eres una poeta de versos rotundos y elegantes. Son dos cosas difíciles de combinar.

Olga Bernad dijo...

Me molesta profundamente hacer esto, J.M.G., pero no voy a publicar su comentario porque no tiene razón e ignoro los motivos últimos de tan alambicada creación, diciéndome incluso lo que debo contestar a otros comentaristas. Habla usted de cosas delicadas, como amenazarme con hablar de mí en otros foros. Pues usted verá lo que hace. Simplemente, ya que se dirige a una persona con nombres y apellidos, sería conveniente que yo también supiese quién es usted. Aún así tampoco se lo publicaría, “puede usted explicarse”. Gracias por el permiso, pero no tengo por qué.

Olga Bernad dijo...

Gracias, Jesús. La verdad es que respondió a un momento para mí precioso, y me salíó con tal facilidad que incluso me hizo dudar. Pero parece que hay gente al que le molesta demasiado lo que hago: escribir poesía y compartirla, ni siquiera me he dedicado a las polémicas, y no porque no tenga mis opiniones. Lo que está bien en otros es un delito en mí. Es triste.
Muchas gracias, no has podido llegar en mejor momento.

Juan Manuel Macías dijo...

No te preocupes ni le des la más mínima importancia, Olga. He visto tu contestación a ese tal J. M. G. Qué desapego le tienen ciertos individuos a sus apellidos, sobre todo cuando se obra desde la más vil cobardía. Lo mejor que se puede hacer con estos personajes es ignorarlos, y ni siquiera concederles los dos segundos de gloria que mendigan. Los anónimos serán siempre anónimos.
Bien hecho.
Besos.

Olga Bernad dijo...

Bueno, pero hacen daño, o lo intentan. Ya lo has leído. No es la cobardía, es la injusticia, la doble vara de medir para unos y otros, y la soberbia. Yo me he guardado el comentario y el pantallazo con la información del sitemeter. No voy a publicar sandeces en mi blog porque no me da la gana, sería el colmo dejar que me dijesen cómo tengo que contestar a mis comentaristas y qué palabras puedo o no puedo usar en mis poemas. Si me insulta o difama (o me publicita, quién sabe)en cualquier otro foro, ya veré lo que hago.
Tal vez no debía ni hacer caso, pero es que no hay una dirección a la que contestarle, nada, y ya has visto que me amenaza con que si no publico sus comentarios, tomará medidas.
Pero es bien triste, no escribo para eso.
Besos, Juan Manuel, gracias.

colorprimario dijo...

Bueno... Sólo quería aprovechar para felicitarte por tus poemas. Sin que este que está aquí comentando sepa demasiado de técnicas ni de endecasílabos, tengo que decir que alguna vez te he visitado en secreto y me he quedado realmente perplejo con tu talento. Estoy seguro de que tarde o temprano tienes que publicar alguno de esos poemarios. Lo contrario sería extrañamente injusto para todos los que se quedaran sin leerte.

Un saludo.

D.

Olga Bernad dijo...

Pues muchas gracias, Colorprimario, yo soy muy dada también, (a pesar de lo parlanchina que estoy por aquí:-) a visitar y admirar a otros en silencio. Me alegro mucho de que participes, así te puedo dar la bienvenida.
En cuanto a los poemarios, el primero sí está cerrado, pero el segundo está aún en construcción, vamos probando algunos poemas, como éste, al que no le dejé descansar ni diez minutos desde que lo escribí hasta que lo colgué. No suele ser lo habitual, pero dada la fecha...
Te agradezco muchísimo lo que dices.

ONDA dijo...

Precioso poema, de Mayo, claro que sí
!Demoslé la bienvenida y disfrutemos de él!

Precioso y animo.

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias, Ignacio.
Por todo.

Marta Fernández Olivera dijo...

Pues yo no se cómo te lo montas para describir en clave de poema el mes de mayo...sólo se decirte que me gusta.
:) 1petó
PD: "no se si era esta tu intencion, pero a mi me a llegado asi"

Olga Bernad dijo...

Marta, desde el romancero y su "y por mayo era, por mayo/cuando hace la calor" hasta nuestros días, mayo fue, es y será primavera plena, materia poética en estado puro.
Dicen que los temas son cuatro, y yo cada día estoy más convencida de ello. Cada uno aporta, desde su tradición, sus lecturas y su idioma,
una mirada nueva, pero toda la historia de la literatura es una conversación interminable sobre las mismas cosas.
Un petó, guapa.

Alfaraz dijo...

Olga, me ha gustado este poema de mayo que fluye a cada verso.
Y me ha hecho recordar una décima que un poeta sevillano dedicó a Madrid en Mayo.
Lo busco y a ver si te lo pongo mañana.

2b.

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Olga Bernad dijo...

Pues te espero, pero no levantada, que vienes muy tarde y ya estoy durmiendo incluso yo;-)))
Gracias, Alfaraz, seguro que aprendo contigo.
Un beso.

Anónimo dijo...

necesidad de comprobar:)

Olga Bernad dijo...

Y tanto.